Transición y comprensión de las diferentes formas de cambiar de género

Criar a un niño transgénero puede ser un territorio desconocido para muchos padres. El médico ofrece información sobre los métodos de transición y lo que se puede esperar.

El proceso no siempre significa operarse. Puede adoptar varias formas. Algunas son pasos no permanentes, como la elección de un nuevo nombre, el cambio de pronombres y el uso de ropa y peinados diferentes. Otras incluyen tratamientos y procedimientos médicos para cambiar el cuerpo.

No hay una fórmula fija para la transición: Algunos niños transgénero se conforman con expresar su identidad de género sin necesidad de tomar medidas médicas, mientras que otros quieren cambiar su anatomía para que coincida con cómo se sienten y cómo quieren que les vean los demás.

Junto con el médico de tu hijo y un asesor de salud mental, puedes ayudar a tu hijo a encontrar el camino correcto. Sea cual sea su elección, los estudios demuestran que los niños cuyas familias les apoyan y aceptan en el género con el que se identifican tienen la mejor salud mental.

Transición social

Los niños suelen iniciar el proceso de transición por sí mismos, cambiando su forma de presentarse. Puede que quieran vestirse o llevar el pelo como el género con el que se identifican, quizá sólo en casa al principio. En algún momento, puede que quieran que les llamen por otro nombre y que utilicen pronombres diferentes. Con el apoyo adecuado, los niños pueden llegar a vivir a tiempo completo en el género con el que se identifican. Todos estos son pasos completamente reversibles, y pueden ser todo lo que tu hijo necesita para sentirse cómodo.

Transición médica

La pubertad puede ser especialmente molesta para muchos niños transgénero. A partir de los primeros indicios de los cambios -alrededor de los 10 años en el caso de las niñas y de los 11 en el de los niños-, los médicos pueden recetar bloqueadores hormonales, que son inyecciones o implantes que impiden que el cuerpo libere estrógeno o testosterona. Esto significa que el cuerpo no experimentará los cambios permanentes que normalmente se producen durante la pubertad, como el crecimiento del vello facial, la aparición de la manzana de Adán, los cambios de voz, el crecimiento de los pechos y el inicio de los períodos menstruales. Pero los efectos de la medicación son reversibles. Tu hijo podría decidir más adelante... dejar de tomarlos y pasar por los cambios físicos de su sexo biológico.

Los bloqueadores de la pubertad pueden dar a su familia algo de tiempo para reflexionar sobre el futuro antes de que su hijo pase por la pubertad, que es irreversible. Eso puede ayudarles a evitar la necesidad de cirugías (como la extirpación de las mamas) y otros tratamientos más adelante.

Los bloqueadores hormonales se han probado y utilizado con seguridad durante décadas en niños que empiezan la pubertad demasiado jóvenes. Su uso en niños transgénero es una práctica relativamente nueva y se considera un uso no autorizado de la medicación, no aprobado por la FDA. Pero la Sociedad de Endocrinología Pediátrica apoya ese uso. Los menores de 18 años necesitan el consentimiento de sus padres para empezar a tomar estos medicamentos.

Hormonas del sexo cruzado

Muchos niños transexuales deciden que quieren tomar hormonas que permitan que su cuerpo se desarrolle como el género con el que se identifican. Los médicos pueden recetar estrógenos o testosterona... en cantidades gradualmente mayores para imitar la pubertad del género femenino o masculino. La Sociedad de Endocrinología recomienda que los niños empiecen a tomar estas hormonas alrededor de los 16 años, pero los médicos las inician a partir de los 13 ó 14 años.

La mayoría de las personas que empiezan a tomar estas hormonas lo hacen de por vida, y los médicos no saben mucho sobre cómo afectan a las personas a largo plazo.

Lo que sí saben es que el tratamiento puede afectar a la posibilidad de tener hijos más adelante. Dependiendo de lo avanzada que esté la pubertad de tu hijo, pueden optar por congelar el esperma o recoger los óvulos antes de empezar con las hormonas.

Hable detenidamente con el médico de su hijo sobre los efectos secundarios, los riesgos y los beneficios de las hormonas, y cómo se equilibran con los riesgos a largo plazo que se desconocen en este momento.

Cirugía

La cirugía de afirmación del género es una opción para los adolescentes mayores y los adultos jóvenes. Los chicos transgénero que ya han pasado por la pubertad en su sexo de nacimiento pueden querer quitarse los pechos; otros procedimientos pueden cambiar los rasgos faciales, modificar la voz y eliminar el pelo.

Los adolescentes y jóvenes transgénero también pueden querer operarse los genitales. La Sociedad de Endocrinología recomienda que esperen hasta los 18 años, pero como cada vez hay más niños que hacen la transición a edades más tempranas, algunos médicos están haciendo estas cirugías antes, según cada caso.

Transición legal

Un niño tiene derecho a insistir en que los demás le llamen por su nombre y pronombres preferidos, independientemente de su nombre legal o del sexo que figure en su partida de nacimiento. Pero las personas transgénero suelen descubrir que cambiar sus documentos de identidad puede facilitarles la vida. Los pasos para este tipo de transición pueden incluir un cambio de nombre legal, cambiar la designación del sexo en el certificado de nacimiento, la tarjeta de la Seguridad Social, el permiso de conducir y el pasaporte. El proceso varía según el estado; muchos organismos exigen que la persona muestre una prueba de cirugía de reasignación de género, pero esta práctica está cambiando. Para obtener más información sobre los derechos legales de los transexuales, visite el sitio web de Lambda Legal.

Sea cual sea el tipo de transición que le parezca a tu hijo, es importante que trabajes con su médico y con un terapeuta que tenga experiencia en el apoyo a niños y adolescentes transgénero. Habla con estos profesionales desde el principio para asegurarte de que entiendes las opciones disponibles en todas las etapas. También pueden ayudarte a entender los problemas que tu hijo tendrá que gestionar por sí mismo cuando sea adulto.

Recuerda que, independientemente del sexo con el que se identifique tu hijo, eso no cambia su identidad. Acéptalo y quiérelo como siempre lo has hecho. Un terapeuta o un grupo de apoyo también pueden ayudarte a manejar el estrés o las preocupaciones que puedas sentir.

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