La curcumina es el principal ingrediente activo de la cúrcuma. La cúrcuma es originaria del sudeste asiático, pero es popular en todo el mundo. Quizá sea más popular en la India, donde es una de las principales especias de los polvos de curry. Su sabor es cálido y amargo, y tiene un llamativo color amarillo.
Se sabe que la cúrcuma tiene muchos beneficios para la salud. Su uso como medicina se remonta a casi 4000 años. En las últimas décadas, la medicina moderna ha incrementado la investigación sobre la reputación de la cúrcuma para la curación. La curcumina está en el centro de la investigación, ya que es la fuente de muchas de las propiedades saludables de la cúrcuma.
La curcumina es un compuesto bioactivo discreto y es lo que da a la cúrcuma su color brillante. Los científicos la aislaron por primera vez a principios del siglo XX, y sus propiedades antibacterianas se demostraron por primera vez en 1949. Las investigaciones posteriores demostraron que tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y varios otros beneficios marcados.
Beneficios para la salud
Las afirmaciones sobre los beneficios para la salud de la curcumina abundan. Tradicionalmente, se utilizaba para tratar trastornos de la piel, del tracto respiratorio superior, dolores articulares y problemas digestivos, entre otros. La investigación moderna ha confirmado algunos de estos beneficios para la salud conocidos desde hace tiempo y ha ayudado a demostrar los mecanismos biológicos que los sustentan.
Algunos de los beneficios de la curcumina para la salud son
Alivio de los síntomas de la artritis
Se ha demostrado que la curcumina ayuda a aliviar los síntomas dolorosos tanto de la artrosis como de la artritis reumatoide. Esto se debe en gran parte a sus propiedades antiinflamatorias. La inflamación puede manifestarse como enrojecimiento, hinchazón, calor en las articulaciones afectadas, dolor y rigidez articular. Varios estudios han demostrado que la curcumina es eficaz para reducir estos síntomas de inflamación.
Salud ocular
Varios estudios han demostrado que la curcumina es beneficiosa para controlar los trastornos inflamatorios y degenerativos de los ojos. Aunque el tamaño de los estudios ha sido relativamente pequeño, indican que la curcumina puede ser buena para mantener los ojos sanos y tratar algunas enfermedades oculares.
Salud renal
Las investigaciones han demostrado que la curcumina puede ser beneficiosa para los riñones. En concreto, la curcumina puede ayudar a curar las lesiones renales agudas y a aumentar los antioxidantes.
Alivio de la fiebre del heno
La fiebre del heno u otros síntomas de alergia estacional pueden reducirse al ingerir curcumina. Esto incluye estornudos, picazón, secreción nasal y congestión.
Posible tratamiento del cáncer
No hay pruebas suficientes para demostrar que la curcumina pueda prevenir o tratar el cáncer. Sin embargo, se están realizando varios estudios para comprender mejor el potencial de la curcumina en este ámbito. Algunas investigaciones muestran que puede reducir la capacidad de las células cancerosas para multiplicarse.
Riesgos para la salud
Se conocen muy pocos efectos secundarios o riesgos para la salud asociados a la curcumina. Sin embargo, en un estudio en el que los participantes ingirieron dosis extremadamente altas de curcumina, algunos informaron de diarrea, dolor de cabeza, náuseas y heces amarillas...
Cantidades y dosis
La curcumina se considera un tratamiento no probado en este momento. Como tal, no se dispone de normas de dosificación de la curcumina. La curcumina puede ingerirse a través de los alimentos condimentados con cúrcuma, así como a través de los suplementos dietéticos de cúrcuma y curcumina. Sin embargo, es importante consultar con el médico antes de tomar cualquier suplemento dietético.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha determinado que el valor de la ingesta diaria admisible (IDA) de curcumina es de 0 a 3 mg por kilo de peso corporal, es decir, aproximadamente de 0 a 1,4 mg por libra.
Si está interesado en añadir más curcumina a su dieta, la forma más fácil es comer más cúrcuma. Muchas cocinas del sudeste asiático y de Oriente Medio incorporan regularmente la cúrcuma en sus recetas.
Sin embargo, muchas otras recetas también pueden beneficiarse de una pizca de cúrcuma. Algunas opciones fáciles son:
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Latkes de cúrcuma con compota de manzana
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Sopa de verduras con cúrcuma
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Huevos revueltos con queso aliñados con cúrcuma
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Té helado con cúrcuma, jengibre y canela