Cómo viajar cómodamente con dolor de espalda

No deje que el dolor de espalda o de otro tipo le impida viajar. Pruebe estos consejos del médico para minimizar las molestias durante su próximo vuelo o viaje en coche.

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Reserve su vuelo con la mayor antelación posible para obtener las mejores opciones de asiento. Si te lo puedes permitir o tienes puntos de recompensa, subir de categoría a la clase business o a la primera puede merecer la pena el confort extra. En clase turista, los asientos de la fila de salida tienen más espacio para las piernas. Sin embargo, es necesario que pueda realizar tareas de emergencia. Elija siempre un asiento de pasillo. No tendrás que pasar por encima de la gente, y es más fácil ponerse de pie y estirarse o dar un paseo rápido.

El tiempo lo es todo

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Evite las largas colas en la facturación y la seguridad, y viaje en las horas de menor afluencia. A mitad de semana suele haber menos gente. Haga la facturación por Internet cuando pueda. Y llega al aeropuerto al menos una hora antes de lo recomendado. En los viajes por carretera, intenta evitar las horas punta y los días de mayor afluencia de viajeros para no quedarte atrapado en el tráfico.

Pasar la seguridad del aeropuerto

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Llame a TSA Cares al 855-787-2227 para saber cómo pasar por la seguridad de forma más cómoda y sencilla. Incluso pueden asignar un ayudante en el aeropuerto. Si quiere que alguien conocido le acompañe a la puerta de embarque, pida a su compañía aérea un pase que permita a la persona pasar por seguridad sin necesidad de billete. Una tarjeta de notificación de la Administración de Seguridad en el Transporte, que puedes conseguir por Internet, o una nota del médico sobre tu estado pueden ayudar a que las cosas vayan más fluidas.

Inscríbase en el programa TSA Precheck

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Si viajas a menudo, el precheck puede ahorrarte molestias y dolores. Pagas 85 dólares por una membresía de cinco años que te permite pasar rápidamente por la seguridad del aeropuerto. No tendrá que quitarse los zapatos, el cinturón o una chaqueta ligera. Incluso los líquidos y el ordenador portátil permanecen en su sitio. Hay que pasar un control de antecedentes y tomar las huellas dactilares. Así que no es algo a lo que puedas apuntarte en el momento. Y no todos los aeropuertos lo tienen, así que comprueba en los que vuelas.

Llame por teléfono o envíe un correo electrónico por adelantado

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Las aerolíneas, los hoteles y los cruceros quieren complacerle. Ponte en contacto con ellos con antelación y... pregunta por el acceso a los ascensores, los botones, los baños accesibles, etc. Especifique lo que necesita y lo que podría ayudar. Si tienes la opción, elige un hotel que tenga piscina climatizada, jacuzzi o sauna para aliviar tu dolor después de un largo día.

Pida una silla de ruedas

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Aunque no la necesites habitualmente, considérala. Los aeropuertos están llenos de colas serpenteantes y largas caminatas, lo que puede ser una receta para el dolor de espalda. Puedes reservar una al comprar el billete o pedirla en el aeropuerto. En cualquier caso, tómese un tiempo extra. La aerolínea puede tardar un rato en poner en fila una silla y alguien que la empuje. El servicio es gratuito, pero los asistentes agradecen las propinas.

Empaque ligero y consiga ruedas

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Lleva sólo las cosas que realmente necesitas y divídelas en varias bolsas ligeras en lugar de una sola pesada. Si no puedes ir ligero, puedes enviar tu equipaje por adelantado a tu hotel o crucero. Olvídate de las mochilas y las bolsas de lona y opta por el equipaje con ruedas. Pide ayuda en todo momento, desde coger la maleta del maletero hasta guardarla en el techo.

