Los cambios básicos en el estilo de vida pueden ayudarle a sacar el máximo partido al tratamiento del carcinoma renal metastásico.
Desde la cirugía hasta la medicina y la radiación, hay muchos tratamientos diferentes que puede recibir para el carcinoma renal metastásico. Independientemente de los que utilice, las opciones de estilo de vida saludable pueden ayudarle a sacar el máximo partido de ellos.
Tenga en cuenta estos consejos cuando piense en la vida después del tratamiento del cáncer de riñón. Antes de hacer cualquier cambio importante, como la dieta o la rutina de ejercicios, consulte a su médico para asegurarse de que es seguro para usted.
Sigue con los alimentos saludables
Una dieta saludable siempre es buena para ti. Pero después del tratamiento del cáncer, es una de las mejores cosas que puedes hacer por ti. Si su sentido del gusto ha cambiado o no tiene muchas ganas de comer, un dietista puede sugerirle formas de obtener la nutrición que necesita.
En general, no es necesario comer nada especial. Sólo tienes que elegir muchas frutas y verduras frescas, junto con cereales integrales y proteínas magras, como el pollo y el pescado. Coma una variedad de alimentos para asegurarse de que obtiene los nutrientes que necesita.
Sin embargo, después de algunos tratamientos, estará más limitado. En estos casos, lo mejor es trabajar con un dietista para saber que está comiendo bien:
Si le han extirpado un riñón. Si el riñón que le queda está sano, no necesitará comer o evitar alimentos específicos. Si no es así, es posible que tenga que hacerlo:
-
No consumir demasiadas proteínas. Una dieta rica en proteínas hace que su riñón trabaje más. Para protegerlo, es posible que tengas que comer menos carne, pescado, huevos, productos lácteos y legumbres... Aunque algunos estudios demuestran que las proteínas vegetales pueden no hacer trabajar a tu riñón tanto como las proteínas animales.
-
Prescinde de la sal. El riñón elimina la sal de la sangre. Si comes demasiada puede causar presión arterial alta y puede dañar el riñón.
-
Cuidado con el fósforo. Cuando el riñón no funciona tan bien como es normal, los niveles de fósforo aumentan. Es un mineral que tu cuerpo necesita, pero no en exceso. Los frijoles, las nueces y las semillas tienen mucho fósforo... Habla con tu médico para ver si necesitas limitar el fósforo.
-
Limite la cantidad de potasio que consume. Un riñón que no funciona bien no es capaz de mantener la cantidad correcta de potasio en su cuerpo. Si el potasio se eleva demasiado, puede provocar latidos irregulares o un ataque al corazón. El potasio se encuentra en muchos alimentos. Hable con un dietista especializado en enfermedades renales y que pueda ayudarle a saber qué alimentos debe comer y cuáles debe dejar de comer... Sin embargo, algunas personas necesitarán limitar el potasio más que otras, así que hable con su médico sobre la cantidad de potasio que debe incluir en su dieta.
Si estás en diálisis. Después de algunos tratamientos, es posible que sus riñones no puedan hacer su trabajo, al menos durante un tiempo. Es entonces cuando puede necesitar diálisis, un tratamiento que elimina los residuos de la sangre. Es posible que tenga que hacerlo:
-
Evitar los alimentos con alto contenido en sal, potasio y fósforo
-
Coma más proteínas de lo normal porque las pierde durante la diálisis
-
Limitar la cantidad de líquido que bebe
Manténgase activo
Puede ser difícil hacer ejercicio si el tratamiento te hace sentir agotado, especialmente si el cansancio no parece desaparecer. Pero mover el cuerpo es clave para recuperar la energía.
Habla con tu médico o con un fisioterapeuta para elaborar una rutina que te funcione. El entrenamiento adecuado puede mejorar tu salud mental y física. Ayuda a combatir la depresión y la ansiedad, es bueno para el corazón y reduce el estrés.
Intenta hacer 30 minutos cada dos días, pero no pasa nada si empiezas con menos. Es importante escuchar a tu cuerpo y no forzarlo demasiado. Incluso un paseo corto es estupendo.
Si te cuesta empezar, pide a un amigo o familiar que te acompañe. A veces, es más fácil ponerse en movimiento cuando se tiene compañía.
Controla el estrés
Ayuda tener una rutina regular con la que puedas contar para relajarte y cortar el estrés. Para algunas personas, el ejercicio es una gran ayuda. Si la religión forma parte de tu vida, rezar o hablar con tus líderes religiosos puede aliviarte. O empieza a hacer yoga, meditación o visualización, en la que te imaginas que tus miedos desaparecen. O puedes probar una mezcla de todas ellas.
Es diferente para cada persona. Encuentra algunas cosas que te funcionen y dedícales tiempo con regularidad.
Reduce el consumo de alcohol
El exceso de alcohol nunca es bueno para nadie. Por lo general, está bien tomarse una cerveza con algunos amigos o una copa de vino de vez en cuando durante la cena. Pero como mucho, limítate a una copa al día para las mujeres o a dos para los hombres.
Deja de fumar
Si fuma, ahora es un buen momento para dejarlo. Su médico puede ayudarle a encontrar un programa que le ayude a dejar de fumar. El tabaquismo es una de las principales causas del cáncer de riñón. Si el cáncer fue extirpado, es más probable que vuelva a aparecer si usted fuma.
Acuda a todas sus citas de seguimiento
Después del tratamiento, seguirá teniendo visitas periódicas con su médico. Hablará de los síntomas que tenga y de si el tratamiento le ha causado algún efecto secundario.
Es importante que acuda a estas visitas y que hable abiertamente con su médico. Eso le ayudará a recibir la atención que necesita. Es posible que su médico le haga un examen físico, que le haga análisis de sangre o que le haga exploraciones de imagen del cuerpo para asegurarse de que el cáncer no está reapareciendo.