Hábitos de salud, remedios caseros y otras formas de encontrar alivio cuando te duelen las caderas.
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Por cada 10 libras de peso corporal extra que lleves, hay 50 libras más de presión sobre tus caderas y rodillas. Si tus articulaciones se resienten, busca el peso que mejor se adapte a ti y habla con tu médico sobre las mejores formas de adelgazar. Dependiendo de la causa de tu dolor de cadera, perder los kilos de más puede ayudarte y facilitarte los movimientos.
Quítate un peso de encima
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Tu peso no sólo tiene que ver con la grasa corporal: Tus caderas también absorben el peso de todo lo que llevas en las manos y en la espalda. Para aliviar la presión, utiliza un carrito de mano para la compra y usa equipaje con ruedas. Si llevas un bolso, considera un estilo de mochila para que el peso sea parejo en tu espalda...
Muévete para perderlo
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Lo lógico es que descanses la cadera hasta que el dolor ceda. Una vez que lo haga, prescríbete una dosis diaria de ejercicio para fortalecer los músculos y mantener a raya la rigidez articular. Pregunta a tu médico si las actividades de bajo impacto, como caminar, nadar o hacer yoga, te ayudarían a aliviar tu dolencia.
Evite el ejercicio de alto impacto
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El movimiento ayudará a tus caderas, pero no es el momento de empezar a correr cuesta abajo o hacer kickboxing. Empieza despacio con unos minutos en la bicicleta estática o en la elíptica. A medida que el dolor dé paso a la fuerza, podrás aumentar la duración de tus entrenamientos.
Entrenamientos en el agua
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Para realizar el mejor ejercicio de bajo impacto, utiliza una piscina o un spa. El agua sostiene tu cuerpo y quita parte de la tensión a tus articulaciones. Además, permite realizar movimientos más libres y suaves y proporciona una buena resistencia para fortalecer los músculos. Habla con tu médico o con un fisioterapeuta sobre los ejercicios que ayudarán a tus caderas.
Estirar, fortalecer y estabilizar
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También hay ejercicios específicos que pueden ayudar con el dolor de cadera. Pueden trabajar las partes del cuerpo que soportan estas articulaciones, incluyendo las piernas y el núcleo. Para conseguir la rutina y la forma adecuadas, lo mejor es trabajar con un profesional, como un fisioterapeuta. Y no te presiones: si sientes dolor durante un entrenamiento, detente.
Utiliza el calor y el frío
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Tienes una bolsa de verduras congeladas a mano? Envuélvela en una toalla fina y presiona directamente sobre tus caderas para aliviar el dolor. Utiliza el calor -como una ducha caliente o una compresa- para aflojar los músculos justo antes de estirar.
Curar sin tacones
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A veces la respuesta al dolor de cadera está justo debajo de los dedos de los pies. Los tacones altos colocan el pie en un ángulo antinatural y pueden desviar la alineación del cuerpo, lo que puede causar dolor de cadera. Prueba con zapatos planos y evita estar mucho tiempo de pie... pero asegúrate de que los zapatos planos tienen un buen soporte para el arco y algo de amortiguación para ayudar a absorber los impactos.
Medicamentos de venta libre
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Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno y el naproxeno, son una forma habitual de aliviar el dolor de cadera. Si no puedes tomarlos (quizá por alergias o problemas estomacales), prueba con el paracetamol en su lugar. Pídele a tu médico que te recomiende el mejor tipo y dosis para tu enfermedad, y que se asegure de que estos analgésicos son seguros para ti.
Considerar otros medicamentos
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En algunos casos, el dolor de cadera es parte de un problema mayor, como la artritis, una lesión o un nervio pinzado. En estos casos, necesitarás algo más fuerte para el dolor. Por ejemplo, si tienes artritis reumatoide (AR), tu médico puede recomendarte un esteroide para aliviar la inflamación o un biológico que actúe sobre las partes del sistema inmunitario que hacen que tus articulaciones se inflamen.
Prueba una terapia alternativa
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Si las terapias tradicionales no funcionan, cambia a un enfoque mente-cuerpo. Puede tener más éxito con la acupuntura, el masaje o un ajuste quiropráctico.