Hacer pausas de estiramiento

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Es posible que te sientas tentado a hacer un viaje largo. Pero probablemente te arrepentirás. Si estás en la carretera con otra persona, turnaros para conducir y parar en las paradas de descanso para hacer un rápido estiramiento. En el avión, el tren o el autobús, levántate cada 20 o 30 minutos y párate o pasea si puedes. Haz saber al conductor o al auxiliar de vuelo que tienes dolor y que necesitarás levantarte con regularidad. Si estás encerrado en los carros de la comida, haz estiramientos mientras estás sentado.

¿Volar directo o acostarse?

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Depende. Los vuelos largos pueden empeorar el dolor, pero reducen el tiempo de viaje. Los vuelos de conexión pueden suponer un apuro en los aeropuertos. Pero tienes la oportunidad de estirarte y utilizar los baños más accesibles en tierra. Intenta dejar al menos 90 minutos para tu escala. Pregunta a la aerolínea por el transporte hasta tu próxima puerta de embarque.

Empaque un kit de confort

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No escatimes en esto. Asegúrate de tener un montón de envolturas de calor, compresas frías y cremas calmantes. Una pequeña almohada también puede servir de mucho. Cámbiala de sitio -detrás de la espalda, debajo del trasero- para cambiar la posición de tu cuerpo. Si eres más bajo, un reposapiés plegable te ayudará a mantener una buena postura. Una manta ligera te mantiene caliente y se puede enrollar para obtener más apoyo.

Consejos de medicación

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Guarda tus medicamentos en tu equipaje de mano para tener siempre acceso a ellos. Lleva más de los que creas que vas a necesitar, ya que nunca sabes cuándo puedes quedarte atascado. Si sueles ponerte inyecciones para el dolor, hazlo antes de salir. Mantenga todos los medicamentos en sus envases originales para evitar problemas en seguridad o en la aduana. Si tus medicamentos deben ir en la nevera, llama al hotel con antelación para asegurarte de que tu habitación tiene una...

Hazlo todo, pero no en un solo día

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Aunque no seas un planificador, intenta planificar tu viaje. Si un día implica muchas caminatas u otras actividades, compénselo con algo más tranquilo al día siguiente. Busca recorridos en autobús que te permitan subir y bajar para poder ver más cosas con menos esfuerzo. Y, por supuesto, lleve ropa y calzado cómodos. Las zapatillas son ideales para los aeropuertos.

Controla el estrés

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Pocas cosas aumentan la ansiedad como los problemas inesperados fuera de casa, que pueden empeorar el dolor. Planifica con antelación todo lo posible para ayudar a tranquilizar tu mente. Habla con tus compañeros de viaje y hazles saber que necesitas incluir descansos en tu viaje. Si te lo puedes permitir, hazte un masaje o un tratamiento en un spa. Distráigase del dolor con un libro, un vídeo o música. Las tabletas son ligeras y perfectas para esto.

Bebe agua y descansa

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Es fácil dejarse llevar por la aventura del viaje, pero no olvides lo básico. Manténgase hidratado para ayudar a controlar su dolor. Lleva una botella de agua vacía a través de los controles de seguridad y llénala en el otro lado. Y no dejes de dormir. Tu cuerpo necesita tiempo para recargarse, así que lleva contigo todo lo que necesites para asegurarte un buen descanso.

Hable con los profesionales de la salud

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Tu médico puede darte consejos de viaje específicos para tu enfermedad, especialmente si no estás seguro de cómo te irán ciertas actividades. Otros, como los terapeutas ocupacionales y los especialistas en rehabilitación de la conducción, también pueden ofrecerte buenas ideas. Por ejemplo, las empresas de alquiler de coches ofrecen vehículos con elementos como asientos giratorios que pueden hacer que sean más fáciles de usar para ti.

Aprovecha la web

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Los países, estados y ciudades suelen tener toneladas de información en línea sobre opciones de viaje más accesibles o cómodas. San Diego, por ejemplo, ofrece sillas de ruedas gratuitas para la playa y consejos para asistir al teatro y hacer las compras cuando se tiene dificultades para desplazarse. Hay muchos grupos e incluso agentes de viajes especializados que pueden ponerte en contacto con los recursos adecuados para que tu viaje sea lo menos doloroso posible.

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