Glioma óptico: Lo que hay que saber

El glioma óptico es un tumor cerebral que afecta principalmente a los niños. Conozca hoy las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento de esta enfermedad.

Cómo entender el glioma óptico

El glioma óptico también se conoce como glioma de la vía óptica. Los gliomas ópticos se originan en las células gliales del cerebro, que sirven de soporte y alimento a las neuronas del mismo. Crecen cerca del nervio óptico, el nervio que conecta el ojo con el cerebro.

Un glioma óptico puede presionar el ojo a medida que crece, haciendo que la visión sea borrosa y pudiendo provocar ceguera. Al crecer tan lentamente, los cambios en la visión pueden no ser evidentes al principio. Puede afectar a uno o a ambos ojos. La buena noticia es que, aunque son muy graves, los gliomas ópticos se curan fácilmente en la mayoría de los casos.

Estos tumores cerebrales son graves debido a la ubicación del sistema óptico. El nervio óptico se une al cerebro cerca del centro hormonal. A medida que el tumor crece, también puede afectar a sus funciones endocrinas, incluyendo la producción de hormonas adecuadas, el equilibrio de la sal y el agua en su cuerpo, la gestión del apetito y el sueño.

El cerebro tiene una barrera sanguínea que impide que las infecciones lleguen al cerebro. Esta barrera también mantiene los tumores contenidos en el cerebro la mayor parte del tiempo, por lo que no se extienden al resto del cuerpo. Sin embargo, en menos del 5% de los casos, un glioma óptico se desplaza más allá del cerebro y la columna vertebral y afecta a otras partes del cuerpo.

Síntomas del glioma óptico

Los tumores cerebrales como el glioma óptico pueden causar una serie de síntomas dependiendo de las zonas del cerebro a las que afecten. En el caso de un glioma óptico, los problemas de visión pueden atribuirse a otras condiciones o problemas de salud. Aparte de los problemas de visión, los síntomas más comunes son:

  • El globo ocular sobresale más de lo debido de la cuenca

  • Problemas hormonales como crecimiento anormal, aumento o pérdida de peso sin explicación o pubertad precoz?

  • Mal funcionamiento endocrino como la necesidad de orinar más a menudo de lo normal

Si su hijo está diagnosticado de neurofibromatosis 1 (NF1), es más probable que sufra un glioma de la vía óptica. Este tipo de tumor afecta a alrededor del 15% de los niños con la enfermedad. Sin embargo, la mayoría de las veces, este tipo de glioma óptico deja de crecer y se disipa por sí solo en algún momento sin necesidad de intervención.

Diagnóstico del glioma óptico

Cuando el médico diagnostica un glioma óptico, también le da un grado en función de la gravedad. Los gliomas ópticos de bajo grado se clasifican en uno o dos de gravedad. Representan dos tercios de todos los gliomas ópticos infantiles. Los tumores más graves se clasifican como tres o cuatro. Estos grados se otorgan tras examinar una muestra de tejido del tumor al microscopio.

Su médico puede utilizar tanto pruebas de visión como de imagen para buscar la presencia de un glioma óptico. Estas pruebas incluyen:

  • Un examen físico completo para evaluar la salud general

  • Una tomografía computarizada para obtener imágenes detalladas de su cerebro y sus nervios ópticos

  • Pruebas de visión para evaluar la vista?

  • Una resonancia magnética es similar a un TAC, aunque utiliza una combinación de imanes y radiofrecuencias para producir imágenes?

Varios expertos médicos pueden participar en diferentes etapas de las pruebas. Una vez que cada uno de ellos produce resultados, comparan notas, llegan a una conclusión y luego comparten con usted sus resultados exhaustivos. Si tiene un glioma óptico, el siguiente paso es elegir la mejor opción de tratamiento en función de su estado de salud general y de la gravedad de la enfermedad.

Tratamiento del glioma óptico

Los factores que influyen en las opciones de tratamiento son:

  • La edad, la salud general y el historial médico

  • El tipo de tumor, su localización y su tamaño

  • Progresión de la enfermedad

  • Tolerancia a los medicamentos, procedimientos o terapias, ¿especialmente importante para los niños?

  • La rapidez con la que se espera que progrese la enfermedad

Los gliomas ópticos suelen tratarse con quimioterapia para reducir el tamaño del tumor y mejorar su visión. Si el tumor llega a la parte del cerebro que favorece la función endocrina, es posible que necesite una terapia de sustitución hormonal para corregir los síntomas adicionales.

La cirugía es posible, pero no es habitual para este tipo de tumor cerebral, a menos que el glioma óptico afecte gravemente a la visión o cause dolor. Si su médico recomienda la cirugía, le remitirá a un neurocirujano que le ayudará a decidir cuál es la mejor opción.

Si el tumor cerebral no responde a la quimioterapia, la radiación es otra opción. Este tipo de terapia proyecta rayos de alta energía desde una máquina especial y reduce el tamaño del tumor al matar las células cancerosas.

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