Trastornos de la marcha: Tipos, causas y tratamiento

Aprenda más sobre las causas de los trastornos de la marcha y cómo tratarlos.

Los trastornos de la marcha pueden ser un síntoma de una enfermedad subyacente. Suelen ser más comunes entre los adultos mayores. Tener un trastorno de la marcha puede afectar a su calidad de vida y ponerle en mayor riesgo de caerse y lesionarse?

Tipos comunes de trastornos de la marcha

Los médicos pueden observar cómo te mueves y averiguar qué tipo de trastorno de la marcha presentas. La forma en que se mueve tu cuerpo les dará pistas sobre la causa subyacente de tus problemas de marcha. Esto puede ayudarles a diagnosticar el problema y a planificar los tratamientos.

Cada tipo de trastorno de la marcha presenta variaciones y no hay dos personas que tengan exactamente los mismos síntomas. Los médicos se fijarán en las características generales de tu forma de moverte cuando evalúen tu marcha. Algunos de los trastornos de la marcha más comunes son los siguientes

Marcha hemipléjica. La marcha hemipléjica es un trastorno que afecta a un lado del cuerpo. Uno de los brazos permanecerá a un lado y no se moverá mientras camina. Arrastrará la pierna del mismo lado en un semicírculo para llevarla hacia delante. La marcha hemipléjica suele ser el resultado de un accidente cerebrovascular.

Marcha diplejica? Este trastorno de la marcha afecta a ambos lados del cuerpo. Sus caderas y rodillas pueden estar dobladas y sus tobillos girados hacia dentro. Tus pasos tendrán un efecto de balanceo al moverte. La marcha diplejica puede ser consecuencia de una parálisis cerebral, un accidente cerebrovascular o un traumatismo craneal.

Marcha neuropática. La marcha neuropática se conoce a veces como pie caído. Uno de los pies se cae cuando la pierna se levanta, por lo que hay que subir la rodilla lo suficiente para evitar que los dedos se arrastren por el suelo al caminar. La marcha neuropática puede ser un síntoma de esclerosis múltiple (EM), esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o neuropatía periférica.

Marcha miopática. A veces denominada marcha de pato, la marcha miopática se caracteriza por un movimiento de lado a lado al caminar. Suele deberse a una debilidad en la zona pélvica. La marcha miopática puede deberse a problemas de cadera presentes desde el nacimiento. Puede ser un síntoma de distrofia muscular, de otra enfermedad muscular o de debilidad muscular de la columna vertebral.

Marcha atáxica. La marcha atáxica es conocida por un movimiento de tambaleo al caminar. Es posible que se tambalee de un lado a otro y sea incapaz de caminar en línea recta. También puede verse afectado el equilibrio al estar de pie, y puede balancearse cuando no está caminando.

La marcha atáxica puede ser un síntoma de intoxicación por alcohol y mejorará una vez que esté sobrio. Algunos medicamentos también pueden provocar una marcha atáxica. En los casos más graves, la marcha atáxica puede ser un signo de lesión cerebral.

Marcha parkinsoniana. Con una marcha parkinsoniana, puedes estar encorvado hacia delante, con la espalda y el cuello doblados. Puede dar pasos pequeños en lugar de pasos más largos. La marcha parkinsoniana suele ser un síntoma de la enfermedad de Parkinson.

Otras causas de los trastornos de la marcha

Hay razones adicionales por las que puede tener dificultad para caminar. El dolor crónico debido a afecciones como la artritis o a lesiones anteriores puede afectar a su forma de caminar. El dolor o la debilidad en los pies también pueden ser una consideración. Puede tener problemas de equilibrio por un problema en el oído interno que afecte al movimiento.

Las afecciones médicas como las enfermedades cardíacas, las dificultades respiratorias y la obesidad también pueden afectar a tu movilidad y a tu forma de moverte.

Tratamiento de los trastornos de la marcha

Si tiene dificultades para caminar, debe hablar con un médico. Es posible que tenga que acudir a un especialista, como un neurólogo, un ortopedista o un podólogo, para determinar la causa de su trastorno de la marcha. El diagnóstico puede incluir exámenes físicos, análisis de sangre y pruebas de imagen como radiografías o resonancias magnéticas.

Una vez que el médico sepa por qué tiene problemas de marcha, podrá elaborar un plan para tratar la afección. Algunos problemas de la marcha mejoran con medicación o cirugía. Si la marcha se ve afectada por un medicamento que está tomando, usted y su médico pueden decidir si debe cambiar la prescripción.

En otros casos, puede beneficiarse de la fisioterapia y el ejercicio para mejorar su fuerza general. Las ayudas a la movilidad, como un bastón o un andador, pueden ser útiles para ti. Es posible que necesite un calzado especial o plantillas ortopédicas para mejorar su forma de andar.

Si tiene un trastorno de la marcha, su médico puede ayudarle a minimizar los efectos y devolverle la mayor movilidad posible.

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