Parálisis cerebral atetoide: Causas, síntomas y tratamiento

Aprenda qué es la atetosis y cómo afecta al movimiento. Descubra sus causas, síntomas, posibles complicaciones y las opciones de tratamiento disponibles.

Otra definición de atetosis la describe como movimientos lentos, continuos y retorcidos de las manos, las piernas y el tronco. El significado literal de la palabra es sin posición o lugar.

Se trata de una disfunción asociada al movimiento, que puede dificultar el mantenimiento de una postura estable. La atetosis puede producirse continuamente y sólo empeora cuando se intenta controlar el movimiento. Por ejemplo, si teclea en un ordenador y está afectado por la enfermedad, puede ser difícil controlar dónde caen los dedos. También puede resultar difícil determinar el tiempo que los dedos permanecen en el teclado.

¿Qué causa la atetosis?

La causa más común de la atetosis es una lesión en los ganglios basales, que es la parte del cerebro responsable del control motor. También influye en las funciones ejecutivas, las emociones, los comportamientos y el aprendizaje motor. En los niños, la lesión suele producirse durante o en algún momento después del nacimiento y es una de las causas de muchas formas de parálisis cerebral.

La atetosis puede darse en adultos que sufren un accidente cerebrovascular o una neuropatía periférica grave.?

Enfermedades de los ganglios basales. Las enfermedades o daños en la parte de los ganglios basales del cerebro pueden crear síntomas de atetosis. El cerebro pierde su capacidad para suavizar los movimientos musculares o coordinar los cambios de postura. Cuando los impulsos nerviosos carecen de un control adecuado, provocan movimientos musculares descoordinados, una postura anormal y un aumento anormal del tono. Algunas enfermedades que afectan a esta parte del cerebro son la enfermedad de Huntington y la enfermedad de Wilsons. La de Huntington es hereditaria y hace que las células nerviosas del cerebro se descompongan con el tiempo. La enfermedad de Wilsons es un raro trastorno genético que provoca una intoxicación por cobre en el organismo.

Problemas de nacimiento. Si un bebé no recibe suficiente suministro de aire durante el parto, corre un mayor riesgo de desarrollar atetosis. La falta de oxígeno provoca daños cerebrales y aumenta los niveles de dopamina en el cerebro, afectando a los ganglios basales.

Ictericia. Si el bebé nace con altos niveles de bilirrubina, puede sufrir daños en los ganglios basales. El tratamiento ayuda a reducir la cantidad de este compuesto. Sin embargo, la barrera hematoencefálica que protege al organismo de las toxinas no se desarrolla correctamente. La bilirrubina puede seguir llegando al cerebro y causar daños.

Toxicidad por fármacos. Los fármacos que aumentan los niveles de dopamina en el cerebro pueden causar daños en los ganglios basales. Esto provocará síntomas de atetosis.

Parálisis cerebral. La parálisis cerebral, o PC, se produce debido a un desarrollo anormal o a daños en el cerebro. El resultado es que el niño es incapaz de controlar los movimientos musculares. La PC que se produce por daños en los ganglios basales se conoce como parálisis cerebral atetósica. También puede deberse a niveles elevados de bilirrubina y a asfixia o falta de oxígeno por una respiración anormal.

Apoplejía. Los movimientos involuntarios también pueden ser consecuencia de un ictus, especialmente en los adultos. Los daños en el cerebro provocan un problema en el movimiento de las neuronas. Los resultados son síntomas de atetosis y otros trastornos asociados a los movimientos.

Síntomas de la atetosis

Los signos y síntomas de la atetosis dependen de la extensión del daño y de la localización de los problemas de movimiento. Los síntomas se desarrollan a partir de problemas de tono muscular alto y bajo, que pueden cambiar constantemente. El tono muscular alto puede provocar movimientos espasmódicos y rigidez. Por otro lado, un tono muscular bajo provoca flojedad muscular y crea problemas en posturas como la de sentarse.

Los síntomas más comunes de la atetosis son:

  • Movimientos musculares lentos, retorcidos e involuntarios.

  • Temblores

  • Mala postura al estar sentado o de pie

  • Inestabilidad

  • Movimientos bruscos y cambios en los movimientos musculares

  • Torsión del torso

  • Muecas de dolor

  • Síntomas que empeoran con los intentos de mejorar la postura o el movimiento controlado

Cómo diagnosticar y tratar la atetosis

La atetosis suele ser el resultado de una sobreactividad en los ganglios basales. En la mayoría de los casos, el exceso de dopamina impide que esta parte del cerebro funcione como debería. El diagnóstico depende de los síntomas y de la observación del médico. La atetosis suele ser un síntoma de un trastorno subyacente y no un trastorno en sí mismo.

Para un diagnóstico adecuado, el médico:

  • Recogerá su historial médico completo

  • Realizar un examen físico

  • Realizar análisis de sangre

  • Someterle a pruebas de imagen cerebral

  • Realizar pruebas de función motora gruesa?

Cada uno de estos enfoques ayudará a determinar la gravedad de los síntomas y a descartar las posibles causas. Puede llevar tiempo llegar a un diagnóstico, ya que no existen pruebas definitivas para todas las posibles causas de la enfermedad.

El tratamiento consiste en tratar la causa subyacente de la atetosis. Tratar la causa de los movimientos musculares irregulares puede reducir o eliminar los síntomas. A veces, los tratamientos pueden incluir:

  • Terapia ocupacional para ayudar a los músculos a recuperar cierto control

  • Medicamento antidopaminérgico para suprimir los efectos de la dopamina en el cerebro

  • Inyecciones de bótox para limitar temporalmente los movimientos involuntarios

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