La mayoría de las personas que se someten a un trasplante de órganos llevan una vida bastante normal. Pero los trasplantes de órganos pueden dar lugar a otros problemas médicos. Esto suele deberse a los medicamentos necesarios para suprimir el sistema inmunitario de modo que no "luche" contra el órgano del donante.
Estos problemas van desde los más molestos hasta los que ponen en peligro la vida. He aquí un resumen de algunos de ellos.
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La diabetes.
La diabetes puede ser un problema nuevo o un problema que se agrava después del trasplante. Algunos medicamentos para el trasplante pueden ser los responsables.
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El colesterol alto.
El colesterol alto no tiene ningún síntoma en sí mismo, pero sigue siendo peligroso. Puede obstruir los vasos sanguíneos, posiblemente dañar el órgano donante y, a la larga, provocar una enfermedad cardíaca. Es un efecto secundario bastante común de algunos de los medicamentos utilizados para controlar la respuesta de su sistema inmunológico después de un trasplante.
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La presión arterial alta.
De nuevo, los medicamentos que necesitas pueden agravar o provocar la hipertensión arterial. Aunque puede ser una afección grave, puede mejorar a medida que vaya reduciendo la medicación. Es posible que también tengas que cambiar algunos de tus hábitos. Asegúrese de llevar una dieta saludable y de hacer ejercicio con regularidad.
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Problemas gastrointestinales.
Este es un efecto secundario bastante común de los esteroides. Su profesional de la salud puede recetarle medicamentos para ayudarle. Por su cuenta, haga lo que pueda para asentar su estómago. Tome la medicación con las comidas para reducir la irritación. Reduzca el consumo de alcohol y de bebidas con cafeína.
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Gota.
Una acumulación de ácido úrico en la sangre puede dar lugar a la gota, una dolorosa inflamación de algunas articulaciones. Puede ser causada o empeorada por algunos de los medicamentos posteriores al trasplante utilizados para suprimir su sistema inmunitario. El tratamiento depende de su caso concreto. Puede ser posible cambiar algunos de sus medicamentos para controlar la afección.
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Ansiedad y depresión.
Las personas que han recibido un trasplante suelen haber pasado por un montón de experiencias aterradoras y angustiosas: enfrentarse a una enfermedad que pone en peligro la vida, esperar el trasplante, recuperarse de una operación grave y readaptarse a la vida. No es de extrañar que muchas personas desarrollen ansiedad y depresión crónicas. Los medicamentos pueden empeorarlas y provocar cambios de humor. Pero no aceptes nunca estas condiciones como normales. Busque ayuda. Hable con su equipo de trasplante de órganos. No hay razón para que sufras.
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Problemas sexuales.
Algunas personas que se someten a un trasplante desarrollan algunos problemas sexuales, como la disminución del deseo sexual o la pérdida de funcionalidad. Estos síntomas pueden ser causados por problemas de salud, su medicación, el estrés o una combinación. Aunque pueda sentirse avergonzado, busque ayuda. No hay nada de qué avergonzarse. Su proveedor de atención médica puede ser capaz de resolver el problema.
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Crecimiento de vello no deseado.
La solución a este problema es la obvia: prueba a afeitarte, a depilarte con cera o a utilizar productos de droguería que eliminen el vello.