Obtenga una visión general de los medicamentos y otros tratamientos para el dolor relacionado con el cáncer de mama avanzado.
El cáncer de mama en sí no suele causar dolor hasta el estadio IV, cuando se ha extendido a otras partes del cuerpo. Pero incluso entonces, usted y su médico pueden tomar medidas para tratarlo. La clave es decirle a su equipo de atención al cáncer cómo se siente.
Lo que usted siente puede ser diferente de la experiencia de otra persona. Por eso, los profesionales de la salud tienen un sistema que les ayuda a hacerse una mejor idea de cómo se siente usted y por qué. Los médicos suelen preguntar sobre el dolor utilizando el acrónimo OLD-CARTS, que significa:
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Inicio: ¿Cuándo empezó su dolor?
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Ubicación: ¿Dónde sientes el dolor?
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Duración: ¿Cuánto dura su dolor?
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Características: ¿Cómo describiría su dolor?
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Agravante: ¿Qué hace que su dolor empeore?
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Aliviando: ¿Qué hace que tu dolor desaparezca?
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Momento: ¿Cuándo se produce tu dolor?
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Gravedad: ¿Cómo califica su dolor, de 0 a 10, donde 0 significa que no hay dolor y 10 es el peor dolor posible?
Tus respuestas a estas preguntas ayudan a tus médicos a centrarse en el problema para que puedas recibir una terapia contra el dolor que se adapte a tu situación.
Tenga en cuenta que los cuidados paliativos incluyen el tratamiento del dolor, así como el apoyo emocional, médico y social. No se limitan a los cuidados paliativos. Los cuidados paliativos consisten en hacer que se sienta mejor en cualquier etapa, desde los síntomas físicos hasta el sueño, los efectos secundarios, las preocupaciones y las inquietudes de su familia. Si no forma parte de su plan ahora, pida a su médico que le remita a un médico de cuidados paliativos.
Dónde puede sentirlo
Dependerá del tamaño y la ubicación de los nuevos tumores en su cuerpo.
Huesos: Cuando el cáncer está en los huesos, puede doler, especialmente cuando se mueven esos huesos. Las mujeres suelen describir este tipo de dolor por cáncer como un dolor que las despierta por la noche.
Cerebro: A cualquiera le puede doler la cabeza. Pero si tienes un cáncer de mama en estadio IV que se ha extendido al cerebro, eso puede desencadenar dolores de cabeza o una sensación de presión en la cabeza. El dolor tiende a durar y a empeorar con el tiempo.
La piel: Puede tener una sensación de pinchazos en la piel. Su médico puede llamarlo dolor sensorial o neuropático (nervioso).
Abdomen: El dolor en el aparato digestivo puede ser un signo de problemas en el hígado, casi siempre por agrandamiento. Puede sentirse como un dolor constante y sordo.
Pulmones: El cáncer de mama que se extiende a los pulmones o al revestimiento que los rodea (llamado pleura) puede causar dolor crónico. Si el cáncer de mama se ha extendido a los pulmones, también puede provocar una tos persistente, que puede causar dolor en las costillas y el pecho.
Ganglios linfáticos: Cuando los ganglios linfáticos se hinchan, es una señal para que su médico busque cáncer en otras partes del cuerpo. Los ganglios linfáticos inflamados pueden causar presión y ser dolorosos al tacto.
Medicación
Una vez que el equipo médico conozca bien los detalles de su dolor, podrá elegir los medicamentos que mejor lo traten. Por lo general, dependiendo de su dolor, tomará un analgésico suave con regularidad y añadirá un alivio más fuerte cuando lo necesite. Su médico puede sugerirle:
AINE (medicamentos antiinflamatorios no esteroideos): Estos medicamentos incluyen el paracetamol, la aspirina, los glucocorticoides y el ibuprofeno. Todos ellos pueden servir para disminuir el dolor óseo o el causado por la inflamación.
Antidepresivos: Los antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina, la desipramina y la nortriptilina, ayudan a acallar el dolor nervioso.
