De los archivos del médico
Te hidratas y exfolias la piel de la cara para que se vea y se sienta bien. ¿Haces lo mismo con tus pies?
Las cremas corporales y los ricos humectantes que se utilizan para los codos y las piernas funcionan bien en los talones y las callosidades de los pies. Pero si tus talones están secos o agrietados, puedes probar una crema diseñada específicamente para los talones.
Estas cremas pueden utilizar alfa o beta hidroxiácidos o urea para exfoliar. Para los talones agrietados, busca cremas que tengan dimeticona para obtener una capa protectora que selle la humedad.
¿Pies malolientes?
Los sprays y polvos perfumados para los pies enmascaran el olor de los pies, pero no llegan a la causa. El principal culpable es el sudor.
El pie tiene más de 250.000 glándulas sudoríparas. Los antitranspirantes de venta libre pueden no funcionar muy bien en las plantas de los pies o entre los dedos. Pero hay antitranspirantes y polvos para los pies que sí lo hacen.
También hay almohadillas de control de la humedad que contienen cloruro de aluminio para controlar la humedad y el olor. Se pueden utilizar varias veces a la semana a la hora de acostarse.
También puede buscar polvos que absorben la humedad y ayudan a prevenir el sudor de los pies. Utilizan ingredientes que incluyen:
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Dimeticona, que forma una barrera protectora que evita que el aire entre en contacto con la humedad y el sudor
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Triclosán, que elimina las bacterias que causan el mal olor
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Digluconato de clorhexidina, otro ingrediente antibacteriano que elimina los gérmenes causantes del mal olor
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Grillocin, un neutralizador de olores.
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Mentol, que refresca y ayuda a enmascarar el olor
También puedes tomar medidas sencillas para prevenir el olor de pies. La Asociación Médica Americana de Podología (APMA) recomienda:
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Cambiar los zapatos a diario para que cada par tenga la oportunidad de airearse
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Cambiar los calcetines aún más a menudo
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Utilizar polvos para los pies y antitranspirantes
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Remojar los pies regularmente en vinagre y agua
Hongos en las uñas de los pies
Mucha gente tiene hongos en las uñas de los pies. El hongo prospera en ambientes cálidos o húmedos, como las duchas y el calzado deportivo. Las infecciones en las uñas de los pies son más comunes en personas que sudan mucho o nadan con frecuencia. También son comunes en personas con diabetes.
Los hongos en las uñas de los pies hacen que éstas se engrosen y se vuelvan amarillas. La mejor defensa es la prevención. Usa siempre calcetines secos y limpios. No lleves el mismo calzado todos los días, sobre todo cuando haga calor.
Si te haces la pedicura, elige un lugar que practique una buena higiene o hazte la pedicura en casa. Los utensilios de pedicura sucios propagan la infección por hongos en las uñas de los pies.
La mayoría de los tratamientos de venta libre para los hongos en las uñas de los pies no funcionan bien. Los medicamentos recetados pueden ser muy eficaces, pero deben tomarse durante mucho tiempo para que surtan efecto. Estos fármacos también pueden causar efectos secundarios e interferir con otros medicamentos.
También hay tratamientos con láser. Los tratamientos con láser son caros, ya que cuestan unos 1.000 dólares, y no están cubiertos por la mayoría de los seguros médicos.
2 pasos para derrotar al pie de atleta
No tienes que ser un atleta para tener pie de atleta. Está causado por un hongo común.
El mero hecho de entrar en contacto con el hongo no significa que lo vayas a contraer. El hongo necesita un entorno cálido, húmedo y oscuro para poder crecer e infectarte.
Una forma de evitarlo es utilizar calcetines de algodón y calzado "transpirable" para que los pies se mantengan secos.
Si ya tienes pie de atleta, mantén la zona infectada limpia y seca. Cámbiate el calzado con regularidad y usa calcetines que absorban la humedad. Aplicar diariamente un polvo medicinal, como el miconazol o el tolnaftato, también ayudará a mantener los pies secos.
El siguiente paso es utilizar un medicamento antimicótico de venta libre, como Lamisil, Terbinex (terbinafina) o clotrimazol. Al tratar el pie de atleta, es importante tratar todas las zonas en las que crecen los hongos, incluidas las uñas de los pies. Si sólo tratas la piel, la infección puede reaparecer. Si el hongo dura más de cuatro o cinco semanas de tratamiento, acude a tu médico.
