Ciática: ¿Cómo se trata?

Le han diagnosticado ciática, ¿y ahora qué? Hay muchos tratamientos eficaces para la ciática, y rara vez implican una intervención quirúrgica.

Provoca dolor y molestias, pero hay muchos tratamientos eficaces para ello. La mayoría de las personas con ciática no acaban necesitando una intervención quirúrgica, y aproximadamente la mitad mejoran en 6 semanas sólo con reposo y medicación.

Entonces, ¿qué debe hacer después de que su médico le diagnostique ciática?

Opciones no quirúrgicas

La mayoría de las personas con ciática mejoran en pocas semanas con remedios caseros. Si su dolor es bastante leve y no le impide realizar sus actividades diarias, su médico le recomendará primero que pruebe alguna combinación de estas soluciones básicas.

Fisioterapia. Un fisioterapeuta puede elaborar una rutina de estiramientos y ejercicios para ti, y también ayudarte a mejorar tu postura para aliviar la presión sobre el nervio ciático.

Estiramientos. Puedes ayudar a aliviar tu dolor de ciática con estiramientos en la zona lumbar.

La inflamación puede mejorar cuando se está en movimiento, por lo que los paseos cortos pueden ser una buena idea. Su fisioterapeuta puede asegurarse de que su forma es correcta para no lesionarse más.

Reposo limitado en cama. Tres días de reposo suelen ser suficientes, y es importante que sea en un colchón firme o en el suelo. Después, lo mejor es volver a las actividades normales.

Compresas calientes y frías. Aplique cada una de ellas durante varios minutos en la parte baja de la espalda, varias veces al día. Primero las compresas frías durante unos días, y luego las compresas calientes.

Terapias alternativas. Muchas personas creen que las terapias alternativas como el yoga, los masajes, la biorretroalimentación y la acupuntura ayudan a combatir la ciática.

Medicamentos. La primera opción son los analgésicos de venta libre. El paracetamol y los AINE (antiinflamatorios no esteroideos), como la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno, son muy útiles, pero no debes utilizarlos durante períodos prolongados sin consultar a tu médico.

Si las opciones de venta libre no ayudan, el médico puede recetar relajantes musculares o antiinflamatorios más potentes. Los antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina (Elavil), y los anticonvulsivos a veces también funcionan. Las inyecciones de esteroides directamente en el nervio irritado también pueden proporcionarle un alivio limitado.

Cirugía

Cuando todo lo demás falla, la cirugía es el último recurso para alrededor del 5% al 10% de las personas con ciática. Si tienes una ciática más leve pero sigues teniendo dolor después de 3 meses de reposo, estiramientos y toma de medicamentos, es probable que tú y tu médico tengáis que hablar de la cirugía.

En raras ocasiones, la ciática puede provocar el síndrome de cauda equina, una afección que te hace perder el control de los intestinos y la vejiga. Esa es una situación en la que hay que operar directamente.

Las dos principales opciones quirúrgicas para la ciática son la discectomía y la laminectomía.

Disquectomía. Durante este procedimiento, el cirujano extirpa lo que esté presionando el nervio ciático, ya sea una hernia discal, un espolón óseo o cualquier otra cosa. El objetivo es extirpar sólo la pieza que está causando la ciática, pero a veces los cirujanos tienen que extirpar todo el disco para solucionar el problema. Se le aplicará anestesia general para la discectomía, y es posible que pueda volver a casa el mismo día.

Laminectomía. La lámina es parte del anillo de hueso que cubre la médula espinal. Durante una laminectomía, el cirujano extirpa la lámina y cualquier tejido que presione el nervio que le causa dolor. Le pondrán anestesia general, lo que significa que no estará despierto durante la operación, que puede durar hasta 2 horas. Le darán el alta del hospital ese mismo día o al siguiente con instrucciones para empezar a caminar al día siguiente de llegar a casa.

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