Las 15 mejores vitaminas y nutrientes para una piel sana

La piel necesita un equilibrio adecuado de nutrientes para cumplir su función principal: ser una barrera que proteja al resto del cuerpo de los elementos externos. Para ayudar a que tu piel se vea, funcione y se sienta bien, aliméntala bien desde el interior.

Grasas saludables

Así es como tu piel consigue su "brillo". Muy poca grasa en tu dieta puede hacer que tu piel se arrugue y se reseque.

Céntrate en las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas de las plantas, como los frutos secos, las semillas y los aguacates, y del pescado. Éstas ayudan a que la piel se mantenga húmeda, firme y flexible, y son mejores para el corazón que las grasas saturadas.

Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de grasa poliinsaturada que el cuerpo no puede producir pero que necesita para construir las paredes celulares. También bloquean una sustancia química que permite que el cáncer de piel crezca y se extienda, y pueden reducir la inflamación.

Proteína

Tu cuerpo convierte las proteínas que comes en bloques de construcción llamados aminoácidos y los reutiliza para fabricar otras proteínas, incluyendo el colágeno y la queratina que forman la estructura de la piel. Los aminoácidos también ayudan a eliminar la piel vieja.

Algunos aminoácidos son antioxidantes que protegen a las células de la piel de los rayos UV y de los "radicales libres" que se producen cuando el cuerpo descompone ciertos alimentos o está cerca del humo del cigarrillo.

Vitamina A

Tanto las capas superiores como las inferiores de la piel necesitan vitamina A. Parece que previene el daño solar interrumpiendo el proceso que descompone el colágeno. Como es un antioxidante, puede dar a tu piel cierta protección contra las quemaduras solares (aunque no tanta como el uso de protector solar). Ayuda a que las glándulas sebáceas que rodean los folículos pilosos funcionen y también puede ayudar a que se curen los cortes y rasguños, especialmente si estás tomando esteroides para reducir la inflamación.

Si no tienes suficiente vitamina A, tu piel puede resecarse y picar o tener baches.

Vitamina C

Piensa en la "C" de colágeno: Esta vitamina ayuda a que la retorcida red de proteínas mantenga su forma. También es un potente antioxidante, que te protege de los radicales libres y posiblemente disminuye la posibilidad de padecer cáncer de piel. Los niveles bajos de vitamina C pueden causar moretones fáciles y... encías sangrantes, así como llagas de curación más lenta.

Vitamina E

Este antioxidante y antiinflamatorio también puede absorber la energía de los rayos UV, que dañan la piel y provocan arrugas, flacidez y cáncer de piel. Funciona con la vitamina C para fortalecer las paredes celulares.

Zinc

La capa externa de tu piel tiene cinco veces más de este mineral que la capa inferior. El zinc ayuda a tu piel a curarse después de una lesión. Es necesario para mantener estables las paredes celulares y para que las células se dividan y especialicen a medida que crecen.

El zinc puede proteger la piel de los daños causados por los rayos UV debido a su comportamiento en relación con otros metales del cuerpo, como el hierro y el cobre. También actúa como antioxidante.

Una cantidad insuficiente de zinc puede parecer un eczema, pero la erupción que pica no mejorará cuando le pongas cremas hidratantes y con esteroides.

Selenio

El selenio es un mineral que ayuda a ciertos antioxidantes a proteger la piel de los rayos UV. La deficiencia de selenio se ha relacionado con una mayor probabilidad de cáncer de piel.

Alimentos y suplementos

En general, las frutas y las verduras son buenas opciones porque tienen vitaminas y otros antioxidantes beneficiosos para la piel.

Algunos alimentos contienen más de un nutriente para tu piel, lo que suele ayudar a que funcionen mejor:

  • Pescados grasos (salmón, sardinas, atún): proteínas, omega 3, selenio.

  • Verduras de hoja oscura (col rizada, espinacas, berzas): vitaminas A, C y E; omega-3; proteínas -- además de selenio en las espinacas

  • Huevos: proteínas, vitaminas A y E, selenio, zinc

  • Semillas de lino: omega 3, selenio

  • Legumbres (lentejas, garbanzos): proteínas, zinc.

  • Aguacates: grasas saludables, vitaminas C y E.

  • Aceite de oliva virgen extra: grasas saludables, vitamina E

Habla con tu médico si te preocupa que no estés obteniendo suficiente cantidad de estos nutrientes clave a través de la alimentación para asegurarte de que los suplementos no afectarán a tu salud de otras maneras. El aceite de pescado es una fuente de omega-3, por ejemplo, pero tomarlo puede no ser una buena idea si estás tomando anticoagulantes o tienes el sistema inmunitario debilitado. Y los suplementos de zinc pueden reducir la eficacia de algunos antibióticos.

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