¿Deberías cambiar a la leche de avena?

Información nutricional

Tamaño de la ración 1 taza Calorías 107 % Valor diario* Grasa total 0 g 0% Grasa saturada 0 g 0% Grasa trans 0 g Colesterol 0 mg 0% Sodio 7 mg 0% Potasio 0 mg 0% Carbohidratos totales 26 g 9% Fibra dietética 0 g 0% Azúcar 0 g Proteínas 1 g 2%.

*Los valores diarios porcentuales se basan en una dieta de 2.000 calorías. Sus valores diarios pueden ser mayores o menores dependiendo de sus necesidades calóricas.

  • Vitamina C 0%

  • Hierro 0%.

  • Vitamina B6 0%

  • Magnesio 0%

  • Calcio 1%.

  • Vitamina D 0%.

  • Cobalamina 0%

  • Vitamina A 0%

Probablemente hayas visto recientemente un tipo de "leche" diferente en el menú de tu cafetería favorita o en el supermercado. La leche de avena es una popular bebida de origen vegetal hecha con avena, agua y, a veces, algunos otros ingredientes.

Puedes hacer tu propia leche de avena o comprarla en la tienda. Puedes beberla sola o añadirla a batidos, té o café. Su cremosidad la convierte en una buena opción no láctea para bebidas espumosas como el café con leche.

Pero, ¿qué diferencia a la leche de avena de otras alternativas lácteas como la de soja, la de almendras y la de arroz?

La nutrición y la leche de avena

En comparación con otras opciones no lácteas como la leche de almendras y de arroz, la leche de avena tiene más fibra (unos 2 gramos por taza) y proteínas (3 gramos). Pero también tiene más calorías (120 por taza) y carbohidratos (16 gramos). Si prefieres una alternativa de leche con menos carbohidratos, la leche de almendras puede ser una mejor opción.

La leche de avena tiene aproximadamente la mitad de proteínas que la leche de vaca. Y al igual que otros sustitutos de la leche de origen vegetal, las proteínas que contiene son incompletas. Esto significa que, a diferencia de la leche de vaca, carece de algunos de los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita.

Al igual que muchas otras leches vegetales compradas en tiendas, la leche de avena suele llevar vitamina D y calcio añadidos para favorecer la salud de los huesos. La mayoría de las marcas también añaden riboflavina y vitamina A. El hierro es el único nutriente que se encuentra de forma natural en la leche de avena. La leche de vaca también aporta calcio, vitamina D, riboflavina y vitamina A. Pero, a diferencia de la leche de avena, también contiene potasio, fósforo, vitamina B12 y niacina.

Por supuesto, si preparas tu propia leche de avena, no contendrá estos nutrientes añadidos.

¿Dulce o sin azúcar?

Algunas leches de avena compradas en tiendas contienen azúcar añadido, especialmente los tipos con sabor a chocolate o vainilla. Algunas marcas también tienen aceites, estabilizadores o gomas.

Para reducir el azúcar, busca la palabra sin azúcar en la etiqueta. Y elige marcas con una lista de ingredientes corta para tener menos aditivos.

Alergias

La leche de avena es segura para las personas alérgicas a los lácteos y a la soja. También es una buena opción para quienes tienen alergia a los frutos secos y quieren evitar los lácteos.

Pero si eres celíaco o te mantienes alejado del gluten, comprueba la etiqueta del cartón de leche (o de la avena si te la preparas tú mismo). Algunos tipos de avena se procesan en fábricas que también manipulan granos con gluten.

Una ventaja medioambiental

Muchas personas eligen las leches vegetales porque su huella de carbono es menor que la de las leches lácteas. Sin embargo, a algunos les preocupa la soja modificada genéticamente que contiene la leche de soja, o el uso de pesticidas y agua por parte de los productores de almendras. La investigación ha descubierto que el cultivo de la avena tiene menos impacto ambiental que el de las almendras o la soja.

Cómo se hace

Para hacer tu propia leche de avena en casa, mezcla una parte de avena antigua (no instantánea) con dos partes de agua. Déjala reposar toda la noche y luego bate bien la mezcla o cuélala con una gasa. Añade un poco de vainilla o jarabe de arce si quieres.

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