Las esponjas de cocina están repletas de bacterias, advierten los científicos que dicen que probablemente no son la opción más saludable para limpiar la vajilla con la que comemos.
Los platos podrían ensuciarse más con la esponja de cocina
Por Tara Haelle
30 de marzo de 2022 -- Una esponja de cocina es el entorno perfecto para un próspero smorgasbord de diferentes bacterias, según investigadores de la Universidad de Duke. Tras realizar experimentos, los científicos descubrieron que la esponja del fregadero de la cocina es una mejor incubadora para diversas comunidades de bacterias que una placa de Petri en un laboratorio.
Y no son sólo los restos atrapados los que alimentan a los microbios que pululan, advierten. Es la estructura de la esponja la que alberga estos gérmenes.
Pero hay otro beneficio de una investigación como ésta que nos toca más de cerca: Descubrir qué objetos son los más propensos a estar repletos de bacterias nos ayudará a evitar los daños que provocan en la salud. Los investigadores de este estudio no analizaron las alternativas de lavado de vajilla para encontrar entornos bacterianos menos hospitalarios, pero es posible que los trapos o los cepillos de fregar sean menos propensos a albergar una comunidad de microbios tan diversa como las esponjas de cocina.
A fin de cuentas, las bacterias son un poco como las personas: Algunas son extrovertidas y gregarias y prefieren vivir en comunidad, mientras que otras son solitarias y reticentes y prefieren evitar las multitudes. Cuando se echa un montón de bacterias diferentes en una placa de Petri, las solitarias no tienen dónde esconderse, lo que limita la amplitud y diversidad de la comunidad microbiana.
¿Pero una esponja de cocina? Tiene la estructura perfecta para proporcionar grandes espacios a las bacterias amantes de la comunidad, así como compartimentos más pequeños para las bacterias que sólo quieren estar solas. Por tanto, una esponja de cocina es el entorno perfecto para una próspera variedad de bacterias.
Al menos, eso es lo que descubrió el grupo de ingenieros biomédicos que hizo experimentos para saber cómo las especies de bacterias afectan a la población de otras especies en diferentes entornos. Los investigadores publicaron sus conclusiones en la revista Nature Chemical Biology.
Entender cómo afecta un entorno concreto a los microbios puede ser útil para las industrias que utilizan bacterias para realizar diferentes trabajos. Por ejemplo, los microbios que devoran el petróleo ayudan a limpiar los vertidos. Averiguar en qué entornos se desarrollan mejor puede hacer que la limpieza de la contaminación sea más eficaz.
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