Cómo afectan otros sentidos a lo que comes

Búsqueda de alimentos en el supermercado

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Algunos científicos creen que parte de la razón por la que los humanos evolucionaron para ver el color fue para encontrar más alimentos ricos en energía en los paisajes donde vivían. Hoy en día, la mayoría de los estadounidenses simplemente entran en una tienda de comestibles para encontrar cosas que comer. Pero seguimos buscando con la mirada. Por ejemplo, se saltan esas manzanas que tienen demasiadas manchas oscuras, o se compran las espinacas de un verde intenso que parecen frescas y nutritivas?

Una fiesta para los ojos

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Se suele decir que primero comemos con los ojos. Pero los estudios sobre el cerebro y el comportamiento parecen respaldarlo. Las magníficas fotos de la comida que aparecen en libros, programas de cocina y redes sociales pueden activar los centros del placer en el cerebro. Eso puede llevarle a comer cuando no tiene hambre. Por otro lado, algunos tipos de imágenes podrían ayudar a promover una dieta más saludable. Los científicos siguen estudiando la cuestión.

Una ensalada no es sólo una ensalada

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El aspecto de los alimentos no sólo te incita a comerlos, sino que puede cambiar su sabor. Algunas investigaciones sugieren que la comida sabe mejor cuando la ves que si comes algo con los ojos vendados sin saber lo que es. En un estudio, sólo la disposición artística de una ensalada en un plato cambió la forma en que las personas percibían el sabor de la misma preparación.

Es mejor el zumo de tomate en un avión?

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Posiblemente. Un estudio descubrió que las personas notaban más el sabroso sabor umami del zumo de tomate cuando se encontraban en un entorno diseñado para parecer un avión. Los científicos creen que el ruido de un vuelo -unos 85 decibelios- puede hacer que las papilas gustativas sean más sensibles a ese sabor. Pero tuvo el efecto contrario en la sensación de dulzura y no pareció afectar a los sabores agrios o amargos.

Influido por el olfato

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La mayoría de los científicos coinciden en que gran parte de lo que se percibe como sabor proviene del sentido del olfato. Pero los aromas pueden influir en la elección de los alimentos incluso cuando no se es consciente de ello. Por ejemplo, las personas que en una comida olían a melón sin saberlo eran más propensas a pedir un plato de verduras para empezar. Los que olían a pera eran más propensos a pedir un postre a base de fruta.

El crujido de la calidad

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El sonido de la fritura del pescado o del estallido de las palomitas puede abrir el apetito. Y ese crujido de las patatas fritas puede afectar a su sabor. Cuando en un estudio se aumentó o disminuyó en secreto el sonido crujiente de las patatas fritas a través de un par de auriculares, la gente valoró mejor las patatas más ruidosas. Muchos dijeron que las patatas fritas silenciosas estaban rancias y probablemente habían pasado su fecha de caducidad.

La música: El ingrediente perfecto

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Puede que consigas sacar distintos sabores de tu chocolate favorito si cambias la música que suena mientras lo comes. En un experimento, las personas notaron más dulzura y cremosidad en el chocolate cuando escucharon canciones de música fácil, en comparación con el hip-hop o el heavy metal. Era el mismo chocolate, lo único que cambiaba era la música.

Rough Around the Edges

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Los alimentos ásperos tienen un sabor más agrio? Tal vez. Los científicos dieron a probar a un pequeño grupo de personas dos caramelos ácidos. Eran iguales en todos los sentidos, salvo que uno tenía una textura áspera y el otro suave. La gente calificó los caramelos rugosos como más ácidos. No está claro por qué, pero puede ser que en el Reino Unido, donde los científicos hicieron el experimento, la gente asocie la capa rugosa con un caramelo ácido común que se vende allí.

El peso importa

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Algo tan sencillo como el peso del plato del que se come puede cambiar la forma en que se percibe la comida. Los científicos dieron el mismo yogur a personas en cuencos que iban de ligeros a pesados y les pidieron que calificaran la calidad y el sabor. La gente calificó sistemáticamente el yogur de los cuencos más pesados como el de mejor calidad y el de los cuencos más ligeros como el más barato y menos apetecible.

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