Conoce los fundamentos de la miastenia gravis de la mano de los expertos del doctor.
La miastenia gravis es una enfermedad crónica que hace que los músculos se cansen y se debiliten con facilidad. Por ejemplo, si tiene miastenia gravis, puede notar que durante una comida, los músculos de la mandíbula se cansan y se debilitan, interfiriendo con su capacidad para masticar los alimentos. Después de haber descansado un rato, los músculos pueden volver a fortalecerse, permitiéndole reanudar la comida.
Esta debilidad creciente de los músculos, que empeora con el uso y mejora con el descanso, es una característica de esta enfermedad. Suele haber periodos en los que se notan más síntomas (llamados exacerbación), intercalados con periodos en los que los síntomas disminuyen o desaparecen (remisión).
La miastenia gravis que afecta a múltiples grupos musculares de todo el cuerpo se denomina miastenia gravis generalizada. Otros grupos musculares comunes que se ven afectados pueden dificultar la masticación, la deglución, la sonrisa, el encogimiento de hombros, el levantamiento del brazo, el agarre, el ponerse de pie o subir escaleras. Cuando se ven afectados los músculos necesarios para respirar, se dice que el paciente está en crisis miasténica. Se trata de una situación que pone en peligro la vida.
Aunque cualquier persona puede padecer miastenia gravis, los más propensos son las mujeres de entre 20 y 40 años o los hombres de entre 50 y 70 años. Si una mujer con miastenia gravis da a luz, el bebé puede tener cierta debilidad muscular temporal, y potencialmente mortal (miastenia neonatal), debido a los anticuerpos que se han transferido desde el torrente sanguíneo de la madre. Normalmente, durante las primeras semanas de vida del bebé, los anticuerpos se eliminan de la circulación del bebé y éste desarrolla un tono muscular y una fuerza normales.
Síntomas de la miastenia grave
La enfermedad afecta con mayor frecuencia a los músculos que controlan el movimiento de los ojos y los párpados, por lo que los primeros síntomas que se notan pueden ser la caída de los párpados y/o la visión borrosa o duplicada. La mayoría pasará a tener debilidad en otros grupos musculares en 1 o 2 años.
Los síntomas generales de la miastenia gravis son:
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Debilidad en los músculos de los ojos
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Párpados caídos
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Visión doble
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Visión borrosa
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Cambio en su expresión facial
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Problemas para tragar
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Dificultad para respirar
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Problemas para hablar
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Problemas para caminar y levantar cosas
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Problemas para sostener la cabeza
Si los músculos que utilizas para respirar se debilitan tanto que no puedes controlarlos, se llama crisis miasténica. Se trata de una emergencia médica que requiere un ventilador para ayudarte a respirar. Entre el 15% y el 20% de las personas con miastenia gravis tienen al menos una crisis miasténica. Pueden estar causadas por una infección, el estrés, una intervención quirúrgica o una reacción a la medicación.
Causas de la miastenia grave
En condiciones normales, los nervios dirigen el trabajo de los músculos enviando un mensaje a través de una zona llamada receptor. La sustancia química que transmite el mensaje se llama acetilcolina. Cuando la acetilcolina se une a un receptor nervioso, el músculo sabe que debe contraerse. En la miastenia gravis, el cuerpo ataca a sus receptores de acetilcolina.
La miastenia gravis se considera un trastorno autoinmune. En una enfermedad autoinmune, algunos de los anticuerpos del organismo (proteínas especiales del cuerpo que se supone que están programadas para luchar contra invasores extraños como bacterias, virus u hongos) confunden una parte del propio cuerpo como extraña, lo que provoca su destrucción. En el caso de la miastenia gravis, los anticuerpos bloquean, atacan o destruyen los receptores de acetilcolina necesarios para la contracción muscular.
Nadie sabe exactamente qué es lo que hace que el cuerpo empiece a producir los anticuerpos que destruyen los receptores de acetilcolina. En algunos casos, el proceso parece estar relacionado con la glándula del timo, que ayuda a producir anticuerpos.
Aproximadamente el 15% de todos los pacientes con miastenia gravis tienen un timoma, un tumor del timo. Aunque la mayoría de los timomas son benignos (no cancerosos), el timo suele extirparse (timectomía) para evitar la posible propagación del cáncer. De hecho, la timectomía parece mejorar los síntomas de la miastenia gravis en algunos pacientes, aunque no haya ningún tumor.
Diagnóstico de la miastenia grave
Para ver si tiene miastenia gravis, su médico comenzará con un examen neurológico. Esto incluye una prueba de su:
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Reflejos
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Fuerza muscular
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Tono muscular
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Tacto
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Vista
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Coordinación
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Equilibrio
A continuación, se le realizarán pruebas para ayudar a observar más de cerca los síntomas de la miastenia gravis. Estos incluyen:
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Prueba del edrofonio. El médico te inyecta una sustancia química llamada cloruro de edrofonio para ver si mejora tu fuerza muscular. Si lo hace, es un signo de que podrías tener miastenia gravis.
