Descubra lo que necesita saber sobre el síndrome de Miller Fisher y aprenda cómo se diagnostica y se trata.
El síndrome de Guillain-Barr afecta a una de cada 100.000 personas. En EE.UU., se calcula que entre 3.000 y 6.000 personas desarrollan el síndrome de Guillain-Barr cada año.
El síndrome de Miller Fisher es una variante del síndrome de Guillain-Barr. Es más raro que el síndrome de Guillain-Barr. En los países occidentales, representa entre el 1% y el 5% de todos los casos de síndrome de Guillain-Barr. La proporción es mayor en algunos países de Asia oriental. Hasta el 19% de los casos de SGB en Taiwán y hasta el 25% de los casos en Japón son casos de síndrome de Miller Fisher.
Cuáles son las causas del síndrome de Miller Fisher?
Tanto el síndrome de Miller Fisher como el de Guillain-Barr se desarrollan en respuesta a una enfermedad. La enfermedad hace que los anticuerpos ataquen a los nervios... Los expertos no están seguros de por qué ocurre esto.
El síndrome de Miller Fisher suele aparecer unos días o hasta 4 semanas después de una enfermedad, especialmente una enfermedad diarreica o una infección respiratoria.
El Campylobacter jejuni es una especie común de bacteria que desencadena el síndrome de Miller Fisher y el síndrome de Guillain-Barr. Esta bacteria puede provocar diarrea y dolor abdominal. Los virus que desencadenan ambas enfermedades son:
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Zika
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Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
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Epstein-Barr (mononucleosis)
Cuáles son los síntomas del síndrome de Miller Fisher?
Las personas suelen buscar ayuda médica porque su visión disminuye rápidamente durante días. También pueden tener dificultades para caminar.
Los tres síntomas principales del síndrome de Miller Fisher son:
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Debilidad de los músculos del ojo, que provoca visión doble y dificultad para controlar los movimientos oculares (oftalmoplejia)...
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Problemas de coordinación de las extremidades (ataxia)
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Pérdida de reflejos en los tendones (arreflexia)
Algunas personas también pueden tener:
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Pupilas dilatadas o agrandadas.
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debilidad en sus músculos faciales
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una disminución del reflejo nauseoso
Si tiene estos síntomas y además desarrolla debilidad en los músculos de la respiración y en las extremidades, es posible que tenga el síndrome de solapamiento SGB-SM. El principal síntoma del síndrome de Guillain-Barr es la debilidad que comienza en las piernas y se extiende a los brazos y al cuerpo. En algunas personas, esta debilidad se extiende a la cara, la garganta y los músculos respiratorios.
Cómo se diagnostica el síndrome de Miller Fisher?
Puede ser difícil diagnosticar este síndrome porque es similar a varias otras enfermedades neurológicas como:
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Meningitis basal
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Botulismo
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Difteria
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Accidente cerebrovascular
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Encefalitis del tronco cerebral
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¿Miastenia gravis?
No existe una prueba diagnóstica específica para el síndrome de Miller Fisher. Su médico le hará un examen físico y elaborará su historial médico. Es posible que le hagan una punción lumbar. Muchas personas con el síndrome de Miller Fisher tienen un recuento elevado de proteínas en el líquido cefalorraquídeo.
También es posible que tengan que hacer un análisis de sangre para comprobar si hay anticuerpos anti-GQ1b. Este anticuerpo se encuentra en aproximadamente el 95% de las personas con síndrome de Miller Fisher.
Su médico también puede realizar un estudio de conducción nerviosa y una electromiografía (EMG). Estas pruebas utilizan pequeñas descargas eléctricas para comprobar la actividad de sus músculos y nervios sensoriales. Si tiene el síndrome de Miller Fisher, las pruebas pueden mostrar anomalías en los nervios sensoriales.
Se puede realizar una resonancia magnética (RM) del cerebro para descartar una encefalitis del tronco cerebral y el síndrome de Guillain-Barr. En el síndrome de Miller Fisher, la resonancia magnética suele ser normal, pero puede haber anomalías para las otras enfermedades.
Cuál es el tratamiento del síndrome de Miller Fisher?
No hay cura para el síndrome de Miller Fisher. Pero el tratamiento puede ayudar a que sus síntomas mejoren más rápidamente.
Las personas con síndrome de Miller Fisher suelen ser tratadas en el hospital. Esto permitirá a los médicos descartar el síndrome de Guillain-Barr, que puede ser mortal.
Dado que el síndrome de Miller Fisher está relacionado con el síndrome de Guillain-Barr, se suelen administrar tratamientos para el síndrome de Guillain-Barr. Estos tratamientos pueden incluir el intercambio de plasma (plasmaféresis) y la inmunoglobulina intravenosa (IVIg).
La inmunoglobulina intravenosa suele ser el primer tratamiento que se administra porque está más disponible y es más conveniente que la plasmaféresis.
La inmunoglobulina intravenosa suele administrarse durante 5 días. Estas infusiones contienen anticuerpos que se encuentran en la sangre. Proceden del plasma que se ha reunido de miles de personas sanas y luego se ha purificado.
En la plasmaféresis, un fino tubo de plástico conecta su vena con una máquina. Su sangre pasa por el tubo y llega a la máquina.
La máquina extrae el plasma de su sangre y lo sustituye por plasma de sustitución. Este plasma sustitutivo y sus propias células sanguíneas se devuelven a su cuerpo.
En el caso del síndrome de Miller Fisher, necesitará unas cinco rondas de plasmaféresis durante unas dos semanas.
Si sus músculos están muy debilitados por la enfermedad, puede necesitar fisioterapia durante una o dos semanas. El objetivo de la rehabilitación es fortalecer los músculos y recuperar la función lo más cerca posible de lo normal.
Por término medio, la recuperación de esta enfermedad durará entre 8 y 12 semanas. La mayoría de las personas se recuperan completamente en 6 meses. Menos del 3% tienen una recidiva.