Dolor en la articulación sacroilíaca: actividades que pueden ayudar

El médico explica los tipos de ejercicio que pueden ayudar a aliviar y prevenir el dolor de la articulación sacroilíaca (SI).

He aquí algunas formas seguras de seguir moviéndose mientras la articulación se cura.

Terapia física:

Un fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios para fortalecer suavemente los músculos que rodean la articulación SI para ayudar a que la zona se cure y prevenir otra lesión. La forma en que mueve su cuerpo cada día podría estar contribuyendo a su dolor de la articulación sacroilíaca, por lo que su terapeuta puede mostrarle mejores formas de sentarse, levantar o cargar cosas pesadas. También puede guiarle a través de otras terapias, como aeróbic acuático, pilates o yoga. Normalmente, las personas con problemas de IS se reúnen con un fisioterapeuta unas 3 veces por semana durante unas semanas.

Terapia en el agua:

No es necesario ser un gran nadador para probar la terapia acuática. Los entrenamientos se realizan en la parte poco profunda de una piscina. Durante cada sesión, un instructor te guiará a través de ejercicios para fortalecer los músculos del estómago, los glúteos y las piernas. También estirará la espalda, las caderas, los isquiotibiales y los gemelos. Como el agua soporta tu peso, te resultará más fácil moverte y mejorar tu flexibilidad sin mucho riesgo de hacerte daño.

Caminar:

Es una buena forma de cuidar la zona lumbar. Empieza despacio con 20 minutos, dos veces por semana. Asegúrate de llevar un calzado cómodo y de poco tacón. Si no notas ningún dolor, añade más tiempo a tu paseo o acelera el ritmo. Intenta hacer 30 minutos diarios.

Monta en bicicleta:

Algunas personas consiguen aliviar el dolor de la articulación sacroilíaca montando en una bicicleta fija o reclinada en el gimnasio. Aumenta el flujo sanguíneo a su dolor de espalda baja y caderas sin poner tensión en la articulación SI.

Yoga:

Esta práctica combina posturas físicas con ejercicios de respiración y meditación. Las sesiones regulares pueden reducir el dolor lumbar. Es importante trabajar con un profesor capacitado que pueda ayudarte a cambiar u omitir algunos movimientos para que no te hagas daño. El yoga Iyengar es una buena opción para las personas que padecen lumbalgia. Se centra en posturas de pie que corrigen la postura y fortalecen los músculos que afectan a la articulación SI.

Pilates:

Este entrenamiento se creó para ayudar a los bailarines a recuperarse de las lesiones. Se centra en mejorar la estabilidad de los músculos centrales. Te sentarás o tumbarás en una máquina con cables, poleas, muelles y tablas deslizantes. A continuación, un instructor le enseñará a utilizar su cuerpo para mover lentamente cada aparato. Algunos gimnasios también ofrecen clases de Pilates en colchoneta, en las que haces los ejercicios de pie o tumbado en el suelo.

Tai chi:

A veces llamado meditación en movimiento, este ejercicio suave comenzó en China como un arte marcial. Utiliza movimientos lentos y controlados y técnicas de relajación para aumentar el equilibrio, la flexibilidad y la fuerza. Una clase de 40 minutos a la semana durante 10 semanas puede aliviar el dolor lumbar.

Para mantener fuertes los músculos que rodean la articulación sacroilíaca, hay que hacer ejercicio con regularidad. Incluso cuando no hagas ejercicio, es importante que vigiles tu postura e intentes sentarte y levantarte con la espalda recta. Si el dolor empeora cuando haces ejercicio o tienes fiebre, te sientes débil, tienes una sensación de hormigueo en las piernas o pierdes el control de la vejiga o los intestinos, llama a tu médico inmediatamente.

Para algunas personas, el ejercicio por sí solo no es suficiente para detener el dolor del SI o prevenir otra lesión. Si es así, habla con tu médico sobre otras formas de curar tu espalda.

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