Fisioterapia para el dolor de cuello

El médico explica cómo la fisioterapia y los cuidados quiroprácticos pueden aliviar el dolor de cuello causado por la discopatía cervical.

Cuando acuda a un fisioterapeuta o a un quiropráctico, primero le harán una evaluación completa. Evaluarán si puede mover el cuello. Es posible que le pregunten por síntomas como dolor en el cuello o entre los omóplatos, dolor que se irradia por el brazo hasta la mano o los dedos, o entumecimiento u hormigueo en el hombro o el brazo. Se comprobará la fuerza, los reflejos y otras posibles fuentes de dolor. El terapeuta o quiropráctico... también evaluará la función de las articulaciones del cuello y la espalda para identificar limitaciones o disfunciones que puedan contribuir a su dolor.

Estirar, fortalecer y enderezar

Hay varios tipos de manipulaciones y ejercicios que su fisioterapeuta o quiropráctico puede utilizar para aliviar la rigidez, fortalecer la zona y restablecer el funcionamiento normal del cuello. Pueden utilizarse tratamientos como la aplicación de frío o calor, el masaje de tejidos profundos, la estimulación eléctrica y los ultrasonidos antes de realizar los ejercicios.

Durante la fisioterapia, practicará una serie de ejercicios para estirar y fortalecer los músculos que sostienen el cuello. También aprenderá a mejorar su postura y su amplitud de movimiento. Para ayudarle a aprender las posturas correctas, el fisioterapeuta puede pedirle que se ponga delante de un espejo mientras hace ejercicio para que pueda ver sus errores y corregirlos.

Los quiroprácticos utilizan algunas de las mismas técnicas que los fisioterapeutas. Los ajustes suaves pueden ayudar a restablecer el funcionamiento normal del cuello y a aliviar el dolor. Al igual que con la fisioterapia, los quiroprácticos manipulan las articulaciones del cuello y del tórax para reducir la rigidez, mejorar la movilidad y aumentar la amplitud de movimiento. Estos ajustes pueden ser inadecuados y potencialmente arriesgados para las personas con problemas vasculares en el cuello, como la estenosis de la arteria carótida, o la artrosis avanzada.

Su fisioterapeuta, quiropráctico o médico debe determinar si corre el riesgo de sufrir más lesiones por las manipulaciones antes de tratarle.

Tracción del cuello para la enfermedad del disco cervical

Una técnica utilizada por fisioterapeutas y quiroprácticos para proporcionar alivio del dolor y mejorar el movimiento es la tracción cervical. La tracción extiende suavemente el cuello, abriendo los espacios entre las vértebras cervicales y aliviando temporalmente la presión sobre los discos afectados. La tracción cervical puede realizarse de forma continua o intermitente, alternando periodos cortos de tracción y descanso.

También es posible hacer tracción cervical en casa. Existen sistemas de poleas que se pueden enganchar a una puerta, o dispositivos que le permitirán realizar la tracción cervical mientras está tumbado. Es importante que, si realiza la tracción cervical por su cuenta, acuda primero a su fisioterapeuta o quiropráctico para asegurarse de que compra el equipo adecuado y aprende a configurarlo correctamente.

Almohadas y collares cervicales para la enfermedad del disco cervical

Las almohadas cervicales (almohadas para el cuello) están diseñadas para inmovilizar parcialmente el cuello mientras se duerme. Sin embargo, no hay ninguna investigación que apoye la eficacia de las almohadas cervicales. Es una buena idea pedir a su fisioterapeuta o quiropráctico que le recomiende una.

Los collarines cervicales blandos no estabilizan el cuello, sino que sirven como recordatorio para utilizar una buena postura y técnicas de movimiento. Los collarines cervicales rígidos sí inmovilizan el cuello, pero son incómodos para su uso a largo plazo.

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