Problemas de visión en adultos mayores

Sus ojos cambian a medida que envejece. Algunos problemas son más frecuentes a medida que se envejece, aunque pueden afectar a cualquier persona a cualquier edad.

La presbicia es cuando no se pueden ver con claridad los objetos cercanos o la letra pequeña. Es un proceso normal que se produce lentamente a lo largo de la vida. Es posible que no note ningún cambio hasta alrededor de los 40 años. Es fácil de corregir con gafas de lectura y lentes de contacto.

Las moscas volantes son pequeñas manchas o puntos que se desplazan por el campo de visión. Es probable que los note en habitaciones bien iluminadas, al mirar una pantalla brillante o al aire libre en un día luminoso. En la mayoría de los casos son normales, pero pueden indicar un problema ocular más grave, sobre todo si su aparición es repentina y dramática. Si los ve junto con destellos de luz, es posible que la retina se haya desprendido de la parte posterior del ojo. Si nota un cambio repentino en el tipo o número de manchas o destellos que ve, acuda a su oftalmólogo lo antes posible.

La sequedad ocular se produce cuando las glándulas lagrimales no producen suficientes lágrimas o producen lágrimas de baja calidad. Los ojos pueden picar, arder o enrojecerse. Es raro, pero si no te ocupas de ello, puedes perder algo de visión. El oftalmólogo puede sugerir un humidificador en casa o unas gotas especiales para los ojos que simulan las lágrimas. Los médicos tratan los casos graves con tapones en el conducto lagrimal, gotas oculares recetadas o cirugía.

El lagrimeo, cuando los ojos producen demasiadas lágrimas o éstas no drenan correctamente, puede ocurrir si eres sensible a la luz, el viento o los cambios de temperatura, o si los sistemas de drenaje del conducto lagrimal están bloqueados. Protégete los ojos y usa gafas de sol. Si eso no ayuda, es posible que tengas un problema más grave, como una infección ocular o un conducto lagrimal obstruido. Tu oftalmólogo puede tratar ambas cosas.

Las cataratas son áreas nubladas que cubren todo o parte del cristalino del ojo. En un ojo sano, el cristalino es transparente como la lente de una cámara; la luz pasa a través de él y llega al tejido de la parte posterior del ojo. Es la retina, que procesa las imágenes. Las cataratas bloquean el cristalino y dificultan la visión. Suelen formarse lentamente, sin dolor, enrojecimiento ni desgarro. Algunas son pequeñas y no afectan a la vista. Si causan problemas, el médico puede extirparlas con cirugía y sustituir el cristalino por una versión artificial.

El glaucoma es una enfermedad que afecta al nervio óptico del ojo. Suele ser el resultado de un exceso de presión en el interior del ojo. Si se bloquea el flujo normal del líquido acuoso entre la córnea y el cristalino, se acumula el líquido y la presión de éste. Si no se detecta a tiempo, puede provocar una pérdida de visión permanente y ceguera. Es posible que no tenga síntomas ni dolor al principio, por lo que debe hacerse revisar los ojos con regularidad. El tratamiento va desde gotas para los ojos y medicamentos orales hasta la cirugía.

Los trastornos de la retina afectan a este fino revestimiento de la parte posterior del ojo. Está formada por células que recogen las imágenes visuales y las transmiten al cerebro. Los problemas de la retina afectan a esta transferencia de imágenes. Entre ellos están la degeneración macular asociada a la edad, la retinopatía diabética, las oclusiones de los vasos de la retina y los desprendimientos de retina. El diagnóstico y el tratamiento tempranos le ayudarán a conservar la visión.

ConjuntivitisSe produce cuando el tejido que cubre la parte blanca del ojo se inflama. Puede hacer que el ojo arda y pique, lagrimee, se vea rojo o se sienta como si tuviera algo dentro. Afecta a personas de todas las edades y puede ser consecuencia de una infección, de la exposición a sustancias químicas e irritantes o de alergias.

Las enfermedades de la córnea afectan a la ventana transparente en forma de cúpula situada en la parte delantera del ojo. La córnea ayuda al ojo a enfocar la luz. Las enfermedades, infecciones, lesiones y la exposición a agentes tóxicos pueden dañarla. Los síntomas incluyen dolor, enrojecimiento, ojos llorosos, visión reducida o un efecto de halo. El médico puede ajustarle las gafas, administrarle gotas medicinales o sugerirle una intervención quirúrgica.

Los problemas en los párpados pueden impedir que cumplan su función: proteger los ojos, repartir las lágrimas y limitar la cantidad de luz que entra. Los síntomas más comunes son dolor, picor y lagrimeo. Los párpados también pueden caerse o moverse. Los bordes exteriores cercanos a las pestañas pueden inflamarse. La medicación y la cirugía pueden ayudar.

La arteritis temporal se produce cuando las arterias de la sien y de todo el cuerpo se bloquean o se inflaman. Puede empezar con un fuerte dolor de cabeza, dolor al masticar y sensibilidad en la sien. Unas semanas más tarde, puede producirse una pérdida repentina de visión en un ojo, seguida rápidamente por el segundo. Otros síntomas son dolor en las articulaciones, pérdida de peso y fiebre baja. Los médicos creen que la causa es un sistema inmunitario dañado. Un diagnóstico temprano y un tratamiento con medicamentos pueden ayudar a prevenir la pérdida de visión. Si de repente no puedes ver, acude al médico lo antes posible. Es una emergencia.

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