Complicaciones de la porfiria hepática aguda

La porfiria hepática aguda puede tener complicaciones tanto a corto como a largo plazo. Obtenga más información sobre lo que puede esperar.

Síntomas crónicos

Dolor. El que aparece después de un ataque grave suele desaparecer. Pero algunas personas tienen daños en los nervios que pueden causar un dolor duradero. Si el tuyo no mejora, díselo a tu médico. Puede que le remita a un especialista en nervios llamado neurólogo. También puede acudir a un especialista en control del dolor.

Parálisis persistente. Su médico puede llamar a esto paresia residual. La parálisis que tiene durante un ataque agudo suele desaparecer con el tratamiento. Pero para algunas personas puede ser permanente. Si la suya lo es, además del tratamiento médico, su médico le recomendará varios tipos de rehabilitación. Estos pueden incluir:

  • Terapia física (calor, masaje y ejercicio, por ejemplo)

  • Terapia ocupacional, para aprender formas de hacer las tareas cotidianas

  • Cosas para ayudarte a moverte mejor, como sillas de ruedas, scooters, aparatos ortopédicos, andadores y bastones

  • Tecnología útil como ordenadores especiales, iluminación, teléfonos y controles que podrían ayudarle a conducir un coche.

Si tiene síntomas graves, un trasplante de hígado podría ser una opción. Su médico le hará saber si es lo más adecuado para usted.

Seguimiento de las complicaciones

Las visitas regulares a su médico (al menos una vez al año) pueden ayudar a mantener alejadas muchas de estas complicaciones crónicas. Durante sus visitas, es posible que le hagan pruebas para detectar las más graves. El tratamiento precoz es crucial para ayudarle a cuidar de su enfermedad lo mejor posible.

Presión arterial alta y daño renal. Es probable que su médico le controle la tensión arterial con regularidad. También le hará análisis de sangre para comprobar el funcionamiento de sus riñones. Si los necesita, se empezarán a administrar medicamentos para tratar la presión arterial alta y proteger los riñones.

Cáncer de hígado. Para comprobar si hay signos de cáncer de hígado, su médico puede pedirle que se haga una ecografía cada año una vez que cumpla los 50 años. Si no tiene daños en el hígado, puede hacerse la prueba anualmente a partir de los 60 años.

Niveles anormales de hierro. Es probable que sus médicos comprueben regularmente la cantidad de hierro en su sangre. Si tiene demasiado, su médico puede extraer una pequeña cantidad de sangre de su sistema, un procedimiento llamado flebotomía. De este modo, su organismo tendrá menos glóbulos rojos ricos en hierro, lo que reducirá sus niveles.

Pronóstico

Algunas personas con AHP tienen ataques severos que pueden llevar a complicaciones a largo plazo. Otras tienen pocos síntomas. Y otras tienen unos que pueden ser bien controlados con medidas preventivas y un tratamiento rápido. En general, el pronóstico para muchas personas con AHP es bueno.

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