La fibrilación auricular puede controlarse con éxito durante el embarazo con algunos cambios de medicación. La mayoría de las mujeres con fibrilación auricular tienen embarazos y bebés sanos. El médico le explica lo que debe saber.
Le conviene colaborar estrechamente con su médico para asegurarse de que sus medicamentos para el corazón son adecuados para el embarazo y saber a qué signos debe prestar atención, por si acaso.
Cómo planificar el embarazo
Es seguro quedarse embarazada cuando se padece fibrilación auricular, pero es posible que tenga que hacer más visitas al médico una vez que esté embarazada, para evitar complicaciones... Lo ideal es que hable con su médico sobre los posibles efectos de la fibrilación auricular en el embarazo antes de quedarse embarazada.
Los medicamentos más comunes que se toman y que suponen un riesgo para el feto son los anticoagulantes, los medicamentos que ralentizan el corazón o los que intentan mantener un ritmo normal.
Debe hablar con su médico sobre las recetas para la fibrilación auricular que podría tener que dejar antes de quedarse embarazada. Algunos de estos medicamentos pueden perjudicar el desarrollo del bebé en el primer trimestre, cuando los órganos se están desarrollando. Si deja de tomarlos antes de quedarse embarazada, puede reducir ese riesgo. Pero para ello tendrá que colaborar con su médico.
Lo que ocurre
Durante el embarazo, tu cuerpo produce más sangre de lo habitual, cambia el flujo sanguíneo para dirigirlo más al útero (matriz) y produce hormonas adicionales que pueden cambiar el funcionamiento de los órganos, incluido el corazón, y los vasos sanguíneos.
A su vez, el corazón crece y el ritmo cardíaco se acelera.
Muchas mujeres sanas notan palpitaciones, aleteos en el pecho o saltos en los latidos durante el embarazo. Si ya ha padecido fibrilación auricular, todos estos cambios pueden aumentar la probabilidad de que los problemas de ritmo cardíaco vuelvan o empeoren. Y en el caso de algunas mujeres que nunca han tenido fibrilación auricular, el embarazo puede ser el primer momento en que aparezca. Los médicos suelen diagnosticar nuevos casos de fibrilación auricular durante el tercer trimestre del embarazo.
Durante el embarazo, si la fibrilación auricular no está controlada, es más probable que se produzcan problemas cardíacos. También es más probable que dé a luz a un bebé de bajo peso, que dé a luz antes de tiempo y que tenga complicaciones en el embarazo, como la preeclampsia. Debido a estos riesgos, es probable que tenga citas adicionales con su médico para asegurarse de que su embarazo va bien y para comprobar cómo está su corazón.
En el caso de la fibrilación auricular, muchas veces tendrá visitas periódicas no sólo con su obstetra, sino también con un cardiólogo. Sus médicos pueden recomendarle que acuda a un obstetra de alto riesgo, que esté preparado para posibles problemas en el embarazo.
Medicamentos durante el embarazo
Los medicamentos para la fibrilación auricular adecuados para usted durante el embarazo dependen de su caso particular y de la gravedad de su fibrilación auricular.
Muchos medicamentos conllevan riesgos durante el embarazo, como una mayor tasa de defectos congénitos, abortos o partos prematuros. Pero los ataques de fibrilación auricular también pueden ser peligrosos, ya que pueden ralentizar el flujo de sangre que llega al bebé. Usted y su médico sopesarán los riesgos y beneficios de los distintos tratamientos para su caso individual. Puede cambiar de medicación o dejar de tomar los medicamentos para la fibrilación auricular por completo durante el embarazo.
En general, los medicamentos para la fibrilación auricular que se evitan durante el embarazo son:
-
Medicamentos anticoagulantes, incluyendo warfarina (Coumadin, Jantoven), dabigatrán (Pradaxa), rivaroxabán (Xarelto) y apixabán (Eliquis)
-
Fármacos antiarrítmicos, incluida la amiodarona, que se ha relacionado con el nacimiento de bebés con hipotiroidismo (tiroides poco activa)
-
El verapamilo y el diltiazem pueden aumentar las probabilidades de defectos de nacimiento y problemas cardíacos.
Algunos medicamentos para la fibrilación auricular tienen un mejor historial de seguridad durante el embarazo. Por ello, su médico puede recomendarle que cambie de medicamento.
Por ejemplo, podría darte aspirina (durante el segundo y tercer trimestre) o heparina para diluir la sangre y reducir el riesgo de coágulos.
Los médicos suelen preferir los betabloqueantes atenolol, labetalol y metoprolol a otros betabloqueantes, que son fármacos que reducen la presión arterial y el ritmo cardíaco, para ayudar a controlar la fibrilación auricular.
La digoxina, un medicamento habitual para las enfermedades cardíacas, se considera segura durante el embarazo y es uno de los medicamentos preferidos para las mujeres embarazadas con fibrilación auricular.
La quinidina, que se toma por vía intravenosa, también parece ser segura durante el embarazo.
Cuándo llamar a su médico
Si tiene fibrilación auricular y está embarazada, debe estar atenta a los signos de coágulos sanguíneos, incluyendo:
-
Hinchazón, enrojecimiento y dolor en un brazo o una pierna
-
Un latido rápido del corazón
-
Mareo
-
Problemas o dolor al respirar
-
Dolor u opresión en el pecho
-
Dolor que se extiende al hombro, brazo, espalda o mandíbula
-
Debilidad repentina o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna
-
Problemas repentinos para hablar o entender el habla
-
Cambios repentinos en su visión
También debe llamar a su médico si tiene signos de una arritmia nueva o que empeora. Estos incluyen:
-
Palpitaciones del corazón, latidos rápidos, o aleteo o golpes en el pecho
-
Fatiga
-
Mareos o aturdimiento
-
Desmayos o casi desmayos
-
Falta de aliento
-
Dolor en el pecho
Fibrilación auricular durante y después del parto
Cuando se acerque al final del embarazo, su médico podría volver a cambiar su medicación para que no tome ningún anticoagulante inmediatamente antes o durante el parto.
Durante el parto, su médico hará un seguimiento de su corazón para asegurarse de que el estrés del parto no le cause un problema de ritmo cardíaco o arritmia.
Después de dar a luz, podrá volver a tomar medicamentos anticoagulantes. Es posible que su médico tenga que ajustar su plan de medicación si tiene previsto amamantar a su pequeño.