Un nuevo dispositivo portátil podría ayudar a prevenir las muertes por sobredosis

Un nuevo dispositivo wearable podría ayudar a prevenir las muertes por sobredosis

Por Tara Haelle

27 de enero de 2022 -- No es ningún secreto que una epidemia de salud pública en particular no ha hecho más que empeorar durante la pandemia de COVID-19: las muertes por sobredosis de drogas. Entre mayo de 2020 y abril de 2021, más de 100.000 personas murieron en Estados Unidos por sobredosis, según los CDC. Alrededor del 64% de esas muertes fueron por opioides, principalmente fentanilo.

Para reducir esas muertes, investigadores de la Universidad de Washington han desarrollado un nuevo dispositivo portátil que puede detectar si una persona sufre una sobredosis de opioides.

Es posible revertir una sobredosis de opioides con el fármaco naloxona, pero hay que administrarlo en cuanto alguien muestra signos de sobredosis o deja de respirar. Si una persona sufre una sobredosis sola, o si nadie cercano tiene una dosis de naloxona o la formación para administrarla, la probabilidad de que esa persona muera es mucho mayor. Esto llevó a los investigadores a desarrollar un sistema de autoinyección que las personas con trastorno por consumo de opiáceos pueden llevar contra el vientre. El nuevo dispositivo funciona de forma muy parecida a una bomba de insulina.

Dispone de sensores para detectar patrones de respiración y está programado para reconocer los signos de respiración y movimiento lentos o detenidos. Si los sensores detectan síntomas respiratorios que ponen en peligro la vida y significan una sobredosis, activa una inyección de naloxona. Los investigadores probaron el dispositivo con voluntarios en dos entornos y publicaron sus resultados en la revista Scientific Reports en noviembre.

Uno de los lugares de prueba fue una clínica de inyección supervisada en Vancouver (Canadá), donde las personas con adicción pueden consumir drogas por vía intravenosa con la presencia de un profesional médico capacitado. Veinticinco voluntarios llevaron el dispositivo para asegurarse de que medía con precisión sus patrones de respiración mientras consumían opioides, pero los dispositivos no estaban programados para administrar la naloxona.

El otro lugar fue un hospital en el que 20 voluntarios que no tomaban opioides llevaron los dispositivos y mantuvieron la respiración durante 15 segundos para imitar el síntoma de dejar de respirar. Durante esta prueba, los dispositivos inyectaron una dosis de naloxona cuando detectaron que la persona no se había movido durante al menos 15 segundos.

La naloxona se une a los receptores de opioides y revierte y bloquea los efectos de otros opioides si se han consumido. Después de las inyecciones, se tomó una muestra de sangre a los participantes para asegurarse de que la pequeña dosis de droga había entrado en su torrente sanguíneo.

El nuevo estudio demuestra que el dispositivo actúa como debe y suministra la dosis correcta al sistema circulatorio de la persona. Dicho esto, se necesitan más estudios antes de que los investigadores puedan solicitar la aprobación de la FDA. Asimismo, además de realizar más pruebas sobre la seguridad y eficacia de los dispositivos, los investigadores necesitan saber hasta qué punto son cómodos de llevar y si están lo suficientemente ocultos a la vista como para que las personas con adicción a los opioides estén dispuestas a llevarlos.

Hot