Medicamentos anticonvulsivos: Estos fármacos, utilizados a menudo para tratar la epilepsia, pueden aliviar el dolor nervioso. La gabapentina y la pregabalina son dos opciones habituales para aliviar el dolor del cáncer de mama.
Analgésicos que se aplican sobre la piel: A veces el médico puede probar un parche de lidocaína como alivio adicional para cualquier dolor nervioso o sensorial que no desaparezca del todo con medicamentos más fuertes.
Corticosteroides: La dexametasona puede tratar el dolor óseo y nervioso.
Opiáceos: Si tienes un dolor continuo y otros medicamentos no han funcionado, tu médico puede sugerirte opiáceos como codeína, fentanilo, metadona, morfina u oxicodona. Estos narcóticos actúan de forma muy parecida a las endorfinas naturales de tu cuerpo, las hormonas que te hacen sentir bien después de hacer ejercicio o practicar sexo. El médico te recetará un opiáceo de acción rápida o de liberación prolongada, según el tipo de dolor que tengas.
Como los opiáceos pueden crear adicción, debes tomarlos con la misma precaución, siguiendo las instrucciones de tu médico. Ten en cuenta que tratar el dolor del cáncer bajo el cuidado de un médico es adecuado y puede ayudar sin causar adicción. La necesidad de tomar dosis más altas porque su dolor ha empeorado tampoco significa que sea adicto.
Otros tratamientos
Su médico también considerará si estas estrategias supondrían menos dolor:
La cirugía puede extirpar una parte o la totalidad del tumor en la zona que provoca el dolor.
La radiación puede reducir el tamaño del tumor. Puede administrarse en forma de inyección o mediante ablación por radiofrecuencia, en la que el médico utiliza una sonda muy fina para enviar ondas de radio de alta energía a la zona afectada. Puede que te la hagan si no puedes operarte.
La quimioterapia o la terapia hormonal pueden ser útiles para aliviar el dolor.
Los bloqueos nerviosos consisten en inyectar un anestésico dentro o alrededor de un nervio, para que las señales de dolor no lleguen al cerebro.
La estimulación nerviosa puede distraerle del dolor introduciendo otra sensación más suave. Los métodos incluyen el uso de calor y frío, masajes, mentol, capsaicina (que proviene de los pimientos picantes) y TENS (un dispositivo que incluye electrodos que se colocan en la piel de la zona afectada y que emiten una leve carga).
La fisioterapia puede incluir el fortalecimiento, el estiramiento y el masaje.
Qué más puede ayudar
Es bueno tener tantas opciones como sea posible en su caja de herramientas para aliviar el dolor. Al igual que el dolor es personal, el alivio del dolor también lo es.
Además de los medicamentos, puede que quieras buscar métodos que no requieran receta médica. Algunos pueden funcionar mejor que otros. Es posible que el uso de uno de estos métodos reduzca la cantidad de medicamentos para el dolor que necesitas tomar.
Sus opciones pueden incluir:
Acupuntura: Un acupunturista cualificado te clavará finas agujas en determinados puntos de la piel para tratar de aliviar el dolor de tu cuerpo. La acupuntura, que forma parte de la medicina tradicional china, suele requerir varias sesiones para obtener resultados, y el tratamiento en sí no debería ser desagradable. Averigüe si su seguro la cubre como parte de su atención al cáncer.
Terapia cognitiva conductual: Es un tipo de asesoramiento. Hablará con un consejero capacitado para cambiar su forma de responder a los pensamientos y sentimientos problemáticos, de modo que se sienta más en control cuando surjan esas emociones.
Terapia de movimiento: El yoga, el tai chi y otros tipos de ejercicios suaves pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y el flujo sanguíneo y a sentirse mejor en general.
Técnicas de respiración: Esta es una herramienta especialmente buena cuando el dolor es repentino y agudo. Puede calmarte cuando estás alterado y ayudarte a superar los periodos de dolor intenso.
Hable con su médico sobre estos y otros cambios en su estilo de vida que podrían significar menos dolor y mejores días.