La laxitud ligamentosa, o laxitud de los ligamentos, significa que usted tiene articulaciones hipermóviles que son muy flexibles y tienen un rango de movimiento más amplio que la mayoría de las personas.
Para muchas personas, tener las articulaciones flojas no es un problema médico. Incluso puede ser ventajoso para algunos, como los bailarines, los gimnastas y los músicos. Pero para otros, puede causar dolor y otros problemas.
¿Qué son los ligamentos?
Los ligamentos son bandas de tejido resistente que mantienen los huesos unidos en las articulaciones. Proporcionan soporte y estabilidad. Los ligamentos impiden que los huesos se separen demasiado o se retuerzan demasiado.
Algunos ligamentos no están conectados a los huesos. Algunos ligamentos mantienen los órganos internos, como el útero, en su sitio. Otros pueden unir dos o más órganos. Por ejemplo, los ligamentos mantienen los intestinos, el hígado y el estómago en su sitio.
Síntomas de la laxitud ligamentosa
Algunos de los síntomas que acompañan a las articulaciones hipermóviles son:
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Fatiga
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Inestabilidad articular
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Dolor
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Tendencia a tener dislocaciones
Causas de la laxitud ligamentosa
Se estima que entre el 5% y el 12% de los adultos tienen algún tipo de articulaciones flexibles asociadas a la laxitud ligamentosa.
Los niños tienden a ser más hipermóviles que los adultos. Puede ser difícil saber si la hipermovilidad de un niño está asociada a un trastorno subyacente.
Hay algunas afecciones que se asocian a las articulaciones flexibles. Entre ellas se encuentran:
El síndrome de Marfan. Se trata de una rara enfermedad hereditaria que afecta al tejido conectivo. Afecta a 1 de cada 5.000 personas. El síndrome de Marfan puede afectar al corazón, los ojos, la piel, los vasos sanguíneos, los pulmones y los huesos. Algunas de las complicaciones pueden ser muy graves. Un aneurisma aórtico puede hacer que las paredes de la aorta se desgarren y se escape la sangre.
Las personas con síndrome de Marfan suelen ser delgadas y altas, con brazos, dedos de las manos, piernas y dedos de los pies muy largos...
Síndrome de Ehlers-Danlos. Se trata de un grupo de trastornos del tejido conectivo. Las personas con este síndrome suelen tener una piel muy elástica y articulaciones flexibles. Una forma más grave, denominada síndrome de Ehlers-Danlos vascular, puede debilitar la aorta y otras arterias. También puede provocar la rotura de las paredes del intestino grueso, los vasos sanguíneos o el útero.
Laxitud ligamentosa y lesiones
La laxitud ligamentosa puede causar inestabilidad articular. Cuando los ligamentos que rodean una articulación se aflojan, se desgarran o se debilitan, pueden no ser capaces de mantener los huesos en su sitio. Es entonces cuando puede producirse una dislocación o desalineación de la articulación (subluxación).
Varios estudios han encontrado vínculos entre las lesiones y la laxitud de los ligamentos.
Un estudio descubrió que los hombres con luxación de hombro tenían 6,8 veces más probabilidades de tener articulaciones flojas.
En un estudio de 51 jugadores de rugby, los investigadores descubrieron que los que tenían puntuaciones altas en la evaluación de Beighton, que es una forma de probar la hipermovilidad, tenían significativamente más lesiones que los que no eran hipermóviles. Ambos grupos de jugadores tenían una fuerza similar, lo que significa que la fuerza no protege a los hipermóviles de las lesiones.
Diagnóstico de la laxitud ligamentosa
No existe una norma formal para definir la laxitud ligamentosa. Pero el test de Beighton es el sistema más utilizado para evaluar la hipermovilidad.
Estas son las articulaciones que se evalúan:
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Nudillos de los dedos meñiques
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Base de los pulgares
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Rodillas
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Columna vertebral
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Codos
Al realizar la prueba de Beighton, el médico le pedirá que realice una serie de movimientos. Estos incluyen:
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Inclinarse hacia delante y colocar las palmas de las manos en el suelo con las piernas estiradas
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Doblar los pulgares hacia atrás
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Doblar los dedos meñiques hacia atrás
Si tienes una puntuación alta de Beighton, no significa necesariamente que tengas un síndrome de hipermovilidad. Su médico también le examinará y le hará pruebas para detectar otros síntomas y signos de estos síndromes.
La prueba de Beighton tiene algunos inconvenientes. Sólo analiza unas pocas articulaciones y no indica el grado de hipermovilidad.
Tratamiento de la laxitud ligamentosa
Es posible que no necesite tratamiento para la laxitud ligamentosa, especialmente si no le causa ningún dolor. Acude a tu médico si la laxitud ligamentosa te produce dolor.
Puedes probar a hacer ejercicios de fisioterapia para ayudarte a fortalecer las articulaciones y hacerlas más estables.
Antes de iniciar cualquier actividad física que pueda provocar lesiones, puede ser beneficioso entablillar o vendar las articulaciones afectadas.
Proloterapia. Algunos investigadores han estudiado el efecto de la proloterapia en personas con dolor y laxitud de los ligamentos. La proloterapia consiste en inyectar una solución irritante en los ligamentos. El irritante suele ser una solución con una forma de azúcar llamada dextrosa. Se cree que ayuda a poner en marcha el crecimiento del tejido conectivo y que este proceso reducirá el dolor.
Pero algunos estudios han mostrado resultados contradictorios. Los investigadores tampoco han podido demostrar este efecto en estudios de laboratorio. Esto ha llevado a algunos expertos a pensar que la proloterapia tiene un efecto placebo.