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Prueba de la bolsa de hielo. Si tiene un párpado caído, su médico puede ponerle una bolsa de hielo durante 2 minutos para ver si la baja temperatura tiene algún efecto sobre él.
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Análisis de sangre. Su médico le extraerá un poco de sangre y la enviará al laboratorio para comprobar la presencia de ciertos anticuerpos que afectan a los receptores nerviosos del músculo.
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Estimulación nerviosa repetitiva. Esta prueba utiliza electrodos en los músculos para enviar pequeños impulsos eléctricos y ver si los nervios reaccionan a las señales.
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Electromiografía de una sola fibra (EMG). El médico coloca un electrodo de hilo fino a través de la piel y en un músculo. Puede comprobar la actividad eléctrica entre tu cerebro y tus músculos.
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Imágenes. Su médico puede sugerir una tomografía computarizada o una resonancia magnética para buscar más de cerca un tumor en el timo que podría estar causando síntomas.
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Pruebas de funcionamiento pulmonar. El médico examina su respiración para ver si sus pulmones están afectados por la miastenia gravis.
Tratamiento de la miastenia grave y remedios caseros
Su tratamiento dependerá de su edad, de la gravedad de sus síntomas y de la rapidez con que progrese la enfermedad. Es posible que necesite uno o varios tratamientos juntos. Su médico puede recomendarle un medicamento como:
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Inhibidores de la colinesterasa. Estos medicamentos potencian la comunicación entre los nervios y los músculos. Pueden ayudar a fortalecer los músculos.
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Corticosteroides. Los corticosteroides, como la prednisona, silencian tu sistema inmunitario y frenan la liberación de anticuerpos que podrían estar ayudando a bloquear tus receptores nerviosos.
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Inmunosupresores. El médico puede añadir inmunosupresores a los corticosteroides para ayudar a reducir la respuesta del sistema inmunitario.
Si se trata de un empeoramiento repentino de los síntomas o se va a someter pronto a una intervención quirúrgica o a otras terapias, su médico puede recomendarle una terapia intravenosa. Las opciones para esto incluyen:
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Plasmaféresis. Este procedimiento es como la diálisis, porque filtra su sangre. Su sangre pasa por una máquina que elimina ciertos anticuerpos. Normalmente, sólo puedes recibir este tratamiento durante unas semanas antes de que los efectos empiecen a desaparecer.
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Inmunoglobulina intravenosa (IVIg). Esta terapia inyecta nuevos anticuerpos en su torrente sanguíneo. Estos anticuerpos alteran la respuesta de su sistema inmunológico para ayudar a los síntomas. Los resultados suelen durar entre 3 y 6 semanas.
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Anticuerpos monoclonales. Es probable que su médico le recomiende esta opción sólo si otros tratamientos no han funcionado. Pueden tener efectos secundarios graves.
Si su miastenia gravis se debe a un tumor en su glándula del timo, puede necesitar una cirugía para extirpar toda la glándula (timectomía). Incluso si no tiene un tumor, la extirpación del timo puede ayudar a aliviar los síntomas. La timectomía puede tardar años en aportar beneficios.
Es posible que tenga que someterse a una operación abierta para extirpar el timo. Un cirujano abre el esternón para llegar al timo y extraerlo.
Otra opción que puede funcionar es la cirugía mínimamente invasiva. Hay dos opciones:
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Timectomía asistida por vídeo. Los cirujanos hacen pequeños cortes en el cuello o el pecho y utilizan una cámara larga y delgada llamada endoscopio junto con instrumentos para extraer el timo.
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Timectomía asistida por robot. Los cirujanos realizan los mismos pequeños cortes que en la timectomía asistida por vídeo y luego utilizan un robot con una cámara y brazos mecánicos para extraer el timo.
Además de los tratamientos médicos, puede realizar cambios en su estilo de vida para ayudar a controlar los síntomas de la miastenia gravis, entre ellos:
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Ahorre energía al comer. Si le cuesta masticar, coma en los momentos en que tenga más fuerzas. Puede que te resulte más fácil hacer varias comidas pequeñas al día en lugar de otras más largas y de menor frecuencia. Limítate a los alimentos blandos y haz descansos entre bocado y bocado.
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Instala ayudas de seguridad. Coloca pasamanos en cualquier lugar en el que puedas necesitar un asidero útil, como junto al inodoro o cerca de las mesas. Elimine cualquier riesgo de tropiezo, como alfombras o desorden en el suelo.
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Deja que las máquinas hagan el trabajo. Pásate al cepillo de dientes y al abrelatas eléctricos, o a cualquier otro aparato que te ahorre fuerza.
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Usa un parche en el ojo. Puede ayudar con la visión doble. Utiliza uno cuando veas la televisión o leas, y cambia de ojos de vez en cuando.
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Planifica con antelación. Sé inteligente con tus fuerzas. Haz las tareas o recados cuando te sientas mejor durante el día.