El asma con ataques graves no es necesariamente asma grave. He aquí cómo distinguirlo.
Asma grave
El asma se clasifica en categorías que van desde la intermitente (es decir, no más de 2 días de sibilancias y tos por semana) hasta la persistente. Si es persistente, la afección puede clasificarse en leve, moderada o grave.
El asma grave es el tipo menos común. Los síntomas se producen todos los días y son lo suficientemente frecuentes como para afectar a la vida cotidiana y al sueño. Si no se trata, los pulmones funcionan a menos del 60% de su nivel normal.
El tratamiento consiste en dosis elevadas de corticoides inhalados y un segundo medicamento para controlar los síntomas. Ambos pueden tener efectos secundarios. A veces, el asma grave puede seguir sin control incluso cuando se trata.
No todas las personas con asma grave tienen las mismas características. Las diferencias pueden ser:
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El funcionamiento de sus pulmones
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Qué síntomas tienes
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Qué edad tienes cuando la padeces
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Qué medicamentos utilizas
Si tienes asma grave, es importante que te cuides y controles tu enfermedad. Visite a su médico con regularidad, surta sus recetas y tome sus medicamentos según las indicaciones.
Intente también llevar un estilo de vida saludable. Tanto el tabaquismo como la obesidad se han relacionado con el asma grave.
Si ves que tus síntomas empeoran o que son más frecuentes, las terapias biológicas pueden ayudarte. Estos medicamentos se dirigen a moléculas del organismo, como ciertos glóbulos blancos, por ejemplo, que intervienen en el asma.
Pregunta a tu médico sobre ellos.
Ataques graves
Los ataques severos de asma, por otro lado, son emergencias médicas. En ellas, la falta de aire no desaparece con el tratamiento.
Aproximadamente la mitad de las crisis graves están causadas por infecciones de las vías respiratorias superiores. No tomar los medicamentos para el asma o no acudir al médico con suficiente frecuencia puede provocar crisis, al igual que las reacciones alérgicas a:
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Medicamentos específicos
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Algunos animales
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Humo u otras sustancias irritantes
Los signos de un ataque severo incluyen:
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Síntomas más graves de lo habitual
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Dificultad para respirar que hace que sea difícil hablar, comer o dormir
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Respiración acelerada
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Flujo máximo más bajo de lo normal
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Su inhalador no ayuda
Los síntomas no siempre aparecen de repente. Pueden acumularse a lo largo de los días.
Si crees que estás sufriendo un ataque grave, tómatelo en serio:
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Siéntate en posición vertical.
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Respira de forma constante.
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Mantén la calma.
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Utilice su inhalador de rescate cada 30 a 60 segundos, hasta 10 veces.
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Llame al 911 si no tiene su inhalador a mano, o si siente que el inhalador no está funcionando, o que sus síntomas están empeorando.
