Algunos tratamientos para el cáncer de mama metastásico pueden provocar cambios en la piel y las uñas. He aquí lo que hay que tener en cuenta y cómo controlar estos efectos secundarios.
Si está recibiendo tratamiento para el cáncer de mama metastásico, es posible que note algunos cambios en la piel y las uñas. Estos efectos no proceden del propio cáncer. En la mayoría de los casos, están causados por ciertos tratamientos contra el cáncer.
Los cambios en la piel y las uñas pueden afectar a cualquier persona que reciba tratamiento para el cáncer de mama. Pero cuando se trata de un cáncer de mama metastásico, estos efectos secundarios son más probables. Esto se debe a que el cáncer de mama metastásico suele requerir un tratamiento a largo plazo, por lo que estos cambios tienen más tiempo para desarrollarse.
A continuación, le explicamos las causas de los cambios en la piel y las uñas, los síntomas a los que debe prestar atención, cómo prevenir estos cambios y cómo tratarlos si aparecen.
Qué causa los cambios en la piel y las uñas?
Los cambios en la piel y las uñas suelen estar causados por tipos específicos de tratamientos contra el cáncer. Estos incluyen la radiación, algunos tipos de quimioterapia y ciertas terapias hormonales y dirigidas. Si está recibiendo más de un tratamiento que causa efectos secundarios en la piel y las uñas, sus probabilidades de tenerlos son mayores.
Tenga en cuenta que no todos los tratamientos del cáncer de mama provocan cambios en la piel y las uñas. Y tampoco todas las personas experimentan los mismos efectos. Pregunte a su médico o farmacéutico si necesita más información sobre los efectos secundarios de su tratamiento.
Radiación
La radioterapia de haz externo (EBRT) es el tipo de radiación más común que se utiliza para las mujeres con cáncer de mama. Uno de los principales efectos secundarios de la EBRT son los cambios en la piel de la zona que ha sido tratada. Esto es similar a una quemadura solar, con enrojecimiento, descamación y oscurecimiento de la piel.
La radiación interna, llamada braquiterapia, se utiliza con menos frecuencia para tratar el cáncer de mama. Puede causar hematomas y enrojecimiento en la zona tratada.
La radiación también puede hacer que su piel sea más sensible al tacto. Esto se debe a que afecta a las terminaciones nerviosas de la piel, al igual que una quemadura.
La radiación afecta más a la piel, pero también puede hacer que las uñas se vean más oscuras.
Quimioterapia
Junto con las células cancerosas, la quimioterapia mata las células que ayudan a que tus uñas crezcan y a que tu piel se mantenga hidratada y suave. Esto puede provocar una piel seca y sensible.
El tratamiento a largo plazo con quimioterapia para el cáncer de mama metastásico también puede hacer que tengas un recuento bajo de células sanguíneas. Esto aumenta el riesgo de infecciones en la piel y las uñas. Incluso una pequeña infección como ésta puede ser grave cuando su inmunidad ya es baja. Si nota signos de que tiene una infección, como piel roja y dolorida o uñas calientes al tocarlas, llame a su médico de inmediato.
Los tipos de quimioterapia utilizados para tratar el cáncer de mama que pueden provocar cambios en la piel y las uñas son:
-
5-fluorouracilo (5-FU)
-
Capecitabina (Xeloda)
-
Ciclofosfamida (Cytoxan)
-
Daunorubicina (Cerubidina, DaunoXome)
-
Docetaxel (Taxotere)
-
Doxorrubicina (Adriamicina)
-
Ixabepilona (Ixempra)
-
Doxorubicina liposomal (Doxil)
-
Mitoxantrona (Novantrona)
-
Nab-paclitaxel (Abraxane)
-
Paclitaxel (Taxol)
Terapias hormonales y dirigidas
El tamoxifeno, una terapia hormonal, y algunas terapias dirigidas pueden causar cambios en la piel y las uñas. Es posible que los efectos de las terapias dirigidas sean más graves que los de la radiación o la quimioterapia.
Las terapias dirigidas utilizadas para tratar el cáncer de mama que pueden causar cambios en la piel y las uñas incluyen:
-
Everolimus (Afinitor)
-
Lapatinib (Tykerb)
-
Neratinib (Nerlynx)
Otras causas
Su piel y sus uñas también pueden verse afectadas por otros problemas relacionados con el tratamiento. Por ejemplo, si tu tratamiento provoca una carencia de vitaminas, esto podría modificar tu piel y tus uñas. O si contraes una infección porque el tratamiento ha disminuido la capacidad de tu cuerpo para combatir enfermedades, la infección podría afectar a tu piel y uñas.
