Hacer ejercicio puede ayudarle a superar la enfermedad degenerativa del disco. Descubra cómo empezar y cómo el ejercicio puede aliviar el dolor.
Aunque los discos vertebrales tienen un exterior duro, su interior es blando y maleable, y está formado principalmente por agua. Con el tiempo, el desgaste diario puede hacer que los discos vertebrales pierdan su forma original, como un neumático que se desinfla gradualmente. A medida que su amortiguación se aplana, las vértebras pueden rozar directamente entre sí de forma dolorosa. Este desgaste de la columna vertebral es la base de la enfermedad degenerativa del disco.
Si tiene una enfermedad degenerativa del disco, no está solo, y hay formas de ayudar a aliviar su condición a través del ejercicio. Empiece poco a poco con estos ejercicios y haga sólo lo que le resulte cómodo. Escuche a su cuerpo y deténgase si siente dolor. ?
Ejercicios para ayudar a la enfermedad degenerativa del disco
El objetivo de estos ejercicios es controlar las molestias que suelen asociarse a la enfermedad degenerativa del disco. Se dirigen principalmente a la parte baja de la espalda, la cadera y la parte superior de la pierna, con el objetivo de reducir la presión sobre sus vértebras.?
Estiramientos de los isquiotibiales
Este ejercicio ayuda a los isquiotibiales, los grandes músculos de la parte posterior del muslo. ?
Paso 1: Coloca el pie en una superficie elevada, como una silla o un peldaño de la escalera. Mantenga la espalda recta.
Paso 2: Incline gradualmente el torso hacia el pie elevado hasta que sienta un estiramiento.
Paso 3: Mantenga esta posición durante al menos 30 segundos y luego cambie al otro pie.
Puedes repetir este ejercicio tres veces.
Estiramiento del gato
Este es otro ejercicio relativamente sencillo, destinado a aliviar la presión sobre las caderas y la columna vertebral.
Paso 1: Empieza con las manos y las rodillas, con las manos por debajo de los hombros y las rodillas por debajo de las caderas.
Paso 2: Ahora arquea suavemente la espalda bajando el cuello hacia el pecho hasta donde te resulte cómodo. Mantenga la postura durante 30 segundos.
Paso 3: Invierta el movimiento, elevando el cuello hacia el techo y arqueando la espalda en la dirección opuesta. Mantenga el movimiento durante 30 segundos.
Puedes repetir este ejercicio entre tres y cinco veces al día.
Extensión de la espalda
Se trata de un ejercicio para la espalda que le ayudará a aliviar los músculos tensos y a reducir el dolor con el tiempo.
Paso 1: Acuéstese boca abajo con el torso levantado y los brazos extendidos hacia afuera.
Paso 2: Con las palmas de las manos apoyadas en el suelo, comience a elevar el cuello y el torso hasta que sienta el estiramiento de los músculos lumbares y abdominales.
Paso 3: Mantenga esta posición durante al menos 30 segundos y relájese.
Repite este estiramiento de baja intensidad cuando lo necesites a lo largo del día.
Estiramiento de la rodilla al pecho
Este ejercicio hace trabajar los músculos de la parte inferior de la espalda y disminuye la tensión en la columna vertebral, a la vez que trabaja los isquiotibiales y las caderas.
Paso 1: Acuéstese boca arriba con los brazos y las piernas estiradas.
Paso 2: Ahora levante con cuidado la rodilla derecha hacia el pecho. Mantenga la otra pierna recta.
Paso 3: Agarre la rodilla levantada con ambas manos y tire suavemente de ella hacia el pecho. Mantenga esta posición durante 30 segundos, suelte y repita el ejercicio con la otra pierna.
Puedes repetir este ejercicio hasta tres veces al día.
Estiramiento del perro pájaro
Este estiramiento ayuda a las caderas, los muslos y la parte inferior de la espalda y puede realizarse mientras descansa en cualquier superficie blanda, como una alfombra o una colchoneta.
Paso 1: Ponte a cuatro patas, dirigiendo las manos bajo los hombros y las rodillas rectas bajo las caderas.
Paso 2: Ahora extienda el brazo derecho hacia afuera.
Paso 3: Extienda gradualmente la pierna izquierda opuesta también hacia afuera. Apriete su núcleo y mantenga la posición durante ocho segundos.
Repite este ejercicio para ambos lados de tu cuerpo al menos tres veces.
Consideraciones de seguridad
Es fácil pasarse con los ejercicios para la enfermedad degenerativa del disco. Tómese su tiempo al comenzar. No se esfuerce demasiado y no amplíe el rango de movimiento más allá de lo que le resulte cómodo.
Si siente algún dolor, reduzca la intensidad del ejercicio hasta que encuentre lo que le funciona. Hable con su médico si experimenta alguna molestia duradera después de estos ejercicios.