¿Tiene preguntas sobre el cáncer de vesícula biliar? El médico le dice lo que debe saber primero.
El cáncer de vesícula biliar es una enfermedad rara.
¿Qué lo provoca?
Los médicos no están seguros. Lo que sí saben es que se forma cuando cambia el ADN -el código que indica a las células lo que deben hacer- en las células de órganos sanos.
Estos cambios, o mutaciones, hacen que las células crezcan sin control y continúen viviendo cuando las células normales suelen morir. Las células se convierten en un tumor canceroso que puede crecer y extenderse más allá de la vesícula biliar.
Incluso cuando esto ocurre, la ubicación oculta de los órganos puede dificultar que el médico encuentre el cáncer allí.
El tipo más común de cáncer de vesícula biliar se llama adenocarcinoma. Se inicia en las células de la glándula que recubren el interior de la vesícula.
¿Cuáles son los síntomas?
Es posible que no haya ninguno específico en las primeras etapas del cáncer de vesícula biliar. Esto puede dificultar su diagnóstico.
El cáncer de vesícula biliar en fase tardía tiene muchos síntomas específicos. Incluyen:
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Hinchazón
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Picor
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Ictericia (cuando la piel y el blanco de los ojos se vuelven amarillos)
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Náuseas
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Dolor o bultos en el abdomen
Acuda a su médico si nota alguno de estos síntomas.
Quiénes son propensos a contraerlo?
Las mujeres tienen más probabilidades de padecer cáncer de vesícula biliar. El riesgo también es mayor si eres nativo americano, mexicano americano o latinoamericano. Las probabilidades también aumentan con la edad. El peso también puede desempeñar un papel importante. La obesidad aumenta las posibilidades de padecer cáncer de vesícula biliar.
Los antecedentes de cálculos biliares u otros problemas relacionados con la vesícula biliar, como la inflamación crónica, pueden provocar cáncer de vesícula. Pero eso es raro.
Diagnóstico
Su médico utilizará una amplia gama de pruebas para ver si tiene cáncer de vesícula biliar. Por lo general, comenzará con un examen físico completo y obtendrá su historial médico.
Es posible que le hagan algunos análisis de sangre y comprueben otros órganos. A veces, pueden dar pistas sobre si hay problemas con la vesícula biliar.
Probablemente le harán algunas pruebas de imagen, como una ecografía, una resonancia magnética, una tomografía computarizada o una radiografía. Todas ellas crean imágenes para que su médico pueda estudiar su vesícula en detalle.
Cómo se trata?
Los médicos suelen utilizar los resultados de estas pruebas para clasificar su enfermedad en uno de los dos grupos distintos:
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Cánceres resecables. Esto significa que su médico cree que la cirugía puede eliminar completamente la enfermedad. Pero esto sólo funcionará si el cáncer no se ha extendido mucho más allá de su vesícula biliar.
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Cánceres irresecables. Esto significa que su médico considera que la enfermedad se ha extendido demasiado o es demasiado difícil de extirpar. El cáncer puede haberse extendido a los principales vasos sanguíneos, a ambos lados del hígado, a la cavidad abdominal o a otros órganos.
La quimioterapia (el uso de medicamentos, también llamados quimio) y la radiación, que utiliza rayos X y otras ondas y partículas de alta energía, también pueden ayudar a controlar la propagación del cáncer.
Quizá quiera hablar con su médico sobre la posibilidad de participar en un ensayo clínico. Esto significa que se ofrecerá como voluntario para probar nuevos medicamentos o métodos para tratar la enfermedad.
¿Se puede curar el cáncer de vesícula biliar?
Depende de las opciones de tratamiento de que disponga. Los factores incluyen:
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El estadio del cáncer, es decir, cuánto se ha extendido
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Si el cáncer puede eliminarse completamente mediante cirugía
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Qué tipo de células cancerosas están presentes
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Si el cáncer acaba de ser diagnosticado o ha reaparecido
La mayoría de los casos se detectan en fases avanzadas de la enfermedad.
Por eso es tan importante que acuda a su médico si tiene alguno de los síntomas mencionados anteriormente. Cuanto antes se detecte el cáncer, antes se podrá tratar.
¿Puedo prevenirlo?
La verdad es que no. Muchas de las cosas que pueden contribuir a ello, como el sexo, el grupo étnico o la edad, no se pueden controlar.
Pero hay formas de reducir el riesgo. La principal es mantener un peso saludable haciendo suficiente ejercicio. Y seguir una dieta sana. Eso te ayudará a combatir las enfermedades y a mejorar tu salud en general.