Mal comportamiento de los adolescentes y planes de disciplina - Promover el crecimiento saludable Edades 15 - 18

Aprenda más del doctor sobre cómo manejar el mal comportamiento de su adolescente y las mejores tácticas de disciplina para adolescentes.

Enfadarse, discutir, mentir y rebelarse son sólo algunas de las formas en que los adolescentes se comportan mal. Hay una buena explicación para estos malos comportamientos. A medida que los adolescentes se vuelven más independientes, aún carecen de la madurez emocional necesaria para tomar decisiones informadas y meditadas. Las partes del cerebro que controlan la toma de decisiones y el control de los impulsos no se han desarrollado completamente. La combinación de autonomía e inmadurez puede conducir a comportamientos adolescentes de riesgo, como beber, fumar y tener relaciones sexuales sin protección.

Usted quiere que sus hijos hagan las cosas bien, pero disciplinar a los adolescentes no es fácil. Cuando te contestan, no puedes ponerlos en un tiempo muerto como hacías cuando eran pequeños. La crianza eficaz de los adolescentes requiere estrategias disciplinarias más inteligentes y sólidas.

El objetivo de la disciplina es conseguir un mayor control sobre tus hijos, sin ser demasiado controlador.

Establezca reglas claras

Los preadolescentes y los adolescentes empujan los límites para ver cómo responderán sus padres. Es importante establecer reglas claras, y tener consecuencias por romper esas reglas. Por ejemplo, el castigo por incumplir el toque de queda puede ser que el adolescente tenga que quedarse en casa el siguiente fin de semana.

Conseguirás menos resistencia si implicas a tus hijos en el diseño de sus propias consecuencias. Eso sí, no olvides que tú sigues teniendo la última palabra.

Ponlo por escrito

Para que no haya malentendidos, elabora una lista formal de las normas de la casa o escribe un contrato de comportamiento que firméis tú y tu hijo. Coloque la lista o el contrato en la nevera o en otro lugar central donde sus hijos no puedan perderlo.

Algunos ejemplos de reglas claras son: "El toque de queda es a las 8 de la tarde entre semana, a las 10 de la noche los fines de semana y no se sale hasta que se terminen los deberes". Explica también las consecuencias: "Quien incumpla una de estas normas perderá la televisión durante un día". Si tus hijos se pasan de la raya, sólo tienes que señalar la lista.

Sé firme... y coherente

Los adolescentes son maestros negociadores y manipuladores. Son expertos en detectar cualquier signo de debilidad de los padres. Si usted no se decide y cede a sus peticiones de clemencia, esperarán la misma respuesta cada vez que se comporten mal o rompan una norma.

Ser coherente con la disciplina de los adolescentes también significa que ambos padres deben estar de acuerdo. Si uno de los padres siempre dice "sí" y el otro siempre dice "no", el adolescente sabrá exactamente a qué padre debe dirigirse.

Aunque sea firme, no olvide ser también justo y comprensivo. Un poco de empatía hace mucho al disciplinar a los adolescentes.

Conoce las reglas que son importantes para ti

Hay que ser consecuente, pero no duro. No pasa nada por ceder en los pequeños detalles de vez en cuando, siempre que no se trate de algo peligroso.

Por ejemplo, el pelo morado puede no gustarte, pero probablemente no le hará daño a tu hijo adolescente. El consumo de drogas y alcohol, en cambio, no es negociable.

Sé un buen modelo a seguir

Si la norma es "No decir palabrotas en casa" y tú maldices como un marinero, estás dando a tu hijo adolescente un pase libre para hacer lo mismo. La mejor manera de fomentar los comportamientos positivos de los adolescentes es predicar con el ejemplo.

Enséñale a ser responsable

Una parte importante de la crianza de los adolescentes es enseñarles a tomar decisiones. Los niños deben aprender que cualquier elección que hagan -buena o mala- tiene consecuencias. Siéntese y hable de algunas de las consecuencias peligrosas y a largo plazo que pueden tener los comportamientos de riesgo, como el abuso de drogas, el embarazo, el tabaquismo y la conducción bajo los efectos del alcohol.

Sepa que, por muy bien que prepare a sus hijos, van a cometer algunos errores. Lo importante es enseñarles a aprender de esos errores.

