Cuando se tiene asma, el lugar en el que se vive puede afectar a la calidad de vida. He aquí 11 cosas que hay que buscar en una ciudad o región cuando se tiene asma.
Evite los desencadenantes comunes
Tanto si estás a punto de mudarte como si simplemente buscas formas de controlar mejor tu asma, vale la pena que estés atento a algunos de los desencadenantes más comunes:
La agricultura: Se podría pensar que todo ese aire fresco y limpio sería bueno para ti. Pero el aire de las granjas puede estar repleto de cosas que pueden provocar asma, desde el polvo de los cereales y los hongos hasta la caspa y la orina de los animales, e incluso las sustancias químicas de los piensos.
Moho: Los mohos de exterior mueren con las primeras heladas, pero nunca desaparecen realmente en los lugares que están húmedos todo el año. El moho y su primo, el mildiu, se reproducen enviando esporas al aire. Cuando llegan a los pulmones, pueden provocar un ataque de asma.
Plagas: Las cucarachas, las ratas y los ratones pueden ser un gran problema en los barrios urbanos. Los alérgenos presentes en los escupitajos y desechos de estos animales pueden provocar un ataque de asma.
El polen es una de las principales causas de la fiebre del heno. Cuando se produce, el sistema inmunitario produce histamina, que hace que los ojos lloren y la nariz y la garganta piquen. Estos síntomas pueden empeorar los síntomas del asma.
Leyes sobre el consumo de tabaco en la vía pública: El humo puede empeorar los síntomas del asma y hacer que los niños en edad preescolar sean más propensos a padecer la enfermedad. Busca ciudades con restricciones para fumar en el interior.
Niebla tóxica: Desde las fábricas que arrojan contaminantes hasta los interminables atascos, es difícil respirar en los lugares con grandes industrias. La situación empeora en verano, cuando el calor y la humedad retienen el aire sucio. Si vives en una ciudad con smog, consulta el índice de calidad del aire de la EPA antes de salir a la calle.
El clima: El aire frío y seco puede estrechar las vías respiratorias. El aire caliente y húmedo atrapa los alérgenos y la contaminación. Las tormentas de verano disuelven las partículas contaminantes y facilitan su inhalación.
Hay otros factores que influyen
Las listas de lugares buenos y malos para vivir con asma suelen incluir una mirada a otras cosas como:
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La pobreza: Más personas viviendo en la pobreza significa menos personas con acceso a la atención médica.
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La falta de seguro: De nuevo, significa que menos personas con asma recibirán atención médica.
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Número de médicos especializados en asma: Sin suficientes especialistas, las personas que no pueden viajar fácilmente no recibirán atención.
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Número de visitas a urgencias: Una clasificación alta significa que la gente no acude al médico con regularidad.
¿Qué puedes hacer?
La mayoría de nosotros pasamos la mayor parte de nuestros días en el interior. Ésa es un área que puedes controlar. Estas medidas pueden ayudarle a controlar el asma incluso cuando cambiar de lugar no es una opción:
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Tome los medicamentos preventivos para el asma según lo prescrito.
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Tenga disponible un inhalador de rescate.
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Vacúnese contra la gripe todos los años.
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Manténgase limpio: lávese las manos con agua y jabón, en lugar de con desinfectantes a base de alcohol.
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Evita a los enfermos si puedes.
Vigila cosas como los productos de limpieza, cualquier cosa con perfumes, el polvo, el humo y el moho, que pueden hacer que tu asma se dispare.