¿Listo para decir adiós a los pañales? Descubre cuándo debes empezar el entrenamiento para ir al baño, junto con consejos para que el proceso sea mejor tanto para ti como para tu hijo.
Cuando tienes un bebé, estás hasta las rodillas de pañales. Están metidos en tu bolso. Apilados cerca de la cuna. Guardados en cajas bajo las camas. Incluso puede que tengas unos cuantos escondidos en la guantera del coche, por si acaso.
Los pañales forman parte de tu vida, día tras día, durante tanto tiempo que es difícil imaginar que ya no los necesites. Parece que queda muy lejos el día en que tu hijo entre en el baño, haga pis o caca, se limpie, se lave las manos y vuelva a salir sin que te des cuenta.
Y sin embargo, ese día se acerca. Y será tan glorioso como lo ha sido en tus sueños. De aquí a ese momento, hay un gran proyecto: el entrenamiento para ir al baño, o para usar el término para adultos, el entrenamiento para ir al baño. Puede que tú estés preparado para hacer la transición, pero ¿lo está tu hijo?
Cuándo empezar el entrenamiento para ir al baño
Con el entrenamiento para ir al baño, al igual que hablar, caminar y dormir toda la noche, el momento de cada niño es diferente. No hay una edad perfecta para empezar a enseñar a tu hijo a ir al baño. ¿Cómo sabrás si tu hijo está preparado? Mostrará interés de diversas maneras, como haciendo preguntas sobre el inodoro, el orinal y la ropa interior.
Que tu hijo esté preparado o no depende de su estado físico y emocional. Muchos niños muestran interés hacia los 2 años, mientras que a otros les da igual hasta los 2 años y medio o los 3. Pero aquí siempre hay excepciones. Las niñas suelen mostrar interés antes que los niños y se hacen con él más rápidamente.
No es necesario sacar el orinal en cuanto tu hijo empiece a hacer preguntas. Hazte primero algunas preguntas:
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Puede mi hijo sentarse en el asiento del orinal y volver a levantarse sin mi ayuda?
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Pueden seguir instrucciones básicas??
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Me avisan cuando es la hora de irse?
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Puede mi hijo bajarse los pañales, los calzoncillos de aprendizaje o la ropa interior sin mi ayuda?
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Pueden controlar los músculos de la vejiga y el intestino y mantener un pañal seco durante al menos 2 horas?
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Les molesta tener el pañal sucio?
Si has respondido afirmativamente a estas preguntas, tu hijo está preparado. Pero, ¿lo estás tú? Aunque tener un niño entrenado para ir al baño es más fácil a largo plazo, requiere tiempo, concentración y mucha paciencia. Puede ser mejor esperar si:?
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Estás a punto de tener otro hijo?
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¿Estás viajando?
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Estás a punto de moverte
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Su hijo está pasando de la cuna a la cama
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Su hijo está enfermo, especialmente si hay diarrea
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Tu familia está pasando por una agitación, como una enfermedad grave o una muerte?
Esperar a que se restablezca la rutina os ayudará a preparar a ambos para el éxito. Si empiezas a enseñar a tu hijo a ir al baño antes de que esté preparado, el proceso puede durar más de lo necesario. Y, sin duda, ya te habrás dado cuenta de lo testarudos que pueden ser los niños pequeños.
Consejos para el aprendizaje del orinal
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Sé un modelo de orinal positivo. Cuando vayas al baño, aprovecha para hablar con tu hijo sobre el proceso. Utiliza palabras que tu hijo pueda decir, como pipí, caca y orinal.
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Si tienes pensado que tu hijo empiece a usar el orinal, colócalo en el baño para que se acostumbre a él. Haz que sea un lugar divertido en el que tu hijo quiera sentarse, con o sin el pañal puesto. Deja que se siente en el orinal mientras le lees u ofreces un juguete.
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Sintoniza con las señales. Sé consciente de cómo se comporta tu hijo cuando tiene que hacer pis o caca. Busca una cara roja y escucha los gruñidos. Entonces, ¡lleva a tu hijo al orinal rápidamente!
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Fíjate en las horas en las que hacen pis y caca durante el día. A continuación, establece una rutina en la que tu hijo se siente en el orinal durante esos momentos, especialmente después de las comidas o tras haber bebido mucho líquido...
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Vístelos con ropa que puedan manejar fácilmente por sí mismos.
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Enséñales a limpiarse correctamente, de adelante hacia atrás, y a lavarse las manos cuando terminen. A los niños les resulta más fácil aprender a orinar sentados primero.
Utiliza muchos elogios, elogios y más elogios. ¿Las palabras motivan a su hijo? ¿Pegatinas en una tabla? ¿Juguetes pequeños o cuentos adicionales para dormir? Comprueba lo que te parece bien y utilízalo para premiar las decisiones positivas sobre el orinal. Tu buena actitud te será muy útil, sobre todo cuando se produzcan accidentes.
Tener paciencia en el entrenamiento para ir al baño
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Sentarse en el orinal debe ser un deseo, no una obligación. Si tu hijo no está por la labor, no lo fuerces.
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Justo cuando crees que tu hijo lo ha clavado, ocurren accidentes. Está bien que te sientas frustrado, pero no castigues ni avergüences a tu hijo. Eso no le acercará a su objetivo. Respira hondo y céntrate en lo que tú y tu hijo podéis hacer mejor la próxima vez.
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No conviertas el entrenamiento para ir al baño en una lucha de poder. Cuanto más presiones, más se resistirán. Si tu hijo se siente estresado y ansioso, puede tener contratiempos?
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No compare a su hijo con otros niños. A algunos padres les gusta presumir de lo fácil que fue el aprendizaje del orinal en su familia. Así que si tu vecino dice que sus hijos aprendieron a ir al baño solos, sonríe y recuerda que la única forma correcta es la que funciona para ti.
Entrenamiento nocturno y en la siesta para ir al baño
Cuando tu hijo por fin es capaz de ir al baño solo, es un hito que hay que celebrar. Pero mantenerse seco cuando duerme es un juego completamente diferente. Sus cuerpos pueden tardar meses o años en madurar hasta el punto de que siempre se despierten cuando necesitan ir al baño.
Así que no te preocupes. Pon una funda protectora en su colchón y sigue usando pañales o calzoncillos de entrenamiento a la hora de la siesta y durante la noche mientras tu hijo crece. Pero habla con tu médico si está preparado para empezar el colegio y sigue mojando por la noche.