La emetofobia es el miedo al vómito. Conozca los signos, los desencadenantes y los efectos que puede tener en su salud mental y física.
Cómo afecta la emetofobia a quienes la padecen
La emetofobia es el miedo o la ansiedad en torno al vómito. A las personas que padecen esta fobia les repugna el acto de enfermar, pero muchos dicen que la anticipación que precede al vómito es peor que el hecho de vomitar. Cualquier persona puede sufrir emetofobia, pero es más común en las mujeres que en los hombres.
Además de tener miedo al vómito, las personas con emetofobia también pueden tener miedo a otras situaciones:
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No poder encontrar un baño
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Vómitos incontrolados o repetidos
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Ahogarse con el vómito
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Sentirse avergonzado delante de la gente a causa de los vómitos
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Ir al hospital
El miedo a vomitar, al igual que muchas fobias, suele empezar siendo pequeño y va creciendo hasta convertirse en algo que provoca pánico y ansiedad. Puede desarrollarse después de una experiencia traumática que implique el vómito o sin ningún motivo...
En los niños con emetofobia, muchos ya tienen tendencias ansiosas antes de desarrollar este miedo específico.
Signos de emetofobia
La emetofobia puede hacer que desarrolles ciertos comportamientos o que evites situaciones. Uno de los mayores signos de la emetofobia es que reorganizas tu vida para evitar la posibilidad de estar enfermo...
Es habitual que las personas con esta fobia experimenten ansiedad al ir al trabajo o a la escuela. Se hace una gran planificación estratégica para evitar cualquier posibilidad de vomitar o enfermar en público.
Como no sabes cuándo vas a vomitar, tienes que estar constantemente en guardia. Para evitar cualquier posibilidad de vomitar, es posible que haya desarrollado uno o más de los siguientes comportamientos.
Desorden en la alimentación y la bebida. La emetofobia puede hacer que evite probar nuevas comidas o restaurantes por miedo a vomitar. También puede evitar comer o beber cosas que ha relacionado con los vómitos en el pasado, como el alcohol.
Para asegurarse de que los alimentos son seguros, es posible que los compruebe con frecuencia en busca de signos de deterioro, o que los cocine en exceso para eliminar las bacterias. Puede tirar los alimentos antes de la fecha de caducidad por si acaso. El miedo al vómito también puede hacer que no coma fuera de casa.
Comportamientos evasivos. La emetofobia puede hacer que evite dar la mano a la gente por miedo a los gérmenes. También puede evitar los lugares en los que puede haber personas enfermas, como los espacios públicos abarrotados. Este miedo puede hacer que evite tocar superficies donde pueda haber gérmenes.
También es habitual que evite hablar de los vómitos y que mire hacia otro lado cuando los muestran en la televisión. Y lo que es más importante, puede empezar a restringir su vida social o laboral para evitar cualquier posibilidad de enfermar.
Prepararse en exceso. Como los vómitos pueden producirse de forma inesperada, es posible que empieces a hacer cosas con antelación para prepararte. Es posible que busques con frecuencia un baño allá donde vayas, por si acaso. Es posible que compruebes tu temperatura con frecuencia para ver si hay signos de enfermedad o que tomes antiácidos para evitar que tu estómago esté revuelto.
Impacto de la emetofobia en su salud
El miedo al vómito puede afectarte mental y físicamente, ya que es repetitivo Cuando experimentas por primera vez la anticipación del vómito, buscas cosas que puedan provocarlo y evitas cualquier cosa que creas que pueda provocarlo. Esto puede desencadenar más ansiedad por enfermar. Preocuparse por enfermar no lo evita, pero sí hace que te pierdas cosas que podrías disfrutar.
Evitar las cosas que crees que pueden provocar el vómito hace que tu miedo sea más fuerte. A medida que el miedo crece, el problema sigue afectando a tu vida y puede hacer que desarrolles más conductas de evitación. La emetofobia se asocia con el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) debido a la similitud de los síntomas y comportamientos.
El miedo al vómito y los comportamientos de evitación asociados a él pueden provocar los síntomas que se intentan evitar. Preocuparse y estresarse por los vómitos no sólo afecta a la salud mental, sino que también puede hacer que te sientas mal físicamente. El estrés y la ansiedad pueden provocar náuseas, lo que intensifica la ansiedad y empeora las náuseas.
Cómo obtener ayuda
La emetofobia es un miedo común entre niños y adultos. La mejor manera de tratar la emetofobia es con la terapia cognitivo-conductual (TCC). Esta forma de terapia conversacional te permite trabajar con tu terapeuta y aprender nuevas formas de afrontar tu miedo.?
Un terapeuta puede ayudarle a identificar los pensamientos que no son útiles cuando se trata de tener miedo al vómito. El terapeuta puede ayudarte a liberar estos pensamientos y a controlar la ansiedad que te produce el vómito.
El terapeuta también puede ayudarte a corregir tus conductas de evitación y darte nuevas herramientas para afrontar tu miedo. Es importante recordar que puede llevar tiempo superar tu miedo, pero puedes hacerlo con determinación y trabajo duro.