Demasiadas cosas
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Si tus armarios están a reventar o tu escritorio está repleto de montones de papeles desorganizados, es posible que quieras dar algunos pasos hacia un hogar o espacio de trabajo más ordenado. Aunque un poco de caos puede tener algunas ventajas -al menos un estudio sugiere que una habitación desordenada estimula la creatividad-, tiene muchas más desventajas. Incluso puede ser perjudicial para tu salud física y mental.
El desorden equivale al estrés
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Cuando todo está en orden, sabes exactamente dónde has puesto las gafas y las llaves para poder cogerlas y seguir con tu día. Eso ahorra tiempo y muchas molestias. En un estudio, las mujeres que veían su casa desordenada tenían altos niveles de la hormona del estrés cortisol a lo largo del día, mientras que las que describían su morada como un espacio bien organizado y descansado tenían niveles más bajos.
No es más fácil
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Si eres un poco despistado porque tu espacio está disperso, no esperes a poner orden. Una investigación ha demostrado que los adultos de 50 años que tienen demasiados montones de cosas son más propensos que los más jóvenes a aplazar la toma de decisiones sobre lo que deben eliminar. El estudio también descubrió que esos montones pueden hacer que estés menos satisfecho con tu vida.
Tu mente divaga
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Es difícil concentrarse en tareas importantes cuando varias cosas compiten por tu atención. Los investigadores han descubierto que estar rodeado de desorganización dificulta la concentración del cerebro. Puede ser especialmente difícil para las personas con TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad). Si tienes TDAH, un organizador o entrenador profesional puede ser la mejor manera de restablecer el orden en tu espacio.
Pasa los pañuelos
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Hay una razón por la que la gente suele llamar a los cachivaches "acumuladores de polvo". Demasiadas cosas hacen más difícil mantener tu espacio limpio. Si eres alérgico a cosas como los ácaros del polvo o la caspa de las mascotas, el desorden debería facilitarte la tarea de quitar el polvo y pasar la aspiradora y controlar síntomas como los estornudos, las sibilancias y el picor de ojos.
Vergüenza y aislamiento
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Una casa limpia y ordenada resulta acogedora, tanto para las personas que la habitan como para los invitados. Una casa desordenada puede dar la sensación contraria. Pero dejar de lado a la gente puede afectar a las relaciones y hacer que uno se sienta triste y solo. Esa podría ser una de las razones por las que el trastorno de acumulación tiende a coincidir con los trastornos de depresión y ansiedad.
Resbalones y caídas
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Vivir con mucho desorden te pone en riesgo de lesionarte. Cuando el suelo está cubierto de cajas, montones de ropa o incluso demasiados muebles, es mucho más fácil tropezar. Las estanterías repletas de libros y cachivaches también pueden ser un peligro si se cae algo o se vuelca un mueble sobrecargado.
Pulcritud y generosidad
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Un entorno más organizado puede hacer que te preocupes más por los demás. En un estudio, los voluntarios que rellenaron las encuestas en una habitación ordenada eran más propensos a decir que querían donar a una organización benéfica en comparación con los que fueron interrogados en una habitación desordenada.
Problemas de memoria
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Algunas personas que viven en casas desordenadas tienen una "memoria de trabajo" más pobre, según las investigaciones. El cerebro está programado para ser capaz de recordar sólo unos pocos detalles a la vez durante un corto período de tiempo, por lo que puede sobrecargarse cuando hay demasiadas cosas.
La seguridad es lo primero
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Si te has pasado con los papeles y otros objetos inflamables, tu casa puede ser un peligro de incendio. Aunque un incendio se inicie de la forma más habitual (el aceite de cocina arde o un quemador pilla el borde del paño de cocina), el desorden dificulta la obtención de ayuda. No sólo tendrás más problemas para salir a tiempo si tus caminos y salidas están bloqueados, sino que los bomberos también tendrán más dificultades para apagar las llamas.
Vinculado al aumento de peso
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Las personas que llenan sus casas con tantas cosas que pueden padecer un trastorno de acaparamiento también parecen ser más propensas a comer en exceso y ser obesas. Un estudio descubrió que a medida que el acaparamiento empeoraba, también lo hacían el índice de masa corporal (IMC) y los síntomas de atracones (comer grandes cantidades de comida en poco tiempo).
Despierto toda la noche
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Las personas que padecen un trastorno de acaparamiento también parecen tener más probabilidades de sufrir insomnio. La relación entre ambos no está del todo clara, pero el sueño es importante para pensar con claridad y tomar decisiones. Si estás privado de sueño, es más probable que tomes decisiones cuestionables, incluidas las que implican conseguir más cosas que realmente no necesitas.