Los síntomas como el picor o la sequedad de la piel pueden deberse al tratamiento, pero también pueden deberse a otras causas comunes. La deshidratación, el calor, el frío o la falta de nutrición pueden provocar sequedad en la piel. Las alergias u otras enfermedades son algunas de las cosas que pueden causar picor.
Qué cambios en la piel pueden producirse?
Los cambios en la piel que tengas dependerán del tratamiento que estés recibiendo. Puede notar síntomas como:
-
Enrojecimiento
-
Erupción
-
Sequedad
-
Piel fina o delicada
-
Formación de ampollas o descamación
-
Picor
-
Acné
-
Ardor
-
Dolor
-
Dolor
-
Quemaduras de sol con facilidad
-
Zonas de la piel más oscuras o más claras
-
Llagas dolorosas
-
Hinchazón
-
Piel costrosa o escamosa
-
Crecimientos en forma de cúpula llamados queratoacantoma
Qué cambios en las uñas pueden producirse?
Los cambios en las uñas pueden afectar a las uñas de las manos, de los pies o a ambas. Es posible que sólo experimentes cambios en una o dos de tus uñas, o que todas se vean afectadas. Puede notar síntomas como:
-
Uñas que se ven amoratadas o descoloridas.
-
Uñas más débiles que parecen delgadas o frágiles
-
Cambios en el grosor de las uñas
-
Manchas, hoyos, marcas, crestas o líneas inusuales
-
Cutículas secas o deshilachadas
-
Infecciones en las uñas
-
Dolor en los dedos de las manos, de los pies o en el lecho ungueal
-
La placa de la uña se levanta o se cae del lecho ungueal
-
Uñas encarnadas
Cómo puede prevenir y controlar los cambios en la piel y las uñas?
Puede ser tranquilizador saber que, para la mayoría de las personas, los problemas de la piel y las uñas empiezan a mejorar una vez que se ha interrumpido el tratamiento que los causa. Esto puede llevar algunas semanas o meses.
Mientras tanto, esto es lo que puede hacer para evitar que se produzcan estos cambios y para controlar los síntomas si comienzan.
Para la piel:
-
Asegúrate de llevar una dieta saludable y de beber entre ocho y diez vasos de agua al día.
-
Utiliza jabón y productos para la piel suaves y sin perfume. Pregunta a tu médico o enfermera qué te recomiendan.
-
Mantén tu piel hidratada. El mejor momento para untarte cremas o lociones es justo después de salir de la ducha y acariciar tu piel con una toalla.
-
No tomes baños o duchas calientes, que resecan tu piel. Intenta que sean cortos.
-
Utiliza crema solar y bálsamo labial con protección solar cuando estés al aire libre. Lleva ropa holgada que te cubra la piel y un sombrero para proteger la cabeza. Intenta mantenerte alejado de la luz solar directa tanto como puedas.
-
Intenta no rascarte. Puede ser tentador cuando te pica la piel, pero rascarse puede provocar llagas dolorosas e incluso una infección.
-
Utiliza una toallita fría o una bolsa de hielo para aliviar el picor de la piel.
-
Deja de afeitarte o hazlo con menos frecuencia si tu piel es sensible.
Para las uñas:
-
Utiliza crema hidratante, aceite de oliva o aceite vegetal en las cutículas. No las cortes ni tires de ellas.
-
Si te molestan las uñas de los pies, compra zapatos con más espacio en la puntera.
-
Mantén las uñas limpias y cortadas.
-
Ponte guantes cuando limpies, laves los platos o hagas el jardín.
-
Evita las manicuras y pedicuras y no utilices uñas artificiales.
-
Avisa a tu médico si se te desprenden las uñas. Manténgalas limpias y protegidas con un vendaje.
Puede llevar un registro de los síntomas de la piel y las uñas cuando empiece un nuevo tratamiento. Puede registrar cuánto tiempo ha tenido los síntomas, cómo son, cuán incómodos son y cuánto le molestan. Conocer estos detalles puede ser útil tanto para usted como para su médico.
Consulta a tu médico si los síntomas de la piel o las uñas son molestos o graves. Es posible que le recete un medicamento para tratar el efecto secundario, reducir la dosis del tratamiento o cambiar la frecuencia de las dosis.
Llame a su médico de inmediato si tiene síntomas de una reacción alérgica, como hinchazón, erupción cutánea grave o picazón, o una sensación de ardor cerca del lugar donde se insertó la vía.