Tendrá que enfrentarse a algunos cambios cuando se enfrente al cáncer de mama. Pero hay muchas cosas que puede hacer para facilitarlos. explica el médico.
Duerme mejor.
El cáncer a veces puede hacer que sea difícil dormir bien por la noche, así que céntrate en asegurarte de que descansas todo lo bien que puedas. Intenta no hacer siestas durante el día. Evite la cafeína, o sólo tome café por la mañana. Acuéstate y levántate a la misma hora todos los días. Prueba el yoga, el mindfulness y la terapia de masaje para ayudarte a relajarte. Eso debería ayudarte a dormir mejor por la noche.
Combate la fatiga con ejercicio.
Puede parecer extraño, pero el ejercicio puede darte más energía incluso cuando el cáncer o tu tratamiento te aniquilan. Cosas como caminar, hacer yoga, montar en bicicleta o nadar pueden hacerte sentir bien y mantenerte fuerte... Puede aliviar los efectos secundarios y mejorar tu estado de ánimo. También puede ayudarte a vivir más tiempo y a reducir la probabilidad de que la enfermedad vuelva a aparecer. El ejercicio ligero suele ser seguro durante todos los tratamientos contra el cáncer de mama, pero pregúntele a su médico si no está segura de empezar una actividad.
Merienda para controlar las náuseas.
Las náuseas son un efecto secundario común de la quimio o la radioterapia para algunas personas, aunque no les ocurre a todos. Puedes tenerlas justo después del tratamiento o hasta 3 días después. Para que te sientas bien, lo mejor es que comas una comida ligera o un tentempié antes de la sesión. Puede ser útil comer cinco o seis comidas pequeñas a lo largo del día en lugar de tres grandes. Incluso si no tienes hambre, come algo como una tostada blanca, un yogur natural o un caldo claro.
Por otro lado, algunas personas llevan mejor el tratamiento con el estómago vacío. Mira qué es lo que mejor te funciona a ti.
Aprovecha al máximo tu energía.
Puede que tengas días buenos en los que tengas mucha energía y otros días en los que estés agotado. Intenta hacer algo que te guste los días que te sientas bien. Descansa los días que tengas menos ánimo. Estos son los consejos que te ayudarán cuando tu energía sea escasa:
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Intenta escapar de tu fatiga. Escucha tu música favorita o lee un buen libro. Ve una película divertida o pasa tiempo con tus amigos.
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Sal a la calle. Da un paseo por el bosque o trabaja en el jardín. Observa los pájaros o siéntate junto a un lago. Pasar tiempo en la naturaleza puede aliviar la fatiga.
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Acepta la ayuda. No seas demasiado orgulloso para dejar que alguien te eche una mano en tareas como cocinar o hacer la compra. Así ahorrarás energía para cosas más importantes.
Lleva un diario.
Escribir tus pensamientos es una buena manera de ordenar todas las emociones que sientes en este momento. Escribir un diario puede ayudarte a dormir mejor y a aliviar la fatiga. También puede facilitar la adaptación a todos los cambios que estás viviendo. Intenta llevar un diario privado o incluso un blog en el que puedas poner al día a tus amigos y familiares en línea. Puedes llevar un diario artístico para hacer garabatos. O simplemente escribe una línea cada día. Intenta buscar las cosas o acontecimientos positivos que han ocurrido desde el diagnóstico de cáncer. ¿Has pasado más tiempo con alguien a quien quieres? ¿Ha tenido la oportunidad de probar algo nuevo? Mantén esas cosas buenas frescas en tu mente escribiendo sobre ellas.