Un tabique desviado es una condición en la que el tabique nasal - el hueso y el cartílago que dividen la cavidad nasal de la nariz en la mitad - es significativamente fuera del centro, o torcido, lo que hace difícil la respiración.
Causas de la desviación del tabique nasal
Algunas personas nacen con el tabique desviado. Otras personas desarrollan un tabique desviado después de una lesión o traumatismo en la nariz.
Síntomas del tabique desviado
El síntoma más común de un tabique desviado es la congestión nasal, con un lado de la nariz más congestionado que el otro, junto con la dificultad para respirar. Las infecciones sinusales recurrentes o repetidas también pueden ser un signo de desviación del tabique. Otros síntomas son la frecuencia:
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Hemorragias nasales
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Dolor facial
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Dolor de cabeza
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Goteo postnasal
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Respiración ruidosa y ronquidos durante el sueño
Un tabique desviado también puede causar apnea del sueño, una afección grave en la que la persona deja de respirar durante el sueño.
Tratamientos del tabique desviado
A veces los síntomas de un tabique desviado pueden aliviarse con medicamentos. Si los medicamentos por sí solos no ofrecen un alivio adecuado, puede ser necesario un procedimiento quirúrgico llamado septoplastia para reparar el tabique torcido y mejorar la respiración.
Cirugía del tabique desviado
Durante la septoplastia, un cirujano, trabajando a través del interior de la nariz, hace una pequeña incisión en el tabique y luego elimina el exceso de hueso o cartílago necesario para igualar el espacio respiratorio de las fosas nasales.
A veces, la rinoplastia, o "reparación de la nariz", se combina con la septoplastia para mejorar el aspecto de la nariz. Este procedimiento se denomina septorrinoplastia. La septoplastia también puede combinarse con la cirugía de los senos paranasales.
La cirugía para reparar un tabique desviado suele realizarse de forma ambulatoria con anestesia local o general y dura entre una hora y una hora y media, dependiendo de la cantidad de trabajo que se realice. Debería poder volver a casa tres o cuatro horas después de la intervención.
Es posible que se coloquen férulas internas o material de relleno blando en la nariz para estabilizar el tabique mientras se cura. Si la septoplastia es el único procedimiento que se realiza, la inflamación y los hematomas después de la cirugía son mínimos o nulos. Sin embargo, si se realiza una septorrinoplastia, es normal que haya una o dos semanas de hinchazón y hematomas tras la intervención.
Si es posible, es mejor esperar hasta que la nariz haya dejado de crecer, alrededor de los 15 años, para someterse a la cirugía.
Cada vez hay más procedimientos nuevos que utilizan técnicas de septoplastia con balón que evitan la cirugía real y se realizan en el consultorio. Estos se están realizando para los casos más leves.
Riesgos de la cirugía de tabique desviado
Ninguna cirugía está completamente exenta de riesgos, y los beneficios de someterse a ella -en este caso, poder respirar mejor- deben ser mayores que los riesgos. La septoplastia y la septorrinoplastia son procedimientos comunes y seguros; los efectos secundarios son poco frecuentes. Aun así, hable con su médico sobre los posibles riesgos de la cirugía antes de tomar una decisión sobre el tratamiento.
Aunque son raros, los riesgos de la septoplastia y/o rinoplastia pueden incluir:
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Infección
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Sangrado
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Agujero (perforación) del tabique.
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Pérdida de la capacidad olfativa
Si tiene síntomas nasales y cree que puede tener el tabique desviado, pida cita para ver a un otorrinolaringólogo. Hay una serie de razones por las que puede estar experimentando estos síntomas, incluyendo la sinusitis crónica o las alergias nasales. Asegúrese de obtener el diagnóstico correcto para que pueda recibir el tratamiento que necesita.