Hospitalización por asma grave

¿Cuándo se convierte el asma en una urgencia y qué puede esperar si necesita tratamiento hospitalario?

Revisa tu plan de acción contra el asma

El plan que escribiste con tu médico para ayudar a controlar tu asma hace más que decirte qué medicamentos debes tomar. También enumera los síntomas a los que hay que prestar atención y cuándo llamar al médico o acudir a urgencias si empeoran.

Debe llamar al 911 o acudir a un hospital de inmediato si:

  • Tiene sibilancias o dificultad para respirar que no mejora cuando usa su inhalador de rescate

  • Le falta tanto la respiración que no puede hablar o caminar normalmente

  • Tiene los labios o las uñas azules

  • Hacer más de 25-30 respiraciones por minuto

  • Necesidad de forzar los músculos del pecho para respirar

  • Tener un ritmo cardíaco superior a 120 latidos por minuto

Muy pocas personas necesitan una estancia en el hospital para el tratamiento del asma. Es más probable que sea necesario si usted:

  • Ha tenido un ataque de asma grave con anterioridad

  • Ha acudido a urgencias o ha permanecido en el hospital a causa de su asma en los últimos 10 días

  • Le diagnosticaron asma después de los 40 años

  • Toma regularmente medicamentos con esteroides para controlar el asma

  • Utiliza su inhalador de rescate más de dos veces al mes

  • Tiene otros problemas de salud a largo plazo, como una enfermedad cardíaca o pulmonar

Qué esperar en el hospital

Los médicos de urgencias decidirán si puede ser tratado y dado de alta o si debe ingresar en el hospital. Le examinarán, anotarán sus síntomas y le harán pruebas pulmonares.

Tratamientos

Dependiendo de sus síntomas, se pueden administrar diferentes medicamentos y tratamientos en urgencias para controlar su ataque de asma. Estos incluyen:

  • Medicamentos broncodilatadores administrados a través de un inhalador o nebulizador para abrir sus vías respiratorias

  • Fármacos corticosteroides administrados por píldora o por vía intravenosa para bajar la inflamación pulmonar

  • Oxígeno adicional

Pruebas

Mientras tratan su ataque de asma, sus médicos probablemente le harán pruebas para ver si le están ayudando. Estas pruebas pueden incluir:

  • Lectura del flujo máximo, que mide la rapidez con la que exhalas

  • Espirometría, que mide la cantidad de aire que exhalas en 1 segundo

  • Niveles de oxígeno en sangre, medidos a través de un dispositivo en el dedo

Estancia en el hospital

Aunque sus síntomas mejoren rápidamente, es posible que su médico quiera mantenerle en Urgencias durante unas horas para asegurarse de que los síntomas permanecen bajo control.

Si después de varias horas de tratamiento sigue presentando signos de asma grave, es posible que los médicos le hagan permanecer en el hospital. También es posible que le ingresen si tiene complicaciones asmáticas, como aire en el pecho.

Otro motivo de hospitalización es si tiene tantos problemas para respirar que le agotan. A veces, los niveles de oxígeno descienden tanto durante un ataque que los médicos temen que pueda entrar en insuficiencia pulmonar sin un tratamiento rápido.

La estancia en el hospital por un ataque de asma suele durar entre 3 y 5 días. En raras ocasiones, un ataque de asma es tan grave que puede necesitar un tubo respiratorio para bombear oxígeno a los pulmones.

Volver a casa

No es necesario que todos los síntomas del asma desaparezcan para que su médico le permita abandonar el hospital. Pero tienen que mejorar mucho. Necesitará una visita de seguimiento poco después de ser dado de alta. Su médico le indicará qué hacer si tiene otro ataque.

Por lo general, le recetará medicamentos corticoesteroides para que los tome en casa y así reducir las posibilidades de otro ataque grave. Si los resultados de sus pruebas pulmonares siguen siendo un poco bajos, su médico también será más propenso a darle el alta si cree que tomará sus medicamentos correctamente.

Prevenir futuras emergencias

La mejor manera de prevenir otro ataque severo es tratar un brote de asma a tiempo con un nebulizador y posiblemente con pastillas de corticosteroides. Tome todos sus medicamentos habituales como se indica en su plan de acción contra el asma.

Otro paso clave es evitar los desencadenantes específicos del asma. Hable con su médico para determinar qué factores desencadenan su asma (como el polvo, el humo, el frío, el ejercicio o los virus). Lavarse las manos con frecuencia puede ayudar a reducir las posibilidades de contraer un resfriado u otro virus.

Si su asma no está bien controlada, hay más posibilidades de que sufra otro ataque de asma grave. Asegúrese de acudir a todas las citas médicas programadas. Si tiene brotes regulares u otros signos de que su asma no está bien controlada, acuda a su médico.

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