Algunos tipos diferentes de estos fármacos pueden hacer que el sistema inmunitario sea más capaz de combatir el cáncer de riñón avanzado.
¿Qué es la inmunoterapia?
Su sistema inmunitario encuentra y destruye las células y moléculas que no pertenecen a su cuerpo. Pero como las células cancerosas empezaron siendo sus propias células sanas, las defensas de su cuerpo no siempre las reconocen como peligrosas. Muchos tumores también fabrican sustancias que les ayudan a esconderse del sistema inmunitario.
Los objetivos de la inmunoterapia son ayudar a su sistema inmunitario a reconocer las células cancerosas como amenazas, potenciar su respuesta a estas células y evitar que los tumores se escondan.
Es posible que la inmunoterapia no sea el primer tratamiento que le sugiera su médico. Aunque los fármacos pueden funcionar bien en algunos casos, también pueden causar efectos secundarios graves, por lo que muchos médicos sólo los prescriben a personas relativamente sanas sin otras afecciones médicas importantes o a aquellas que han probado otros fármacos primero.
Aldesleukin (Proleukin)
Este fármaco es una versión fabricada por el hombre de una proteína que su cuerpo produce llamada interleucina-2 (IL-2)... Activa algunas de las células del sistema inmunitario. El fármaco ayuda a entre el 5% y el 7% de las personas con carcinoma de células renales, pero en esas personas, el fármaco puede hacer desaparecer la enfermedad durante mucho tiempo.
Las dosis altas de IL-2, que se reciben en el hospital, ofrecen la mejor oportunidad de reducir el tamaño del tumor, pero también pueden causar efectos secundarios especialmente graves. Sólo algunos centros de tratamiento ofrecen la IL-2, y pueden reservarla para ciertos tipos de personas debido a esos efectos secundarios.
Interferón alfa (Intron A)
Esta inmunoterapia impide el crecimiento de las células cancerosas y las hace más vulnerables al ataque del sistema inmunitario. Tiene menos efectos secundarios que la aldesleucina, pero no suele funcionar bien por sí sola. El interferón alfa ha sido sustituido en su mayor parte por la inmunoterapia con inhibidores de puntos de control y por agentes molecularmente dirigidos.
Nivolumab (Opdivo) e Ipilimumab (Yervoy)
Este tipo de inmunoterapia se dirige a las sustancias, llamadas puntos de control, que las células cancerosas utilizan para evadir el sistema inmunitario. Al bloquear, o inhibir, estos puntos de control, los fármacos hacen que los tumores sean más vulnerables al ataque de las defensas del organismo.
El nivolumab (Opdivo) fue aprobado por la FDA en 2015 para tratar el cáncer de riñón en personas que han probado otros tratamientos que no han funcionado. En 2018 se aprobó la combinación de nivolumab e ipilimumab (Yervoy) para el tratamiento del cáncer de riñón avanzado no tratado previamente.
En fase de desarrollo
Los científicos están trabajando para desarrollar más medicamentos de inmunoterapia para tratar el carcinoma de células renales y otros tipos de cáncer. Algunos de ellos son:
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Vacunas contra el cáncer, que inducen al sistema inmunitario a reconocer moléculas únicas en las células cancerosas y a atacar todo lo que tenga estos marcadores.
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Las terapias celulares adoptivas, que consisten en tomar células inmunitarias de una persona con cáncer y alterarlas con genética o sustancias químicas de última generación para hacerlas más activas contra el cáncer.
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Los anticuerpos monoclonales, que al igual que las vacunas, reconocen las moléculas de la superficie de las células cancerosas. La unión de los anticuerpos a otros fármacos puede garantizar que éstos se desplacen hasta donde se encuentran los tumores.