La escrófula, también llamada linfadenitis tuberculosa cervical, es un tipo de infección tuberculosa. Está causada por la misma bacteria que provoca la tuberculosis pulmonar (TB). La tuberculosis es una enfermedad bacteriana altamente infecciosa. Suele afectar a los pulmones y puede provocar daños pulmonares importantes o la muerte si no se trata. En el caso de la escrófula, las bacterias se instalan en los ganglios linfáticos del cuello en lugar de infectar los pulmones.
La escrófula es menos frecuente que la tuberculosis en los pulmones. Sólo un 5% de los casos de tuberculosis se convierten en escrófula. Es relativamente rara en Estados Unidos, pero hay más casos en zonas donde la tuberculosis es más común. Se puede tratar con antibióticos.
En algunos casos, la escrófula está causada por micobacterias atípicas y no tuberculosas. Es más frecuente en los niños que en los adultos. La cirugía suele ser el mejor tratamiento para este tipo de escrófula.
Síntomas de la escrófula
El síntoma principal son los puntos inflamados en el cuello debido a la infección en los ganglios linfáticos. Los ganglios linfáticos infectados se inflamarán, aunque no suelen ser dolorosos. La infección suele estar en un lado del cuello.
La inflamación puede seguir aumentando y puede drenar líquido. Puede afectar a los senos paranasales y al interior de la boca. En los casos graves, pueden aparecer grandes llagas abiertas en la cara y el cuello.
Además de los característicos ganglios inflamados, puede tener otros síntomas, como:?
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Fiebre
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Malestar, fatiga o sensación de malestar general
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Sudores nocturnos
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Pérdida de peso
Quién tiene riesgo de padecer escrófula?
El riesgo de padecer escrófula depende de su salud y de su exposición a la bacteria de la tuberculosis.
El medio ambiente. El riesgo de contraer escrófula es mayor en zonas con alta transmisión de tuberculosis. Los países en desarrollo suelen tener más casos de infecciones de tuberculosis pulmonar y más casos de escrófula. Las bacterias que causan la tuberculosis y la escrófula pasan de una persona a otra. También se puede contraer por beber leche no pasteurizada que haya sido contaminada con la bacteria.
Tuberculosis reactivada. Los casos de escrófula en los Estados Unidos suelen estar relacionados con la tuberculosis latente. Esto ocurre cuando uno se expone a la tuberculosis y la bacteria permanece en el cuerpo durante años, pero puede no enfermar. Algunas personas nunca desarrollan síntomas porque su sistema inmunitario impide que la bacteria se multiplique.
La bacteria de la tuberculosis latente puede activarse en cualquier momento. Si eso ocurre, mostrarás síntomas de enfermedad tuberculosa o escrófula en unas pocas semanas...
Trastornos inmunitarios. Las personas con un sistema inmunitario más débil son más propensas a la escrófula. Si tiene escrófula, es posible que su médico también le haga la prueba del VIH. Las personas seropositivas suelen ser más propensas a la escrófula.
Diagnóstico de la escrófula
La escrófula puede ser difícil de diagnosticar. En el caso de la tuberculosis pulmonar, los problemas respiratorios, el dolor y la tos con sangre son difíciles de pasar por alto. En el caso de la escrófula, los síntomas son similares a los de otras enfermedades, por lo que es posible que los médicos no piensen en hacer la prueba de la bacteria de la tuberculosis de inmediato.
El médico le examinará y le hará preguntas sobre su historial médico. Es posible que le hagan pruebas para descartar otras enfermedades que provocan la inflamación de los ganglios linfáticos, como el cáncer o una enfermedad de la tiroides. Es posible que le hagan análisis de sangre o pruebas de imagen, como radiografías.
Una prueba estándar para detectar la tuberculosis es la prueba cutánea del derivado proteico purificado (PPD). El médico le inyectará una pequeña cantidad de proteína de la bacteria bajo la piel. Si el lugar de la inyección se hincha o enrojece, es una señal de que la bacteria está presente en su cuerpo. El médico tarda varios días en poder determinar los resultados.
Otra opción de prueba es observar el líquido de los ganglios inflamados bajo el microscopio. El médico utilizará una aguja fina para extraer una muestra de líquido. La analizarán para ver si hay bacterias de la tuberculosis en el fluido.?
Tratamiento de la escrófula
En la Edad Media, la gente pensaba que un toque del rey o la reina curaría la escrófula. Se llamaba "el mal del rey", y el toque real era el tratamiento preferido hasta el año 1700. Ahora, tenemos mejores tratamientos para las enfermedades bacterianas...
Los antibióticos. La escrófula, como la tuberculosis pulmonar, puede tratarse con antibióticos. El médico le recetará una combinación de fármacos que detendrá la infección. Se trata de un tratamiento a largo plazo. Deberá tomar los medicamentos durante 6 a 9 meses. Si tiene el VIH u otro trastorno del sistema inmunitario, es posible que necesite un tratamiento más prolongado con antibióticos.
Cirugía. En algunos casos, los médicos pueden extirpar los ganglios linfáticos afectados. Esto requiere una intervención quirúrgica y no siempre es eficaz. Funciona mejor en los casos en que la escrófula está causada por bacterias no tuberculosas.
Si sospecha que tiene escrófula, debe hablar con un médico de inmediato. Necesitará un tratamiento médico para curar la infección.