La actriz Sarah Hyland fue noticia en 2018 cuando reveló que se había sometido a su segundo trasplante de riñón. La estrella de Modern Family nació con una condición llamada displasia renal. Sus riñones no se desarrollaron de forma típica y, a medida que crecía, empezaron a fallar...
En 2012, el padre de Hylands donó un riñón a su hija. Al cabo de cuatro años, su cuerpo rechazó el órgano trasplantado y necesitó tratamiento de diálisis por insuficiencia renal. En 2017, su hermano le donó un riñón para su segundo trasplante, que hasta ahora ha sido exitoso.
La displasia renal no es infrecuente. Según algunas estimaciones, 1 de cada 4.000 bebés nace con esta enfermedad. En muchos casos, solo afecta a un riñón y no causa problemas de salud. Otras veces, afecta a ambos riñones y es necesario un tratamiento médico.
Causas de la displasia renal
Los riñones son órganos del tamaño de un puño que funcionan como filtros del cuerpo. La sangre fluye a través de los riñones, y éstos eliminan los desechos y el exceso de agua. Estos residuos salen del cuerpo en forma de orina.
La displasia renal se desarrolla antes del nacimiento. Normalmente, los riñones de un bebé no nacido se forman entre las semanas 5 y 12 de embarazo. Estos órganos con forma de judía están conectados a unos tubos llamados uréteres. Los uréteres se ramifican en los riñones y forman una red de túbulos destinados a contener la orina.
Con la displasia renal, los túbulos no se forman y no hay lugar para almacenar la orina. La orina se acumula y forma quistes en los riñones. Los quistes sustituyen al tejido renal normal e impiden que los riñones funcionen correctamente.
La displasia renal puede ser resultado de factores genéticos. También puede ser un síntoma de otros síndromes que afectan a varios sistemas del organismo. En algunos casos, la displasia renal puede ser el resultado de la toma de ciertos fármacos o medicamentos recetados durante el embarazo.
Vivir con displasia renal
La displasia renal afecta a diferentes personas de distintas maneras. Algunas personas nunca saben que tienen un trastorno renal. Otras necesitan un tratamiento de por vida para la enfermedad.
Displasia renal leve. A veces, la displasia renal sólo afecta a un riñón. El otro riñón se desarrolla normalmente y funciona bien. Cuando esto ocurre, es posible que no se presenten síntomas ni complicaciones de la enfermedad. Las personas pueden vivir plenamente con un solo riñón, siempre que éste funcione correctamente.
Displasia renal grave. Si ambos riñones están afectados, es probable que tenga problemas de salud que necesiten tratamiento. Deberá acudir a un médico especializado en afecciones renales que controlará el funcionamiento de sus riñones. Si sus riñones empiezan a fallar, necesitará un tratamiento que podría incluir diálisis o trasplante de riñón.
Diagnóstico de la displasia renal
Los médicos a menudo pueden ver la displasia renal durante una ecografía de rutina durante el embarazo. Si los médicos sospechan que hay displasia renal, hablarán con los futuros padres sobre la enfermedad antes de que nazca el bebé. Los médicos de su hijo pueden estar atentos a los signos de problemas renales a medida que crece.
Otras veces, los médicos no sospechan de la displasia renal hasta que aparecen los síntomas. Los síntomas de la insuficiencia renal incluyen:
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Fatiga
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Dolores de cabeza
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Cambios en el apetito
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Aumento o disminución de la micción
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Náuseas
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Hinchazón, especialmente en la cara y las piernas?
Si su médico sospecha que tiene insuficiencia renal, le pedirá análisis de sangre y de orina. También utilizarán una ecografía para observar tus riñones. La ecografía puede mostrar signos de daño o displasia.
Tratamiento de la displasia renal
Si sólo tiene un riñón con displasia, es posible que no necesite ningún tratamiento. Si empieza a tener problemas renales, hay varios tratamientos diferentes.?
Control del estilo de vida. Si tiene un caso más grave de displasia, su médico vigilará de cerca su salud. Además de comprobar la función renal, harán un seguimiento de otras posibles complicaciones de la desolación renal, como la anemia o la hipertensión. Es posible que necesite medicación para tratar los síntomas. Es posible que tenga que seguir una dieta limitada para reducir el riesgo de daño renal.
Diálisis. Si sus riñones dejan de funcionar bien, puede necesitar diálisis. Se trata de un tratamiento en el que una máquina limpia su sangre para eliminar los residuos que normalmente filtran sus riñones. La diálisis dura varias horas por tratamiento y la mayoría de las personas necesitan tres o más tratamientos por semana.
Trasplante de riñón. En los casos más graves, es posible que necesite un trasplante de riñón. En esta situación, un donante vivo con tipos de sangre y tejidos que coincidan con los suyos puede donarle uno de sus riñones. Los familiares suelen ser los mejores donantes.
Cualquier trasplante de órganos es una cirugía mayor. Tras el trasplante, tendrá que tomar medicación antirrechazo durante el resto de su vida para que su cuerpo no ataque al nuevo órgano. Después de un trasplante exitoso, su salud debería mejorar.
Si tiene displasia renal, su médico le dirá cuál es la mejor manera de controlar la enfermedad.