Las castañas, bajas en grasa y ricas en vitamina C, son más parecidas a las frutas que a los verdaderos frutos secos. Tienen una cáscara espinosa y una cáscara de color marrón oscuro, que hay que quitar antes de comerlas.
Las castañas son una fuente de alimento desde hace miles de años. Pueden comerse crudas, asadas, molidas en harina o mezcladas en pasteles. Crecen en árboles del género Castanea, y muchas especies de este grupo pueden vivir unos impresionantes 500 años o más.
Hay cuatro especies principales de castaños: el castaño chino, el castaño japonés, el castaño europeo y el castaño americano. Estos árboles son autóctonos de muchos lugares del mundo, pero antes de que la gente empezara a trasplantarlos, su área de crecimiento era mucho más reducida...
El castaño americano fue en su día común en el este de Estados Unidos, pero estuvo a punto de desaparecer por una plaga de hongos a principios del siglo XX. El castaño europeo, Castanea sativa, es el más común y proporciona la mayoría de las castañas que se venden en las tiendas de comestibles hoy en día.
Beneficios para la salud
Las castañas son ricas en vitamina C, lo que las hace únicas entre los frutos secos. De hecho, media taza de castañas crudas le proporciona entre el 35 y el 45 por ciento de su ingesta diaria de vitamina C.
Las castañas pierden parte de su vitamina C si las hierves o las tuestas, pero siguen aportando entre el 15 y el 20 por ciento de tu ingesta diaria de esta saludable vitamina. Para conservar más vitamina C en las castañas al cocinarlas, puede asarlas a temperaturas más bajas o utilizar un deshidratador de alimentos para secarlas...
Las castañas siguen siendo una buena fuente de antioxidantes, incluso después de la cocción. Son ricas en ácido gálico y ácido elágico, dos antioxidantes que aumentan su concentración cuando se cocinan.
Las castañas tienen estos beneficios adicionales para la salud:
Favorecen la salud del corazón
Los antioxidantes y minerales como el magnesio y el potasio ayudan a reducir el riesgo de problemas cardiovasculares, como las enfermedades del corazón o los accidentes cerebrovasculares. Las castañas son una buena fuente de estos nutrientes y pueden ayudar a mejorar la salud del corazón.
Mejora la digestión
Las castañas también pueden ayudar a mejorar su digestión. Estos frutos secos son una buena fuente de fibra, que ayuda a mantener la regularidad y favorece el crecimiento de bacterias saludables en el intestino. Además, las castañas no contienen gluten, lo que las convierte en una opción saludable para los celíacos.
Controla el azúcar en sangre
La fibra de las castañas también puede ayudar a equilibrar el azúcar en la sangre. El consumo de alimentos ricos en fibra hace que el cuerpo absorba lentamente los almidones. Esto ayuda a evitar los picos de azúcar en sangre, que pueden ser peligrosos para las personas con diabetes. Además, las castañas tienen un índice glucémico bajo, de 54. Los alimentos clasificados como más bajos en el índice glucémico no causarán grandes cambios en tus niveles de azúcar en sangre cuando los comas?
Nutrición
Las castañas tienen menos calorías que muchos otros tipos de frutos secos. Son una buena fuente de aminoácidos, ácidos grasos monoinsaturados, antioxidantes, fenoles y vitamina C.
En las castañas también encontrarás una gran variedad de vitaminas y minerales, como:
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Vitamina C
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Vitamina E
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Vitamina A
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Complejo vitamínico B
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Calcio
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Magnesio
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¿Zinc?
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Hierro
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Cobre
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Manganeso
Nutrientes por ración
Un cuarto de taza de castañas crudas contiene:
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Calorías: 77
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Proteínas: 1 gramo
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Grasa: 1 gramo
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Carbohidratos: 17 gramos
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Fibra: 3 gramos
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Azúcar: 0 gramos
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Colesterol: 0 miligramos
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Sodio: 1 miligramo
Para comparar, un cuarto de taza de castañas asadas contiene:
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Calorías: 88
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Proteínas: 1 gramo
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Grasa: 1 gramo
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Carbohidratos: 19 gramos
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Fibra: 2 gramos
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Azúcar: 4 gramos
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Colesterol: 0 miligramos
-
Sodio: 1 miligramo
Cosas a tener en cuenta
Las castañas crudas son seguras para la mayoría de las personas. Sin embargo, contienen ácido tánico, lo que significa que podrían causar irritación estomacal, náuseas o daños en el hígado si tienes una enfermedad hepática o experimentas muchos problemas renales...
Cómo preparar las castañas
Busque las castañas crudas en las tiendas de comestibles de octubre a diciembre, cuando están más frescas y son más nutritivas. Puede encontrarlas en muchos supermercados, tiendas especializadas y mercados agrícolas. La mayoría de las castañas que se venden en las tiendas son castañas europeas cultivadas en Italia, pero algunos agricultores de Estados Unidos también las cultivan.
Como las castañas crudas tienen un alto contenido en taninos amargos, es preferible asarlas antes de comerlas. Esto aumenta su contenido de azúcar y añade un toque de dulzura.
Prueba algunas de las siguientes formas de cocinar y comer castañas:
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Haz un puré de castañas en la batidora y añádelo a crepes o tortitas calientes.
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Asa castañas y utilízalas en lugar de picatostes en una ensalada.
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Espolvorea castañas picadas y asadas sobre calabazas de bellota o calabaza al horno.
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Haga castañas confitadasconocidas en Francia como marron glac.
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Prepara un bizcocho con harina de castañas.