Causas, síntomas y tratamiento de la arreflexia

Conozca lo que ocurre cuando una lesión nerviosa hace que sus reflejos automáticos dejen de funcionar.

La arreflexia es uno de los síntomas de los problemas nerviosos. También puede tener otros problemas musculares junto con la pérdida de reflejos involuntarios. Si tiene debilidad muscular o pierde masa muscular, su médico puede examinar sus reflejos y descubrir la arreflexia.

Si la tienes, tu médico determinará el grado de daño nervioso que tienes y te explicará qué tratamientos podrían ayudarte.

¿Qué es la arreflexia?

La arreflexia significa la ausencia de reflejos tendinosos profundos. Los tendones son las cuerdas tensas de tejido que conectan los músculos con los huesos. Normalmente, cuando se golpea un tendón, el músculo se contrae y se mueve involuntariamente. Probablemente haya visto esto en una revisión, cuando el médico le da un golpecito en un lado de la rodilla y su pierna salta automáticamente. Otros tendones provocan respuestas similares en distintas partes del cuerpo, como el brazo, el codo, el tobillo y el vientre.

Si el médico da un golpecito en un tendón y no se produce un movimiento reflejo en el músculo, es señal de un problema de salud. Por lo general, la ausencia de reflejos se debe a un problema con los nervios del tendón y el músculo. Puede tener otros síntomas musculares junto con la arreflexia, como debilidad, contracciones o atrofia.

¿Qué causa la arreflexia?

Por lo general, es un síntoma de neuropatía periférica, es decir, un daño en un nervio del sistema nervioso periférico. Este sistema incluye los nervios fuera del cerebro y la columna vertebral.

Si tiene una neuropatía, puede notar otros síntomas, así como cambios en sus reflejos, como:

  • Entumecimiento, pinchazos u hormigueo en las manos o los pies

  • Falta de coordinación o caídas

  • Debilidad muscular

  • Pérdida de sensibilidad al tacto en los dedos de las manos o de los pies.

  • Dolor inexplicable

  • Parálisis o parálisis parcial

Las lesiones nerviosas pueden tener muchas causas, como enfermedades y lesiones. Algunas de las razones de la arreflexia son:

Diabetes. Un nivel alto de azúcar en la sangre puede dañar los nervios, especialmente en las piernas y los pies. Esto también puede provocar la lentitud o ausencia de reflejos. Controlar el aumento de la sangre puede reducir las posibilidades de sufrir más daños en los nervios.

Trastornos autoinmunes. Algunos como el lupus, la artritis reumatoide y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) pueden dañar los nervios.

Enfermedades de los órganos. Las enfermedades que afectan a los órganos internos pueden causar problemas nerviosos con el tiempo. Las enfermedades renales, las enfermedades hepáticas, los trastornos del tejido conectivo y una tiroides poco activa pueden provocar una neuropatía.

Infecciones. Algunas infecciones víricas o bacterianas pueden provocar una neuropatía que afecte a los reflejos. La enfermedad de Lyme, el herpes zóster, el virus de Epstein-Barr, las hepatitis B y C y el VIH se han relacionado con la neuropatía.

Medicamentos. A veces, los medicamentos recetados para enfermedades graves tienen efectos secundarios perjudiciales, entre ellos el daño a los nervios. Algunos tipos de quimioterapia para el cáncer incluyen la neuropatía como posible efecto secundario.

Tumores. Cualquier tipo de tumor, sea canceroso o no, puede afectar a los nervios que lo rodean. La presión del tumor puede presionar el nervio y causar daños.

Hable con su médico si tiene algún síntoma de neuropatía. Si resulta que tienes daños en los nervios, pueden averiguar la causa. Y cuanto antes lo hagan, mayores serán sus posibilidades de tratar con éxito la afección.

Tratamiento de la arreflexia

El tratamiento de la arreflexia y la neuropatía depende de la causa del daño nervioso. A veces está relacionado con una enfermedad tratable. En ese caso, es posible que pueda mejorar sus síntomas si recibe ayuda para el problema subyacente.

En otros casos, el daño puede ser permanente. Sin embargo, su médico puede ayudarle a controlar los síntomas. Los medicamentos pueden ayudar a aliviar el dolor. La fisioterapia puede ayudarle a fortalecer los músculos afectados por los nervios dañados.

Cómo prevenir la neuropatía y la arreflexia

Algunas causas de la neuropatía están fuera de su control. Las lesiones, los tumores y los trastornos autoinmunes pueden afectar a cualquiera. Algunos tipos de neuropatía están ligados a opciones de estilo de vida que conducen a condiciones como la enfermedad hepática o la diabetes tipo 2. Seguir una dieta sana y hacer ejercicio con regularidad puede reducir el riesgo de sufrir problemas de salud que puedan dañar los nervios.

Si tienes algún signo de neuropatía o arreflexia, acude a tu médico. Él averiguará lo que ocurre y le mostrará cómo controlar los síntomas.

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