El metabolismo del cáncer es un objetivo potencial de los tratamientos para ralentizar o detener los cánceres. Conozca lo que los investigadores ven como posibles vías para lograrlo.
El metabolismo del cáncer es un proceso en el que las células cancerosas obtienen la energía que necesitan para crecer y propagarse. Es un objetivo para los investigadores que trabajan para detener o ralentizar los cánceres.
El metabolismo es el modo en que las células del organismo utilizan los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas de los alimentos para obtener la energía que necesitan para crecer, reproducirse y mantenerse sanas.
Las células cancerosas lo hacen de forma diferente. En comparación con las células sanas, utilizan más glucosa (un tipo de hidrato de carbono). Y crean menos energía mientras fabrican lo que necesitan para multiplicarse y propagarse. Detener ese proceso dejando en paz a las células sanas es un objetivo.
Terapias dirigidas
Son un enfoque más novedoso del tratamiento del cáncer. A diferencia de la quimioterapia y la radiación, las terapias dirigidas no matan inmediatamente las células cancerosas. En cambio, impiden que las células cancerosas crezcan cambiando o ralentizando el metabolismo del cáncer. El tumor acaba reduciéndose y muriendo.
Por su forma de actuar, las terapias dirigidas afectan principalmente a las células cancerosas y dejan tranquilas a las células normales y sanas. No matan las células cancerosas de inmediato. Impiden que se copien a sí mismas y que creen otras nuevas. Por tanto, no dañan las células normales y sanas como lo hace la quimioterapia.
Las terapias dirigidas pueden utilizarse en el tratamiento de varios tipos de cáncer, como el de vejiga, mama, pulmón, riñón, gástrico (estómago), melanoma, algunos tipos de leucemia y linfoma, y otros.
Nuevos enfoques
Los investigadores están trabajando para idear nuevas formas de obstaculizar el metabolismo del cáncer. Este trabajo se encuentra en las primeras fases, sobre todo en estudios de laboratorio y pruebas en animales. Todavía no está listo para su uso en personas. Los objetivos potenciales son:
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La glucosa. Los primeros estudios de laboratorio muestran que reducir la glucosa con medicamentos o cambios en la dieta (o ambos) puede ayudar a tratar el cáncer. Es demasiado pronto para saber si esto funcionará en las personas, o cuál es el mejor plan, o para qué cánceres funciona.
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Aminoácidos. Las células cancerosas también utilizan aminoácidos, que son los componentes básicos de las proteínas del organismo, para crecer. Si se ataca a ciertos aminoácidos, se podría cortar el suministro de alimentos del cáncer.
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Sistemas de mensajería de los cánceres. Algunas células cancerosas tienen ciertos tipos de proteínas y enzimas que difieren de las de las células normales. Envían mensajes para ayudarlas a crecer y propagarse. Los medicamentos podrían bloquear o desactivar las señales que envían estos mensajes, o indicar a las células cancerosas que se autodestruyan.
La nutrición es otra área de investigación. Algunos de estos trabajos analizan los efectos del ayuno y las dietas ceto. Si está considerando la dieta como una forma de abordar específicamente el metabolismo del cáncer, tenga en cuenta que todavía no hay directrices sobre cómo hacerlo. Los expertos recomiendan que las personas con cáncer coman y beban una amplia variedad de alimentos que aporten nutrientes como vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos, grasas y agua. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda comer una variedad de verduras, frutas, cereales integrales, judías y legumbres, y limitar la carne roja, la carne procesada, las bebidas azucaradas y los alimentos muy procesados.