Manténgase involucrado

Una de las mejores formas de prevenir el mal comportamiento de los adolescentes es saber qué hacen tus hijos. No es necesario que espíes a tus hijos adolescentes ni que escuches sus conversaciones telefónicas, sólo tienes que ser un padre involucrado e interesado. Pregunte qué hacen sus hijos cuando salen con sus amigos. Sepa con quiénes salen y a dónde van.

Ser un padre implicado también significa estar atento a cualquier señal de advertencia de que su hijo adolescente tiene problemas. Estas señales incluyen: faltar a la escuela, perder o ganar mucho peso rápidamente, tener problemas para dormir, pasar más tiempo solo, tener problemas con la ley o hablar de suicidio. Si observa alguno de estos cambios en su hijo adolescente, solicite la ayuda de un médico o terapeuta de inmediato.

Comprender

Puede que recuerdes tu propia adolescencia con gafas de color de rosa, pero no olvides que esta tumultuosa etapa de la vida viene acompañada de mucho estrés. Los adolescentes están sometidos a una enorme presión para que les vaya bien en la escuela, para que destaquen en un montón de actividades diferentes, para que sigan todas las modas actuales y para que encajen con sus amigos.

Antes de reprender a tu hijo por su mal comportamiento, trata de entender qué es lo que lo impulsa. ¿Podría haber problemas en la escuela? ¿Problemas con el novio o la novia? ¿Intimidación?

Haz que tus hijos se abran a ti para contarte sus problemas creando un ambiente de honestidad y respeto. Hazles saber que pueden hablar contigo de cualquier cosa. Incluso temas delicados como el sexo, el tabaco o el consumo de drogas no deberían estar prohibidos.

No es fácil hablar de temas delicados. Pero debes hacer el esfuerzo. Hablar con tus hijos es una de las formas más poderosas de asegurarte de que se mantienen libres de tabaco y drogas. No tiene por qué ser una conversación formal y sentada. De hecho, hablar de los peligros de fumar y consumir drogas debería formar parte de una conversación continua si quieres que el mensaje se mantenga.

  • Hágalo a escondidas siempre que pueda. Intenta hablar con tus hijos sobre las drogas, el alcohol y el tabaco en cualquier momento en que estéis juntos: antes del colegio, de camino al ensayo o a la práctica, o después de cenar.

  • Inicie la conversación sacando a relucir un incidente reciente relacionado con las drogas o el alcohol en su comunidad o familia. Si hay amigos o familiares que han muerto o se han puesto muy enfermos por enfermedades relacionadas con el tabaco -como el cáncer, las cardiopatías y las enfermedades pulmonares- hágaselo saber a sus hijos. O si usted y su hijo ven a un grupo de niños bebiendo o fumando, aproveche el momento para hablar de los efectos negativos del alcohol, el tabaco y las drogas.

  • Hable sobre si los amigos de sus hijos consumen tabaco, drogas o alcohol. Anime a sus hijos a alejarse de los amigos que no aceptan o respetan sus razones para no fumar o beber. La presión de los compañeros juega un papel importante en las decisiones que tomará su hijo. Hable con ellos sobre lo que es y no es un buen amigo. Represente formas en las que su hijo puede negarse a seguir a sus amigos. Elógielo si da una buena respuesta. Ofrezca algunas sugerencias si no lo hacen.

  • Si notas algún signo de que tu hijo podría estar fumando, no reacciones de forma exagerada. Pregúntale a tu hijo primero. Muchos adolescentes prueban los cigarrillos por curiosidad, pero no necesariamente se convierten en fumadores habituales. Y a veces huelen a humo porque la gente de su entorno ha fumado. Averigüe con seguridad antes de hacer una acusación.

  • Si su hijo se vuelve retraído, pierde peso, empieza a ir mal en la escuela, se vuelve extremadamente malhumorado, tiene los ojos vidriosos, muestra más que la habitual dificultad adolescente para levantarse de la cama por la mañana -o si los medicamentos de su botiquín parecen estar desapareciendo- hable con su hijo inmediatamente.

Haz saber a tus hijos adolescentes que siempre les querrás y les apoyarás, hagan lo que hagan.

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