El médico explica los distintos tipos de fobias, incluyendo sus causas, síntomas y tratamiento.
Una fobia específica, antes llamada fobia simple, es un miedo duradero e irracional provocado por la presencia o el pensamiento de un objeto o una situación específica que suele suponer poco o ningún peligro real. La exposición al objeto o a la situación provoca una reacción inmediata que hace que la persona sufra una intensa ansiedad (nerviosismo) o que evite el objeto o la situación por completo. La angustia asociada a la fobia y/o la necesidad de evitar el objeto o la situación pueden interferir significativamente en la capacidad de funcionamiento de la persona. Los adultos con una fobia específica reconocen que el miedo es excesivo o irrazonable, pero son incapaces de superarlo.
Existen diferentes tipos de fobias específicas, basadas en el objeto o situación temida, entre ellas:
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Fobias a los animales: Algunos ejemplos son el miedo a los perros, las serpientes, los insectos o los ratones. Las fobias a los animales son las fobias específicas más comunes.
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Fobias situacionales: Implican un miedo a situaciones específicas, como volar, viajar en coche o en transporte público, conducir, pasar por puentes o túneles, o a estar en un lugar cerrado, como un ascensor.
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Fobias al entorno natural: Algunos ejemplos son el miedo a las tormentas, a las alturas o al agua.
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Fobias a las lesiones por inyección de sangre: Implican un miedo a ser herido, a ver sangre o a los procedimientos médicos invasivos, como los análisis de sangre o las inyecciones
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Otras fobias: Estas incluyen el miedo a caerse, el miedo a los sonidos fuertes y el miedo a los personajes disfrazados, como los payasos.
Una persona puede tener más de una fobia específica.
Cuáles son los síntomas de las fobias específicas?
Los síntomas de las fobias específicas pueden incluir:
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Miedo excesivo o irracional a un objeto o situación específica
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Evitar el objeto o la situación o soportarlo con gran angustia
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Síntomas físicos de ansiedad o de un ataque de pánico, como palpitaciones, náuseas o diarrea, sudoración, temblores o sacudidas, entumecimiento u hormigueo, problemas para respirar (falta de aire), sensación de mareo o vértigo, sensación de ahogo
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Ansiedad anticipatoria, que consiste en ponerse nervioso de antemano por estar en determinadas situaciones o entrar en contacto con el objeto de su fobia; por ejemplo, una persona con miedo a los perros puede ponerse ansiosa por salir a pasear porque puede ver un perro por el camino.
Los niños con una fobia específica pueden expresar su ansiedad llorando, aferrándose a uno de sus padres o haciendo una rabieta.
Qué frecuencia tienen las fobias específicas?
El Instituto Nacional de Salud Mental estima que entre el 5% y el 12% de los estadounidenses tienen fobias. Se calcula que las fobias específicas afectan a unos 6,3 millones de estadounidenses adultos.
Las fobias suelen aparecer por primera vez en la adolescencia y la edad adulta, pero pueden darse en personas de todas las edades. Son ligeramente más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Las fobias específicas en los niños son comunes y suelen desaparecer con el tiempo. Las fobias específicas en los adultos suelen comenzar repentinamente y son más duraderas que las fobias infantiles. Sólo un 20% de las fobias específicas en adultos desaparecen por sí solas (sin tratamiento).
Qué causa las fobias específicas?
No se conoce la causa exacta de las fobias específicas, pero la mayoría parecen estar asociadas a una experiencia traumática o a una reacción aprendida. Por ejemplo, una persona que tiene una experiencia aterradora o amenazante con un animal, como un ataque o ser mordido, puede desarrollar una fobia específica. Ser testigo de un acontecimiento traumático en el que otros experimentan daños o un miedo extremo también puede provocar una fobia específica, al igual que recibir información o advertencias repetidas sobre situaciones o animales potencialmente peligrosos.
El miedo también puede aprenderse de los demás. Un niño cuyos padres reaccionan con miedo y ansiedad ante determinados objetos o situaciones es probable que también responda a esos objetos con miedo.
Cómo se diagnostican las fobias específicas?
Si se presentan síntomas de una fobia específica, el médico comenzará una evaluación realizando una historia clínica y psiquiátrica y puede realizar un breve examen físico. Aunque no hay pruebas de laboratorio para diagnosticar específicamente las fobias específicas, el médico puede utilizar varias pruebas para asegurarse de que una enfermedad física no es la causa de los síntomas.
Si no se encuentra ninguna enfermedad física, es posible que se le remita a un psiquiatra, psicólogo u otro profesional de la salud mental especialmente capacitado para diagnosticar y tratar enfermedades mentales. Los psiquiatras y los psicólogos utilizan entrevistas clínicas y herramientas de evaluación para valorar si una persona padece una fobia específica.
El médico basa su diagnóstico de las fobias específicas en los síntomas declarados, incluidos los problemas de funcionamiento causados por los síntomas. Se diagnostica una fobia específica si el miedo y la ansiedad de la persona son especialmente angustiosos o si interfieren en su rutina diaria, incluidos los estudios, el trabajo, las actividades sociales y las relaciones.
Cómo se tratan las fobias específicas?
El tratamiento de las fobias específicas puede incluir uno o una combinación de:
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Terapia cognitivo-conductual
: La psicoterapia es la piedra angular del tratamiento de las fobias específicas. El tratamiento suele consistir en un tipo de terapia cognitivo-conductual, denominada terapia de desensibilización sistemática o de exposición y prevención de la respuesta (EPR), en la que los pacientes se exponen gradualmente a lo que les asusta hasta que su miedo empieza a desaparecer.
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Medicación: En el caso de las fobias situacionales que producen una ansiedad intensa y temporal (por ejemplo, el miedo a volar), pueden recetarse hipnóticos-sedantes de acción corta (benzodiacepinas), como el alprazolam (Xanax) o el lorazepam (Ativan), de forma ocasional y según sea necesario, para ayudar a reducir la ansiedad anticipatoria. A menos que la fobia vaya acompañada de otras afecciones, como la depresión o el trastorno de pánico, generalmente no se utilizan medicamentos a largo plazo o a diario. Ocasionalmente, los antidepresivos serotoninérgicos, como el oxalato de escitalopram (Lexapro), la fluoxetina (Prozac) y la paroxetina (Paxil) pueden ser útiles para algunos pacientes. Más recientemente, los fármacos comunes para la presión arterial llamados betabloqueantes se han utilizado para tratar la ansiedad relacionada con fobias específicas.
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Técnicas de relajación
, como la respiración profunda, también pueden ayudar a reducir los síntomas de ansiedad.
Qué perspectivas tienen las personas con fobias específicas?
Para la mayoría de las personas, las fobias específicas pueden tratarse con éxito con terapia, medicación o una combinación de ambas.
Se pueden prevenir las fobias específicas?
Aunque muchas fobias específicas no pueden prevenirse, la intervención y el tratamiento tempranos tras una experiencia traumática, como el ataque de un animal, pueden evitar que la persona desarrolle un trastorno de ansiedad grave.
