A cierta edad, es posible que empiece a preguntarse si la pérdida de memoria es sólo una parte del envejecimiento o algo más serio. El médico le ayuda a entender la diferencia entre ser olvidadizo y los síntomas de la enfermedad de Alzheimer.
Estos pequeños lapsos de memoria ocurren. Son una parte normal del envejecimiento, igual que las rodillas que crujen, la piel arrugada o la visión borrosa.
Puede ayudar a:
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Escribirte a ti mismo notas.
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Coloca tus llaves en el mismo lugar cada día.
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Juega a juegos de palabras o haz crucigramas.
Como la pérdida de memoria también es un síntoma de la enfermedad de Alzheimer, puede preocuparle que estos lapsos sean un signo de algo más grave. El alzhéimer, que afecta a unos 5 millones de estadounidenses, la mayoría de ellos mayores de 65 años, es irreversible.
Otras causas de pérdida de memoria
En la mayoría de los casos, no hay que preocuparse demasiado. El hecho de que pierda las llaves u olvide el nombre de alguien no significa que tenga Alzheimer. La pérdida de memoria puede deberse al proceso normal de envejecimiento.
Las condiciones que contribuyen a la pérdida de memoria son:
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Depresión
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Efectos secundarios de la medicación
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Abuso de alcohol
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Falta de vitamina B12 o un nivel bajo de tiroides
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Estrés y preocupaciones de cualquier tipo, como por ejemplo por la muerte de un cónyuge o un ser querido, o por la jubilación
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Enfermedad
Pérdida de memoria: ¿qué es lo normal?
Un síntoma de una pérdida de memoria más grave es que usted no es consciente de que hay un problema. Los familiares pueden parecer más preocupados que usted. Si sus seres queridos le hablan de su memoria, tómese en serio su preocupación y acuda al médico.
Esta es una lista de comprobación de lo que es normal, junto con las causas de preocupación.
Normal:
Se olvida de las citas diarias pero las recuerda más tarde.
Motivo de preocupación:
Pides detalles a amigos y familiares una y otra vez, o necesitas que hagan tareas que antes hacías tú mismo.
Normal:
Te equivocas al hacer el balance de tu chequera.
Motivo de preocupación:
Le cuesta planificar o resolver problemas que antes eran fáciles. Le cuesta hacer cosas que implican números, como seguir una receta o pagar las facturas mensuales.
Normal:
Necesita ayuda de vez en cuando con los ajustes del microondas o el mando de la televisión.
Motivo de preocupación:
No puede hacer funcionar la estufa o conducir hasta un lugar conocido.
Normal:
Olvidas qué día de la semana es pero lo recuerdas después.
Motivo de preocupación:
Te encuentras en un lugar y no sabes cómo has llegado allí.
Normal:
Tiene cambios de visión relacionados con la edad. Por ejemplo, tienes una catarata.
Motivo de preocupación:
Tienes problemas con la distancia, el color o la percepción. Pasas por un espejo y no reconoces tu propio reflejo.
Normal:
No puedes encontrar la palabra correcta inmediatamente.
Motivo de preocupación:
Llamas a las cosas por nombres equivocados. Te paras en mitad de una frase y no tienes ni idea de lo que estabas diciendo.
Normal:
De vez en cuando pierdes las gafas o el mando a distancia.
Motivo de preocupación:
Pones las cosas en lugares extraños y no puedes volver sobre tus pasos para encontrarlas. O, acusas a los demás de robar.
Normal:
Tomas una mala decisión de vez en cuando.
Motivo de preocupación:
Tomas malas decisiones con el dinero a menudo. No te acicalas ni te mantienes limpio.
Normal:
A veces te sientes cansado de las exigencias laborales, familiares y sociales.
Motivo de preocupación:
No puedes seguir con los equipos o aficiones que te gustan. Intentas no pasar tiempo con los demás debido a los cambios que has sufrido.
Normal:
Tienes tu forma de hacer las cosas y te pones de mal humor cuando te desvías.
Motivo de preocupación:
Te alteras fácilmente, cuando tu rutina cambia o cuando estás fuera de tu zona de confort. Sueles estar confundido, ansioso, desconfiado, deprimido o con miedo.