Obtenga más información sobre el asma alérgica, incluidas las causas, los síntomas, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención.
Cuando se encuentra con un desencadenante de la alergia, su cuerpo produce unas moléculas llamadas anticuerpos IgE. Éstas desencadenan una serie de reacciones que pueden provocar hinchazón, goteo nasal y estornudos.
En las personas con asma alérgica, los músculos que rodean las vías respiratorias comienzan a tensarse. Las propias vías respiratorias también se inflaman y se inundan de mucosidad.
Síntomas del asma alérgica
Los síntomas del asma alérgica suelen ser los mismos que los del asma no alérgica. Incluyen:
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Tos
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Sibilancias
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Dificultad para respirar
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Respiración rápida
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Opresión en el pecho
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Cuáles son algunos alérgenos comunes?
Los alérgenos que inhalas son algunos de los que más pueden empeorar tu asma alérgica.
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El polen de los árboles y la hierba, como la ambrosía
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Moho
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Caspa de animales (de pelo, piel o plumas) y saliva
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Ácaros del polvo
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Cucarachas
Las personas también pueden tener reacciones alérgicas si tocan o comen alérgenos. Este tipo de exposición rara vez provoca síntomas de asma, pero puede causar una reacción grave e incluso potencialmente mortal, como un shock anafiláctico, que dificulta la respiración.
Los irritantes también pueden desencadenar un ataque de asma, aunque no causen una reacción alérgica.
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El humo del tabaco
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Contaminación del aire
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Aire frío
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Olores químicos fuertes
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Perfumes u otros productos perfumados
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Emociones intensas que le hacen reír o llorar
Su médico podría recomendarle pruebas de alergia para averiguar qué alérgenos le afectan. Estas pruebas suelen consistir en pinchar la piel con una pequeña cantidad del presunto alérgeno o inyectarlo bajo la piel. A continuación, el médico comprueba la reacción de la piel.
Si no es posible realizar una prueba cutánea, es posible que te hagan un análisis de sangre.
Evita los desencadenantes del asma alérgica
Cuando los recuentos de polen sean elevados, quédate dentro de casa todo lo que puedas. Mantenga las ventanas cerradas. Si tienes aire acondicionado, utilízalo para filtrar el aire.
Para mantener alejados a los ácaros del polvo, envuelve tus almohadas, colchón y somieres en fundas antialérgicas. Lava las sábanas una vez a la semana con agua caliente.
Deshazte de los objetos en los que se pueda acumular el polvo, como las cortinas pesadas o los montones de ropa. Si su hijo tiene asma alérgica, compre sólo peluches lavables. Elimine las alfombras de pared a pared, si es posible.
Si la humedad es un problema en tu casa, consigue un deshumidificador para reducir el moho. Repare las fugas de fontanería.
Si tienes mascotas, mantenlas fuera del dormitorio.
Mantén la cocina y el baño muy limpios para evitar el moho y las cucarachas.
Tenga cuidado al realizar trabajos en el exterior. El trabajo de jardinería y el rastrillaje pueden levantar polen y moho.
Medicamentos para el asma alérgica
Los broncodilatadores, que relajan los músculos que rodean las vías respiratorias, permiten respirar más fácilmente. Estos fármacos suelen utilizarse para detener los síntomas del asma una vez que han comenzado. A veces, se utilizan a diario para ayudar a controlar el asma.
Los antiinflamatorios, que alivian la hinchazón, se utilizan para controlar el asma a largo plazo.
Otros medicamentos pueden impedir que las vías respiratorias se estrechen o bloquear la liberación de las sustancias químicas que desencadenan la reacción alérgica.
Las vacunas o pastillas antialérgicas pueden entrenar al sistema inmunitario para que deje de reaccionar de forma exagerada ante determinados alérgenos.