El cuidado de los pies con artritis está "en los zapatos" Averigüe cómo desde el médico.
La artrosis suele provocar la degeneración del cartílago y los espolones óseos en la base del dedo gordo. Esto es lo que conduce a los juanetes. Puede ser necesario un calzado más ancho. Deben evitarse los zapatos de tacón alto y de punta, ya que pueden ejercer presión en el punto del juanete. La degeneración del arco del pie puede conducir a la formación de espolones en la parte superior del pie. Esto puede ejercer presión sobre los nervios de la sensibilidad adyacentes, lo que puede provocar ardor en el pie y los dedos. Cuando se produce esta molestia, los pacientes deben evitar atarse el zapato con fuerza o usar un zapato que no se ate en el punto del espolón.
La artritis reumatoide provoca la inflamación de las articulaciones de la bola del pie, lo que afloja sus ligamentos. Esto puede hacer que el hueso empuje contra la piel de la planta del pie. El resultado puede ser la aparición de callosidades y ulceraciones en la bola del pie. Estas pueden incluso requerir una reparación quirúrgica. Una barra de cuero fijada a la suela del zapato detrás del arco del pie puede ayudar a desplazar la presión de la bola del pie a la parte central del mismo. Otra opción para eliminar la presión de la parte inferior del pie es usar zapatos con suela de balancín y un soporte adecuado para el arco del pie. Una mayor deformación reumatoide puede hacer que los dedos del pie se arqueen, lo que puede provocar la abrasión de la parte superior de los dedos.
Los zapatos con punta de caja pueden ser muy cómodos para las personas con estas deformidades. Pueden formarse bultos de tejidos blandos, llamados nódulos, en los laterales del pie, el talón o los dedos. Los nódulos pueden ulcerarse por la abrasión de los zapatos. A veces, las aberturas cortadas en el zapato en el punto de los nódulos pueden ayudar a aliviar la presión dolorosa. Además, ahora existen cordones que no se atan. Éstos facilitan a la persona con artritis reumatoide la tarea de abrocharse los zapatos.
La gota puede hacer que los depósitos duros de cristales de ácido úrico formen un bulto en la cara interna de la base del dedo gordo. Dependiendo del tamaño del depósito, puede haber abrasión e incluso ulceración por el zapato. Los zapatos de estilo más ancho pueden ser útiles.
Los médicos a veces examinan los zapatos que ha llevado el paciente para encontrar pruebas de la deformidad, como un zapato inclinado hacia un lado u otro, el desgaste y la alineación. El examen del calzado es como un historial de cómo se ha utilizado el pie en los últimos meses. A veces puede ayudar a definir no sólo las causas del dolor de pies, sino también las del dolor de tobillos, rodillas o caderas.
En general, las zapatillas para correr suelen ser una ventaja por su ligereza. Unas zapatillas adecuadas pueden proporcionar un alivio bienvenido y, a menudo, mejorar la función de los pacientes con daños en los pies a causa de la artritis. Al elegir un zapato, pruébese SIEMPRE varios pares y camine con ellos antes de comprarlos. El vendedor entenderá que le interesan tanto la funcionalidad como la comodidad.
Merece la pena invertir tiempo y esfuerzo en unos zapatos que se ajusten bien. Sé amable con tus pies y te llevarán a donde quieras.
