El médico le ayuda a aprender a gestionar el estrés de forma saludable sin recurrir a la comida.
Pero puedes aprender a controlar el estrés sin recurrir a la comida. Primero debes conocer la relación entre el estrés y los atracones.
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El estrés puede causar tanto el trastorno por atracón como el deseo de comer en exceso. Es común que alguien con el trastorno utilice la comida para lidiar con la tensión y otras emociones que quiere apagar - incluyendo la ira, la tristeza y el aburrimiento.
Esto puede llevar a un ciclo de atracones que va así:
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Cuando estás estresado, comes mucho.
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Después de comer en exceso, te sientes mal o preocupado por el aumento de peso, lo que hace que te estreses más.
Las cosas estresantes que pueden hacer que comas en exceso incluyen:
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Un cambio de vida importante, como una mudanza
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Ser víctima de acoso escolar
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Perder a un ser querido
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Problemas de dinero
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Problemas en su familia
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Problemas en el trabajo
Alrededor de 1 de cada 4 personas que se da un atracón tiene otra condición de salud mental llamada trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Cómo el estrés te hace comer
Por qué un mal día en la oficina o una fea ruptura hacen que quieras lanzarte de cabeza a una caja de galletas o a una bolsa de caramelos? Es porque durante los momentos difíciles, tu cuerpo produce más de una hormona llamada cortisol, que aumenta el hambre. Si tienes un trastorno por atracón, ya tienes niveles más altos de esta hormona en tu cuerpo que las personas sin el trastorno. Eso estimula el deseo de comer.
¿Sueles sentirte mucho mejor después de comer dulces o carbohidratos? Hay una razón: Estos alimentos hacen que tu cerebro libere una sustancia química llamada serotonina, que aumenta tu estado de ánimo. Por eso los pasteles, las galletas y las patatas fritas suelen llamarse "alimentos reconfortantes", pero la sensación de bienestar no dura mucho. Poco después de comer estas delicias, tu nivel de azúcar en sangre bajará (o se colapsará), y te sentirás cansado y tembloroso.
Cómo evitar los atracones cuando estás estresado
Hable con su médico si cree que tiene un problema de comer en exceso. Los tratamientos para el trastorno por atracón pueden ayudarte a descubrir qué es lo que te lleva a excederte con la comida. También aprenderás a cambiar tus hábitos.
Puede ser útil llevar un diario de comidas. Anota cuándo te das un atracón y cómo te sientes mientras comes. Una vez que sepas qué es lo que te provoca los atracones, puedes probar estas formas más saludables de manejar el estrés:
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Ejercicio.
Salga a dar un buen paseo al aire libre o tome una clase de aeróbic. Recuerda esa hormona del estrés llamada cortisol? El ejercicio hace que los niveles de cortisol desciendan para que no sientas la gigantesca necesidad de comer. Mantenerse activo también mantiene tu mente alejada de la nevera y la despensa. Además, empezarás a sentirte mejor con tu cuerpo.
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Meditar.
Concéntrate en tu respiración durante un rato. Puede aliviar la ansiedad y el estrés. El yoga es una buena forma de meditar y hacer ejercicio al mismo tiempo. Hacerlo con regularidad podría ayudarte a tomar decisiones más meditadas a la hora de comer.
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Coma "alimentos reconfortantes" saludables.
Cuando sientas la necesidad de comer, recurre a alimentos que te hagan sentir bien sin añadir grasa y calorías. Por ejemplo, elige un boniato al horno, pasta integral con salsa de tomate o judías y arroz integral.
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Consigue apoyo.
Cuando tengas ganas de echar mano del tarro de las galletas, llama en su lugar a un amigo o familiar. Pueden ayudarte cuando los tiempos se pongan difíciles.
Recuerda que no tienes que enfrentarte solo al trastorno por atracón y al estrés. Busca apoyo en especialistas como estos:
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Un terapeuta o consejero puede ayudarte a lidiar con tus emociones de otra manera que no sea con la comida.
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Un nutricionista puede ayudarte a diseñar una dieta que te llene y te haga sentir mejor contigo mismo, para que sientas menos ganas de comer.
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Un entrenador puede establecer un programa de ejercicios que se adapte a tu estilo de vida.