Trasplante de células madre para la beta talasemia

Un trasplante de células madre puede curar la beta talasemia, pero el tratamiento no es la opción correcta para todos. Usted tendrá que aprender los riesgos y efectos secundarios y hablar con su médico para ver si es una buena idea para usted.

Si usted o su hijo tiene beta talasemia, el cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos para suministrar el oxígeno que necesita. Cuando usted recibe un trasplante de células madre, su médico tratará de solucionar el problema mediante la introducción de células madre "hematopoyéticas" en su torrente sanguíneo.

Estas células madre se producen en la médula ósea, el centro esponjoso de los huesos donde se desarrollan las células sanguíneas. Cuando usted se somete a un trasplante de células madre, recibe células madre de un donante que le ayudan a producir glóbulos rojos nuevos y sanos.

Qué ocurre durante un trasplante de células madre?

Antes del trasplante, recibirás quimioterapia para eliminar las células madre de tu médula ósea que no están funcionando bien y preparar tu médula ósea para recibir nuevas células madre.

Durante el trasplante, el médico introduce las células madre del donante en su cuerpo a través de un tubo de plástico colocado en el pecho. Después de que las células pasen al torrente sanguíneo, viajan a su médula ósea para comenzar a producir células sanguíneas sanas.

De dónde proceden las células del donante?

Si te sometes a un trasplante de células madre, tendrás que encontrar un donante cuyas células madre tengan una composición genética que coincida con la tuya. El trasplante funciona mejor si tienes un hermano o hermana que sea compatible.

Si no tienes un hermano que sea un buen donante, aún es posible encontrar un donante compatible que no sea pariente tuyo.

¿Cuáles son los riesgos?

Si usted o su hijo se someten a un trasplante de células madre, uno de los principales riesgos es el daño a los órganos por el exceso de hierro en el cuerpo. Por eso los trasplantes funcionan mejor en personas que han recibido regularmente terapia de quelación, un tratamiento que elimina el exceso de hierro del cuerpo.

Si antes del trasplante ya tiene algún órgano dañado por su enfermedad, como insuficiencia cardíaca o cirrosis, tendrá más posibilidades de sufrir más daños orgánicos.

Los médicos no recomiendan el trasplante de células madre si se ha padecido insuficiencia renal o se es seropositivo, porque el riesgo de que se dañen los órganos es demasiado grande.

Otros riesgos son una afección denominada "enfermedad de injerto contra huésped" (EICH). Cuando se padece este problema, el organismo ve las nuevas células sanguíneas como un posible peligro para usted y empieza a atacarlas.

Los medicamentos pueden prevenir o detener la EICH, pero como actúan frenando el sistema inmunitario -la defensa de su cuerpo contra los gérmenes-, aumentan la probabilidad de contraer infecciones.

La quimioterapia que recibe antes del trasplante también aumenta las probabilidades de infección. Su médico puede sugerir medicamentos, como los antibióticos, para prevenir este efecto secundario.

Los tratamientos para la beta talasemia, incluyendo los trasplantes de células madre, están mejorando cada vez más. En general, cuanto más joven eres, mejor funciona el trasplante de células madre. Los trasplantes de células madre funcionan mejor en niños de 14 años o menos.

Cuáles son los efectos secundarios?

Uno de los efectos secundarios más comunes de los trasplantes de células madre es la infertilidad. Esto se debe a que las altas dosis de quimioterapia antes del trasplante pueden dañar los órganos reproductores de la mujer y hacer que deje de tener la menstruación. La quimioterapia también puede reducir la cantidad de esperma que producen los hombres.

Su médico puede informarle sobre las formas de mantener sus opciones de tener hijos en el futuro. Por ejemplo, los hombres pueden conservar el esperma antes del trasplante y las mujeres pueden congelar sus óvulos.

Otros efectos secundarios que pueden ocurrir poco después del trasplante son:

  • Dolor de boca o de garganta

  • Náuseas y vómitos

  • Hemorragias o hematomas

  • Hinchazón en los pulmones

El recuento sanguíneo tarda entre 2 y 6 semanas en volver a la normalidad después de un trasplante de células madre. Su médico lo seguirá de cerca durante este tiempo para asegurarse de que no contraiga infecciones u otros efectos secundarios graves.

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