Los mejores ejercicios para aliviar el linfedema

Estos siete movimientos pueden ayudar a restablecer la amplitud de movimiento y a fortalecer el cuerpo después de la cirugía de cáncer de mama si tiene linfedema.

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Has sufrido un linfedema -inflamación y acumulación de líquido- a causa del cáncer de mama o sus tratamientos, o después de que te hayan extirpado los ganglios linfáticos? Algunos movimientos sencillos pueden ayudar.

Puede que la generación de tu madre no lo supiera. Los expertos solían desaconsejar el ejercicio de la parte superior del cuerpo después de una operación de mama. Pero ahora saben que es más probable que el ejercicio ayude a frenar el linfedema relacionado con el cáncer de mama que a empeorarlo.

¿Por qué? El ejercicio estimula el sistema linfático, dice Todd Lane, terapeuta ocupacional y terapeuta certificado en linfedema de los Centros de Tratamiento del Cáncer de América. Una rutina de ejercicios puede restablecer el rango normal de movimiento y ayudar a desarrollar fuerza y resistencia.

Habla con tu oncólogo o con un terapeuta certificado en linfedema para ver si los siguientes ejercicios son apropiados para ti.

Comienza lentamente y haz más repeticiones a medida que te fortalezcas.

1. Siéntate en una silla con los pies juntos y las manos en el regazo.

2. Aprieta los omóplatos y, manteniendo los codos ligeramente doblados, levanta lentamente los brazos por encima de la cabeza.

3. Con las manos entrelazadas y los brazos por encima de la cabeza, dobla suavemente la cintura, inclinándote hacia la derecha.

4. Mantén la postura durante 10 segundos.

5. Vuelva a la posición de sentado recto y luego inclínese hacia la izquierda.

6. Repite 10 veces a cada lado.

1. Póngase de pie frente a una pared con los dedos de los pies a unos 15 centímetros de la pared.

2. Coloca las dos palmas de las manos contra la pared a la altura del pecho y arrastra lentamente los dedos hacia la pared, llegando lo más alto posible. Mantén la cabeza nivelada, los ojos mirando al frente y la espalda recta.

3. Vuelve a arrastrar los dedos por la pared hasta la posición inicial.

4. Repite 10 veces.

5. En cada sesión de ejercicios, procure llegar más alto que la última vez.

1. Póngase de pie con el lado afectado paralelo a la pared con 2 pies de espacio entre el borde exterior de su pie y la pared.

2. Con el brazo doblado en el codo y el bíceps paralelo al suelo, coloque la palma de la mano plana en la pared con los dedos apuntando hacia el techo.

3. Arrastra lentamente los dedos hacia la pared, llegando lo más alto posible. Mantén la cabeza nivelada, los ojos mirando al frente, las caderas cuadradas y la espalda recta.

4. Arrastra los dedos de vuelta a la posición inicial.

5. Repite 10 veces. (Si ambos lados están afectados, repita en el lado opuesto).

6. En cada sesión de ejercicios, procure llegar más alto que la última vez.

1. Acuéstate de espaldas en una cama con los brazos a los lados, con las palmas hacia arriba.

2. Sin levantar los brazos, deslízalos hacia la cabeza (como si hicieras un ángel de nieve). Espere sentir un suave estiramiento pero no dolor.

3. Procura tocar las manos por encima de la cabeza. Mantén la posición durante 3 segundos.

4. Desliza los brazos hacia la posición inicial.

5. Repite 10 veces.

6. Con cada sesión de ejercicios, procure llegar más alto que la última vez. A medida que vayas ganando fuerza y mejorando la amplitud de movimiento, considera la posibilidad de añadir pesos ligeros.

1. Póngase de pie con los brazos doblados por los codos, los bíceps paralelos al suelo y las palmas de las manos enfrentadas.

2. Extiende lentamente los brazos, apretando los omóplatos y empujando las puntas de los dedos hacia el techo.

3. Procure extender los brazos lo más completamente posible.

4. Vuelve a la posición inicial.

5. Repetir 10 veces.

6. Con cada sesión de ejercicios, procure llegar más alto que la última vez. A medida que vayas ganando fuerza y mejorando la amplitud de movimiento, considera la posibilidad de añadir pesos ligeros.

1. Acuéstese de espaldas en su cama con las rodillas dobladas, los pies separados a la anchura de los hombros y los brazos extendidos a los lados, con las palmas hacia arriba.

2. Manteniendo los brazos rectos, levanta lentamente ambos brazos hacia el techo, juntando las palmas.

3. Baja lentamente los brazos hasta la posición inicial.

4. Repite 10 veces.

5. A medida que vayas ganando fuerza y mejorando la amplitud de movimiento, considera la posibilidad de añadir pesos ligeros.

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